Cultural
lapatria.com
Jorge Eliécer Zapata
LA PATRIA | MANIZALES
Entre los que han cumplido la divina tarea de evangelizar, como ha llamado el padre Horacio Gómez Orozco el ejercicio de pescar almas para el Señor, el padre Luis María Zuluaga ha sido el más cercano al reconocimiento de la santidad en la Arquidiócesis de Manizales. Este reconocimiento lo recibió de sus propios feligreses por lo que ha sido considerado un santo viviente. Esta es una bella expresión de la admiración popular por las virtudes de una persona. Ahora el presbítero Horacio Gómez Orozco, miembro de la Academia Caldense de Historia publicó el libro El Olor de la Santidad. Padre Luis María Zuluaga 'Zuluaguita', recorrido por la existencia de este sencillo levita que gastó su vida en la Catedral de Manizales al servicio de la eucaristía y de la confesión de los feligreses. Fue un confesor de todas las horas y un compañero constante de los enfermos de la ciudad a quienes llevaba el viático todos los días del año desde las cuatro de la madrugada. La obra del padre Horacio enriquece la información con la historia de los procesos de beatificación y de canonización que la Iglesia ha mantenido para elevar a los altares a aquellos a quienes considera merecedores de tal honor. Esta parte del libro permite a los lectores, pero principalmente a los creyentes, un acercamiento a las normas establecidas por la Iglesia Católica para consagrar como ejemplo a quienes lo dieron todo por la fe, normas que han variado con el correr de los siglos y que exigen ciertas manifestaciones de comprobación científica. El libro El Olor de la Santidad. Padre Luis María Zuluaga 'Zuluaguita' es un aporte valioso e interesante cuando la Arquidiócesis de Manizales ha iniciado el proceso que aspira a concluir con la declaratoria por parte del Vaticano, primero de Beato y luego de Santo del sacerdote Luis María Zuluaga, quien nació en Filadelfia el 21 de diciembre de 1888 y falleció el 14 de febrero de 1982 en Manizales. Por fortuna aún hay quienes testifican sobre su vida y sus obras, solo han transcurrido 29 años de su partida, por lo que todavía hay quienes la lamentan en especial los beneficiados con su apoyo. El libro del padre Horacio Gómez Orozco, vicario Episcopal para la Cultura de la Arquidiócesis, le da fuerza al proyecto de reconocimiento de la santidad de 'Zuluaguita' y muestra al común de las gentes la seriedad de esta determinación eclesial en los que el territorio caldense solo tiene un representante: el Beato Esteban Maya Gutiérrez, pacoreño que sufrió el martirio durante la guerra civil española. La hoja de vida del sacerdote Horacio Gómez Orozco es un muestrario de títulos académicos otorgados en Colombia y Europa, de obras publicadas de reconocido mérito, de instituciones de altísimo nivel que han exaltado sus ejecutorias como la Academia Colombiana de Historia Eclesiástica que lo ha elegido como su presidente Honorario, y de servicio a la Iglesia en diversas posiciones en la dirección de parroquias y en cargos de la curia arquidiocesana.
Entre los que han cumplido la divina tarea de evangelizar, como ha llamado el padre Horacio Gómez Orozco el ejercicio de pescar almas para el Señor, el padre Luis María Zuluaga ha sido el más cercano al reconocimiento de la santidad en la Arquidiócesis de Manizales. Este reconocimiento lo recibió de sus propios feligreses por lo que ha sido considerado un santo viviente. Esta es una bella expresión de la admiración popular por las virtudes de una persona. Ahora el presbítero Horacio Gómez Orozco, miembro de la Academia Caldense de Historia publicó el libro El Olor de la Santidad. Padre Luis María Zuluaga 'Zuluaguita', recorrido por la existencia de este sencillo levita que gastó su vida en la Catedral de Manizales al servicio de la eucaristía y de la confesión de los feligreses. Fue un confesor de todas las horas y un compañero constante de los enfermos de la ciudad a quienes llevaba el viático todos los días del año desde las cuatro de la madrugada. La obra del padre Horacio enriquece la información con la historia de los procesos de beatificación y de canonización que la Iglesia ha mantenido para elevar a los altares a aquellos a quienes considera merecedores de tal honor. Esta parte del libro permite a los lectores, pero principalmente a los creyentes, un acercamiento a las normas establecidas por la Iglesia Católica para consagrar como ejemplo a quienes lo dieron todo por la fe, normas que han variado con el correr de los siglos y que exigen ciertas manifestaciones de comprobación científica. El libro El Olor de la Santidad. Padre Luis María Zuluaga 'Zuluaguita' es un aporte valioso e interesante cuando la Arquidiócesis de Manizales ha iniciado el proceso que aspira a concluir con la declaratoria por parte del Vaticano, primero de Beato y luego de Santo del sacerdote Luis María Zuluaga, quien nació en Filadelfia el 21 de diciembre de 1888 y falleció el 14 de febrero de 1982 en Manizales. Por fortuna aún hay quienes testifican sobre su vida y sus obras, solo han transcurrido 29 años de su partida, por lo que todavía hay quienes la lamentan en especial los beneficiados con su apoyo. El libro del padre Horacio Gómez Orozco, vicario Episcopal para la Cultura de la Arquidiócesis, le da fuerza al proyecto de reconocimiento de la santidad de 'Zuluaguita' y muestra al común de las gentes la seriedad de esta determinación eclesial en los que el territorio caldense solo tiene un representante: el Beato Esteban Maya Gutiérrez, pacoreño que sufrió el martirio durante la guerra civil española. La hoja de vida del sacerdote Horacio Gómez Orozco es un muestrario de títulos académicos otorgados en Colombia y Europa, de obras publicadas de reconocido mérito, de instituciones de altísimo nivel que han exaltado sus ejecutorias como la Academia Colombiana de Historia Eclesiástica que lo ha elegido como su presidente Honorario, y de servicio a la Iglesia en diversas posiciones en la dirección de parroquias y en cargos de la curia arquidiocesana.