PAPEL DE OFICIO N° 24
PALABRAS
DE PRESENTACIÓN
Por Fabio Vélez Correa
Buenas
noches… La oscuridad de las calles, alumbradas por las luminarias eléctricas,
no alcanza a opacar la luz intensa que brilla en este recinto de la cultura y
el espíritu y que nos llena de emoción porque es el ambiente apropiado para
regocijarnos con una nueva entrega de las páginas de Papel de Oficio, la
revista literaria.
Y es que cada vez, y creo así puede
ocurrir con Ustedes amigos acompañantes del evento, que tomo en mis manos y
hojeo las páginas de un libro o de una revista recién editado, siento que mi
espíritu se exalta, mi mirada se agita y mi olfato quiere acercarse a percibir
el fresco y agradable olor de la tinta de imprenta que forma letras, palabras,
oraciones, párrafos y textos literarios, históricos o analíticos.
Y ello, porque aún aletea en mi
espíritu el amor por el artículo escrito, por la hoja librificada y por el
documento unitario que conforma el libro, sea un conjunto de poemas, varios
cuentos de distinta índole, páginas bien investigadas de aconteceres históricos
o una buena novela.
Y pienso en las páginas que
estructuran esta nueva edición de Papel de Oficio y siento que revivo
intensamente las emociones anotadas…
Doy gracias a Elizabeth y a Jaime,
los dueños intelectuales de esta hermosa empresa del espíritu que viera la luz
en 1977, 42 años atrás, en Anserma (la “Abuela de Caldas”), como suele llamarse
a esta población del occidente, por darme la oportunidad de intervenir con mis
pocos conocimientos sobre el proceso editorial de la revista.
Y lo hago revisando el material que
me envían los colaboradores, ubicándolo en el espacio definido de la revista y,
en algunos casos, seleccionando fotografías o imágenes que puedan ilustrarlo,
entonces regreso con la memoria a esos dinámicos años setenta del Siglo XX,
cuando con algunos amigos de la Colina del Viento, mi pueblo (Jorge y Roberto (mis hermanos), Germán Ocampo, Javier
Guevara, Hur Delfin, el caricaturista, etc.), preparaba los textos para la
edición mimeografiada de la Gaceta Literaria “Ecos del Círculo”, cuando aún el
computador no aparecía en nuestros afanes cotidianos.
Definitivamente, esas inquietudes
que nos forjaron en los años jóvenes, son la simiente firme para nuestros
proyectos de la vida adulta y eso representa para mí la participación en la
edición de Papel de Oficio, en su edición N° 24, que contiene artículos para
todos los gustos y todos los lectores.
Aparece la Historia en los escritos:
“Cábalas en torno al nombre de Risaralda”, de Ángel María Ocampo Cardona;
“Crónica de los vencidos: desde la cultura agustiniana a la cultura
grecolatina”, de Carlos Arturo Arbeláez Cano; “Napoleón entre el amor y los
compromisos de estado”, de César Montoya
Ocampo; “La campaña de Ponciano Taborda en la guerra de 1885” y “El obispo
Miguel Ángel Builes y sus virtudes heroicas”, de Alfredo Cardona Tobón y “Notas
breves sobre Heráldica”, de Enrique Quintero Valencia.
El ensayo literario presente en los
trabajos: “César Montoya Ocampo, Jaime Ramírez Rojas y Papel de Oficio”, de Augusto León Restrepo;
“La historia de la novela Risaralda”, de Albeiro Valencia Llano; “Los Juegos
Florales”, de Elizabeth López Ríos; “Lo social en los cuentos de María Eastman”,
de Jorge Eliécer Zapata Bonilla; “Juan David Morgan. Novelas de un abogado con
apellido de corsario”, de Jorge Iván Mora, “Candelario Obeso, el poeta negro
colombiano”, del Grupo Política, Cultura y Sociedad; “Edgardo Escobar, Poeta
intimista”, de Augusto León Restrepo; y “Escritores del Occidente de Caldas...
34 años después”, de mi autoría.
La creación literaria tiene su
presencia con el cuento “La rata millonaria”, de Germán Ocampo Correa; y los
poemas de Jaime Ramírez Rojas y de las poetas nuevas de Anserma, Elizabeth
Adriana Rincón Bedoya y Sandra Milena Escobar Álvarez.
La
actividad artística en “El cacique que soñó Vallejo”, de Jorge Eliécer Zapata
Bonilla; “Divertimentos Estéticos”, de Jorge Vélez Correa, que incluye los
textos: “Armando Arango o el nacimiento de un gran fundidor de bronces
artísticos”; “Breve historia de negocios y estafas de arte en Medellín” y “La
triste humillación a un escultor proletario”; “Cine de infancia, en Anserma
Caldas”, de Octavio Hernández Jiménez; “Luis Carlos González Mejía”, de Jaime
Rico Salazar; “La Comunidad y la protección del Patrimonio”, de Juan Manuel
Sarmiento Nova; “Riosucio: La Danza y el Folclor”, Homenaje a las Danzas del
Ingrumá en sus Bodas de oro, de Elizabeth López Ríos y “La Orquesta Filarmónica
Juvenil del Café, una realidad cultural”, de Édgar Eider Melán Hidalgo.
Como
puede analizarse a simple vista, son más de 25 colaboraciones dispuestas para divulgar,
enseñar y divertir a sus lectores, porque esa es la filosofía de Papel de
Oficio, llegar a las gentes de Caldas para dejar vigentes y asequibles los
nuevos textos de los escritores, historiadores y ensayistas del departamento.
Cabe
destacar y lo hago como un amplio paréntesis, que varios de los colaboradores
somos integrantes de la Academia Caldense de Historia: Albeiro Valencia Llano,
Jorge Eliécer Zapata Bonilla, Ángel María Ocampo Cardona, Octavio Hernández
Jiménez, Germán Ocampo Correa y yo, por supuesto, dejamos nuestra impronta en
estas páginas porque, aparte de historiadores, también tenemos otras
inquietudes estéticas.
Asimismo,
alguien lo dijo con cierto aire zumbón, tiempos atrás, que la Academia es el
“brazo literario”…, de Papel de Oficio y ¡Vaya si nos sentimos orgullosos de
ello!
Y sin
más, hasta aquí llego con mi disertación y les dejo con las hojas de Papel de
Oficio que, espero, les van a brindar iguales o mejores emociones que las
anteriores.
Buenas
noches y superiores lecturas.
Secretaría
de Cultura de Caldas, Febrero 20 de 2019.