El día 4 de noviembre se presentó en la Academia Caldense de Historia el libro Historia y Memoria. Crónicas inéditas de Pereira, publicado por la Academia Pereirana de Historia. Hizo la presentación el Académico Alfredo Cardona Tobón.
Presentación del Académico Alfredo Cardona Tobón, por el vicepresidente de la Academia, Magiter Ángel María Ocampo Cardona
Saludamos con beneplácito al
historiador y miembro de nuestra Academia, ALFREDO CARDONA TOBÓN, un hombre
apasionado como pocos por el pasado de nuestro territorio. Ingeniero mecánico,
investigador y autor de importantes obras que testimonian su disciplina, la
cual es admirada por quienes lo conocemos.
Nacido en Quinchía, Risaralda, el
22 de febrero de 1938, cursó sus estudios secundarios en Pereira y Medellín. Es
Ingeniero Mecánico de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín, con
estudios de Metalografía en México. Ha laborado en FUTEC, Acerías Paz del Río,
Cementos Samper, Abocol y la Federación de Cafeteros de Caldas.
Fue además, durante más de veinte
años, docente fundador de la Universidad Autónoma de Manizales, catedrático de
la Universidad Nacional Sede Manizales, e Instructor del Servicio Nacional de
Aprendizaje –SENA-, Manizales.
Su labor profesional lo llevó a
Inglaterra, Kenya, Salvador, Costa Rica y otros países centroamericanos. Fue
condecorado con la “Orden de San Andrés” en Quinchía, y en Riosucio se le
declaró “Hijo Adoptivo”; es miembro del Centro de Historia de Manizales y
Caldas; miembro del Centro de Estudios Históricos de Neira, Miembro de Número
de la Academia Caldense de Historia y Miembro de la Academia Pereirana de
Historia.
Habiendo prestado sus servicios al
Comité Departamental de Cafeteros de Caldas, tuvo la oportunidad de recorrer
palmo a palmo los caminos, unas veces empantanados y otras veces polvorientos,
de los más recónditos rincones de la geografía departamental. Y con asombro
poético, esos recorridos le sirvieron para recopilar, a la usanza de los
clásicos viandantes de la época hispánica y de la colonización antioqueña,
apuntes sobre la historia, la cultura y el paisaje de cada uno de los
municipios, corregimientos y veredas del antiguo Caldas.
No queriendo dejar dispersas sus
anotaciones sobre la historia del Viejo Caldas, Alfredo Cardona Tobón fundó, en
compañía de un grupo de jóvenes aficionados a la historia, el Centro de
Investigaciones Históricas de Centro-Occidente de Colombia. Con esta
organización, pudo darle forma a la revista Registros de Historia y liderar la
realización de las Citas con la Historia, en diversos municipios de Caldas. En
estos espacios, los historiadores de cada localidad analizaban y debatían en
torno de los acontecimientos de sus microcosmos y se ayudaban mutuamente a
encontrar fuentes para ampliar su información. Fue un antecedente positivo de
la Academia Caldense de Historia. Así mismo, en un nobilísimo propósito de
promover el rescate del conocimiento de nuestro pretérito y generar espíritu de
identidad, el Dr. Alfredo Cardona Tobón se dio a la tarea de dictar conferencias
y talleres que permitieron ordenar las historias locales y dar precisión a
muchos aspectos, como ocurrió con las poblaciones de Guática en el Departamento
de Risaralda y el Corregimiento de San Lorenzo, en Riosucio Caldas. Y no
conforme con estos resultados, se adentró con buen juicio en los movimientos
sociales del Siglo XlX y en la violencia política de mitad del Siglo XX,
demostrando la participación de caldenses en esos eventos, recuperando líderes
ignorados por razones partidistas e indicando las repercusiones de tales
acontecimientos en la vida económica y social de toda la región.
El historiador además se ha
dedicado con vocación ejemplar a rescatar la identidad regional a través de sus
producciones divulgadas en órganos periodísticos tales como El Caficultor, LA
PATRIA, Papel Salmón, Diario del Otún y otros medios en los que sus
colaboraciones generan la asiduidad de los lectores, por el carácter ameno de
sus narraciones. Durante 10 años consecutivos Alfredo Cardona Tobón ha
mantenido su espacio quincenal en el suplemento dominical Papel Salmón, de LA
PATRIA, en el que narra la historia comarcana y nacional. Series como la de las
Mujeres en la Independencia, los Héroes Anónimos en las Batallas por la
Libertad, las acciones de personajes de todos los credos en plena gestión de
desarrollo comunitario, muestran a un creador de identidad vivamente interesado
en la claridad de ese pasado cuyos protagonistas son hombres y mujeres anónimos
del pueblo que no han gozado de tribunas, porque las pocas que han existido las
han ocupado los relatores de la historia oficial, generalmente sesgada por los
intereses de los sectores dominantes.
