CLAVE DE SOL
Intervención del Vicepresidente de la Academia Caldense de Historia, Albeiro Valencia Llano
Intervención de la Secretaria de Cultura del departamento, Elizabeth López Ríos
Señor Doctor
JORGE ELIECER ZAPATA BONILLA
Distinguidos Integrantes de la Academia de Historia de Caldas
Señoras, Señores:
La poesía nació antigua. Fue desde el primer momento en que el
hombre aprendió a maravillarse ante la belleza de la creación. Llenó sus
ojos de paisaje y de la luz y del color que desde la aurora
y hasta el ocaso se dibujaba en caprichosas pinceladas de encanto de
formidable acontecer. Luego llegó el sonido otorgándole armonía a la voz....y
finalmente la palabra y la escritura.
La palabra: ¡Qué elemento de fuerza y contenido! ¡Qué grande es la
PALABRA en la imaginación del hombre!
Y así llegó la poesía, a tomar posesión de los elementos que al
hombre impresionan y emocionan, llegó con la fantasía y con el impulso de la
palabra, a recrear serias sensaciones en la arquitectura mágica del ser.
Estas ocurrencias se me antojan ante la lectura de la última obra
literaria de Jorge Eliecer Zapata, que ahora nos recrea en un singular arpegio
iniciado con la Calve de Sol. Allí, en ese breviario de la inteligencia
creadora de Jorge Eliecer, encuentro una exquisita filosofía de las cosas
elementales que han marcado su imaginación. No es un poemario para leer una
vez. Lo he releído para llegar a comprender, por qué nuestro
historiador y poeta, recorre los caminos de un mundo interior que ha marcado su
vida con novedosas impresiones en el cantar y en el decir, en estilo distinto
al que se ha cantado y se ha dicho por muchos poetas de la contemporaneidad, y
he encontrado que cada nueva lectura de sus versos me impone una
nueva interpretación, así como los cuadros de los pintores surrealistas.
CLAVE DE SOL es un poemario para volver a leer.
ELIZABETH LOPEZ RIOS
SECRETARIA DE CULTURA DE CALDAS.
Intervención del escritor Juan Carlos Acevedo
Cuidar La Poesía
La Poesía ha combatido en los campos de guerra más insólitos. Han
pasado tres mil años desde que el gran Homero hizo poema la historia de un
pueblo y nos legó una mitología que aún nos fascina. Mil años después un rey de
nombre Salomón escribió un capítulo completo en el libro capital de los
cristianos, en él hizo un tributo al amor. Sin más armas que las palabras,
ella, se enfrentó a demonios legendarios, en terrenos donde el más valiente de
los hombres tuvo miedo, y supo regresar limpia del infierno nos dice Alighieri
en sus cantos. Conquistó con la palabra Esperanza el corazón de un príncipe que
renunció al trono solo porque, La Poesía, había inundado su alma. Hecha oración
sirvió para conjurar a los sagrados dioses Mayas; los inmisericordes dioses que
no sobrevivieron la conquista, mientras La Poesía perduraba de pie. Y sin una
sola bala, La Poesía, fue capaz de sublevar un pueblo contra la infame mano de
la dictadura en el Caribe. Ella sola se ha hecho historia, por eso no vengo a
defenderla.
La poesía es femenina y ha sido fuerte como toda mujer. Si lo
pensamos bien ha sobrevivido a su peor enemigo: El Lenguaje. Llegó a nosotros
en el habla primigenia de hombres simples que elevaban poemas a sus dioses para
apaciguar sus iras. Avanzó entre lenguajes sofisticados como el latín o el
griego cantando batallas milenarias, escribió la creación del universo en
Arameo, ese Idioma en el que El Rey Jesús habló a sus discípulos. Se acomodó
perfecto a los lenguajes anglosajones y usurpó reinos para sus amos. Pasó por
las lenguas orientales y árabes para celebrar en más de mil noches la vida y el
paisaje. Recorrió el continente africano envuelta en sones de tambores y arribó
a la América Prehispánica vestida en atavíos españoles y portugueses. En estas
tierras tropicales se convirtió en nuestro mayor tesoro. De eso da fe el Poeta
Austral en sus memorias.
Hoy venimos a celebrarla, a exaltar La Poesía como un don al que
debemos honrar para que no nos abandone.
¿Por qué festejar la poesía?
Por una sencilla razón: La Poesía es la huella que los hombres de
todos los tiempos han dejado en cada época de la humanidad. Es a través de la
poesía que el hombre da testimonio de la existencia de sus dioses y de sus días
en la Tierra. A través de La Poesía contamos la historia de todos nosotros.
No, no hay necesidad de defenderla. Sola ha sobrevivido a
catástrofes, humillaciones, y gobiernos. En los peores tiempos de la humanidad
se dejó ver en las paredes y los muros de las
grandes ciudades, en las libretas de apuntes de los estudiantes, en la
piel de los adolescentes, en la música que inventaron.