Es también uno de los fundadores de
la revista Registros de historia. Fue directivo del Centro de Investigaciones
Históricas de Centro Occidente de Colombia. Editor de las revistas Quinchía
Cívico y Colegio Nuestra Señora de los Dolores, Quinchía. 1988.
En el libro “Creadores de
Identidad”, próximo a publicarse, el historiador Jorge Eliecer Zapata Bonilla
se aproxima con justicia a la obra de Alfredo Cardona Tobón, manifestando de
él, que es un historiador con preocupaciones en las comunidades ancestrales, en
la influencia de la Iglesia Católica en los procesos comunitarios, una veces
positiva y en otras nefasta, así como en la influencia de los capitales y los
apelativos en la dominación de la gente del común.
Ruanas y Bayonetas, editado en la
Colección Biblioteca Breve No. 2 del Instituto Caldense de Cultura, Manizales,
1988,es el libro inicial del académico Alfredo Cardona Tobón. Es una colección
de ensayos cortos, orientados a mostrar la manera como las armas han subyugado
a la población civil sin más argumento que la pasión irracional por el poder.
Quinchía Mestizo, monografía
editada por el Fondo Editorial del Risaralda, en Pereira, 1989, es un
interesante estudio sobre ese municipio del Departamento de Risaralda, cuna del
autor, asiento de una de las comunidades indígenas más beligerantes del país y
referente revolucionario en diversas épocas de la historia nacional.
Indios, Curas y Maiceros, editado
en la Colección Nueva Historia, de Hoyos Editores, en Manizales, 2004, es un
análisis crítico de las estrategias de dominación puestas en marcha por los
sectores hegemónicos de nuestra patria. Aquí se amplían los estudios presentados
en la primera publicación del autor.
Los Caudillos del Desastre, Guerras
civiles en el siglo XIX, editada en Manizales en el año 2006, es una visión
crítica y analítica del tenebroso período de las Guerras Civiles en el
territorio del Viejo Caldas, en el cual se ponen de manifiesto las raíces de
ese fenómeno en una época en que el occidente caldense dependía de la
Gobernación de Popayán.
También publicó con Hugo Ángel
Jaramillo, Guillermo Arcila y William Londoño Bolívar, el Atlas de Risaralda,
editado por el Fondo Editorial del Risaralda, en Pereira, 1988, con 2ª. edición
en el año 1990.
Muchas gracias Dr. Alfredo Cardona
Tobón, por visitarnos en esta ocasión para traernos nuevas noticias de su
gestión cultural y literaria en la vecina ciudad de Pereira. Bienvenido.
Intervención del presidente de la Academia, doctor Jorge Elíécer Zapata Bonilla
Palabras del Académico Alfredo Cardona Tobón
En un formato sencillo, muy humilde
para quienes creen que las imágenes valen más que la palabra escrita, la
Academia Pereirana de Historia reunió en el libro que estamos presentando
algunas crónicas que no se publicaron en el centenario de Pereira y otras que
se escribieron con motivo del Sesquicentenario de Pereira.
En las primeras se recogen las
vivencias de Lisímaco Salazar, de Asnoraldo Avellaneda y la historia del agua
de Ricardo Osorio Pinto. Las crónicas de Salazar y de Avellaneda confirman y
complementan lo dicho por otros escritores del naciente Pereira; y en la
crónica de Osorio Pinto descubrimos con profunda pena, y los pereiranos
raizales con gran indignación y pesar, cuánto se ha maltratado, ultrajado,
vejado y corrompido ese río Otún, arteria vital de la ciudad que debiera
tratarse como parte del alma pereirana.
En los capítulos de “Historia y
Memoria” se van entrelazando situaciones añejas con sucesos recientes para dar
claridad sobre algunos temas, pero se guarda la ilación del tiempo y a veces se
detiene para enfatizar los personajes de cada historia.
Al repasar lo escrito en ‘Historia
y Memoria” surge la inquietud de que estamos trabajando una historia parcelada,
señalada por unos límites fijados artificiosamente. Al hablar del café, por
ejemplo, los manizaleños se olvidan de la hacienda La Julia, del papel del
empresario Luis Jaramillo Walker, de los exportadores pereiranos; y los del
lado del Consota y el Otún no tienen idea de la finca El Aguila y tienen pocos
detalles de la labor de los Pinzón en el desarrollo cafetero.
No es aventurado decir que Félix de
la Abadía fue el empresario que le abrió futuro a Manizales cuando construyó el
camino del Privilegio entre Cartago y Villamaría y que debido a esa gran vía
pudieron transitar las recuas y agilizarse el comercio entre el Cauca y
Antioquia. Sin el camino del privilegio Manizales sería otro Neira o quizás un
Salamina.
Oscar Jaramillo reivindica el papel
de la Hacienda La Julia y Emilio Gutiérrez la importancia de Félix de la Abadia
con su salina y el Camino del Privilegio. Creo que ello será otro eslabón de
unión entre las capitales de Caldas y Risaralda, que tienen más puntos comunes
que diferencias regionales.
En un largo capítulo de Historia y
Memoria se habla de la historia del poder en Pereira.
Ya Víctor Zuluaga y otros
investigadores habían tocado tangencialmente este tema. Porque los próceres de
la ciudad no son todos los que figuran ni figuran todos los que fueron. Existe
mucho mito, hay mucha mentira. Se ha publicado cantidad enorme de inexactitudes
que al repetirse se convierten en verdades. A Pereira, por ejemplo, no la fundó
Cañarte ni los notables cartagüeños: fue un parto popular, un alumbramiento
campesino.., el pueblo poco tuvo que ver con la idea inicial del departamento
de Risaralda y no fue un tumulto alocado quien levantó los rieles del
ferrocarril sino el alcalde de turno con tres lugartenientes, haciendo eco a la
orden de Virgilio Barco de acabar con el ferrocarril de Caldas porque estaba
dando muchas pérdidas.
En la Historia del poder en Pereira
se plasma la lucha entre los blancos y los negros. Esa diferencia no era
étnica, era económica y social. Los Blancos de Pereira y los de Manizales eran
los de buena familia, los sobrinos de la Virgen del Carmen, los dueños de las
grandes fincas, de la alcaldía y la presidencia del Concejo. Los Negros, por
monos y ojiazules que fueran, eran los empleados de segundo nivel, los obreros
y los labriegos anónimos.
En ‘Historia y Memoria” se muestra
que el poder lo ejercieron inicialmente los negros y cuando los campesinos
tenían establecida la fundación llegaron los blancos de Cartago; y luego los
blancas de Antioquia llegaron y usufructuaron el poder durante casi 150 años.
Fue Camilo Mejía Duque, uno de los
blancos de Salamina, quien lideró la revolución de los negros de Pereira que
culminó cuando el cura franciscano Arturo Calle Restrepo le mostró a los negros
del barrio Cuba que la unión era la fuerza y desde entonces los llamados negros
de esa enorme comuna, junto con los negros de Dosquebradas son los que mandan
en el departamento de Risaralda, con pequeños intervalos para los blancos,
sobre todo cuando los líderes populares se trepan al cogollilto social y se
olvidan de los suyos.
El padre Valencia fue un hincha
furibundo del Deportivo Pereira. El levita guardaba un balón especial que
entregaría al equipo cuando ganara la primera estrella. En el cielo debe tener
guardado ese balón esperando el milagro de ganar un campeonato.
El doctor Jhon Jairo Vera, miembro
de la Junta Directiva de la Academia Pereirana de Historia, no podía permitir
que en ‘Historia y Memoria” no se mencionara el fútbol que es una religión para
nuestra gente. Por eso revivió el épico juego de Maradona en la gramilla del
Estadio Libaré, que don Diego Avellaneda complementa con los primeros pinitos
del fútbol en la capital risaraldense.
Hoy estamos presentando el libro
“Historia y Memoria” que amplia lo dicho en los renglones anteriores, sabiendo
que ustedes reconocerán el esfuerzo que representa escribir y editar en nuestro
medio.
Con motivo del Sesquicentenario de
Pereira entregamos el libro “Al recio empuje de los titanes” y actualmente
estamos adelantando la historia de los catorce corregimientos de Pereira, con
cinco libros en edición.
Todo ello es parte de la misión que
la Academia Pereirana de Historia se ha propuesto, de salir a los barrios y a
la zona rural así como unirnos al esfuerzo de otras academias hermanas, como la
Caldense de Historia para divulgar nuestro pasado y exaltar nuestros valores.
Muchas gracias.