Y con el tiempo, como su mejor aliado, supo dejarse descubrir en
una canción de rock, en un mensaje que alguien cuelga en el muro de Facebook,
en el trino que los usuarios de twiter hacen llegar a sus seguidores.
Tres mil años después de
que el gran Homero cantara para recordar a Helena y contarnos las hazañas de
Ulises, o el inteligente Dante inmortalizara el horror de actuar mal, o El
sabio rey Salomón nos enseñara las etapas del amor en su Canto mayor, y el
original Cervantes a través del El ingeniosos Hidalgo nos mostrará que nada es
imposible para el hombre, hoy, que el mundo es un sinfín de intentos fallidos,
hoy cuando crucen la calle y piensen en los seres que aman o tropiecen con las cosas simples de la vida
recuerden que ahí está La Poesía. Tal vez atravesará la calle vestida de
miseria o convertida en frágil lagartija, y entonces lo que verán será la
historia de todos los hombres hecha poema.
CLAVE DE SOL
Un libro de poemas para regresar a la
luz
La luz, es una fuente de energía conocida como la energía
radiante, y ya sabemos que proviene de la naturaleza como el sol o de la
creación del hombre como las velas y los bombillos, pero hoy, sin ser tan explícitos
en su definición debemos fijarnos en el título del libro que nos convoca Clave de Sol.
Porque sin lugar a dudas este libro es un libro luminoso, no por
emplear la palabra luz o la palabra día, tampoco porque nos iluminé como los
textos sagrados, sino porque nos llena un poco de energía para el alma. Y alimentar
el alma con pequeñas lecturas, buenas melodías, diálogos fecundos o paisajes
deslumbrantes también hace parte del cuidado que debemos tener por nosotros
mismos.
Vamos por partes. Para hablar del libro Clave de Sol debo recurrir al retrato del autor, Jorge Eliécer Zapata es un humanista. Se
ha formado como lector de poesía desde muy temprano. Es desde la poética donde
inicia a los 27 años su recorrido literario con la publicación de su libro El tiempo ya no estaba. Si bien su obra
es conocida desde la historia y la investigación, la parte creativa lo ha
acompañado en ese periplo con la escritura de cuentos y ensayos literarios.
Pero quienes comparten horas de grata conversación con Zapata Bonilla encontrarán referentes
fundamentales para cualquier lector en su charla, en ella puede hablar con
precisión de Octavio Paz, el poeta
que nos amistó hace 20 años, de igual forma habla con propiedad de Héctor Rojas Herazo uno de los mejores escritores
que ha dado el país (fue periodista, me atrevería a decir que ayudó en la formación
de Gabriel García Márquez, también se
destacó como novelista, ensayista, poeta y pintor), y si hablamos ya de los referentes
cercanos diré que fue amigo personal de uno de los vates mayores de Caldas el
salamineño Fernando Mejía y Mejía.
Como ven su vida a esta signada por la poesía de alto vuelo. Así que no es
ajeno que hoy esté presentando el libro de poemas Clave de Sol.
En el libro Jorge Eliécer
pierde el temor de nombrar la palabra corazón y se aventura a hilar una serie
de poemas contemporáneos, cortos y llenos de imágenes que pondrán al lector en
situación con sentimientos cotidianos e íntimos. Esto da un valor agregado al
libro puesto que su autor se había distanciado del género lírico más de 20 años
en lo que tiene que ver con publicaciones, pero no se aleja de los movimientos
que la poesía sigue en el siglo XXI y escribe de la manera más actual.
El libro irá siempre en defensa de la luz, casi como una oración
en medio de las tinieblas que busca desde poemas diurnos dejar atrás el pasado
efímero que nos puede traer una noche de ardor o de desvelos.
Si bien el amor y la pasión serán los temas que leeremos entre
líneas, encontraremos en cada verso el reflejo de un mundo posible para el buen
observador. Uno mundo donde la vida que pasa frente a la ventana es un hecho
poético.
Así los amores escolares, inocentes y torpes, la ruptura con el
ser amado, la noche desbordada de pasión o el dulce beso robado harán parte de
una mundo cercano, el de los parque y sus novios de domingo, el de los obreros
y sus sueños simples, el de las esquinas propicias para labrar el pecado, el
del amanecer acechado por la culpa, en fin, una atmosfera conocida por todos:
el brillo y el ocaso de la llama. Esa atmosfera está descrita por el poeta en
su libro Clave de Sol.
Dejar atrás los nocturnos, e intentar vencer la muerte con la
palabra amor o corazón es la forma en que la luz habita la poesía en este
libro. Donde la luz del Sol, estrella sagrada para todas las culturas del
mundo, energía luminosa, energía radiante nos hace pensar que en verdad es a
través del poema que el hombre deja su testimonio sobre la tierra.
Detengámonos un poco en cada imagen del libro, en cada breve
línea, leámosla nuevamente y pensemos que en verdad la poesía está hecha por
todos nosotros.
Gracias
JUAN CARLOS ACEVEDO RAMOS
En vísperas del Día Mundial de la
Poesía.