EL LIBRO DE LOS
PRESIDENTES:
UN APORTE AL
BICENTENARIO
La Academia Caldense
de Historia se complace en presentar el libro 1819 – 2019 Bicentenario Batalla
de Boyacá. 200 años de vida presidencial, elaborado por el académico Fabio
Ramírez Ramírez, como un aporte a la celebración del Bicentenario de la Batalla
de Boyacá en Colombia 2019.
Don
Fabio Ramírez Ramírez, nuestro colega de la Academia y manzanareño de tiempo
total y corazón sincero, se ha caracterizado por su permanente interés en dar a
conocer trabajos salidos de su innata curiosidad por la historia nacional en
general y por la historia local de su pueblo en particular. Ya tuvimos la
oportunidad de presentar en sesiones solemnes de la Academia, sus libros Por
los Caminos de la Historia, Manzanares Puerta de entrada al Oriente y la
Historia de la Basílica San Antonio de Padua de Manzanares, obras que
sumadas a otros no menos interesantes opúsculos inspirados en el estudio del
devenir de su tierra nativa, van sumando sus invaluables aportes a la
construcción de la historia regional. Educador por vocación e intelectual por
pasión, y no queriendo alejarse de su faena pedagógica en beneficio de los
niños y jóvenes de Caldas, ha decidido dedicarse en su retiro laboral a servir
de orientador y consejero a quienes vivimos la pasión por las letras y por la historia,
como un elixir de eterna juventud.
El
libro que estamos presentando versa sobre un tema que a primera vista nos puede
aparecer un lugar común o un “llover sobre mojado”: Una breve reseña biográfica
de los ciudadanos colombianos que han tenido el honor de ocupar la silla
presidencial. Pero si recordamos con el escritor británico Chesterton, que “uno
de los extremos más necesarios y más olvidados en relación con esa novela
llamada Historia, es el hecho de que no está acabada”, vamos a entender porqué
el autor ha dedicado meses de esfuerzo a recopilar información y datos, algunos
ya conocidos y otros no tanto, para armar la estructura de un documento que con
toda seguridad va a despertar el interés de sus lectores. Sobre todo porque
apelando a la brevedad, a la concisión y a la didáctica, ofrece un texto ameno
y comprensible para cualquier lector, independientemente de su edad, nivel de
formación o condición social. Y porque además, estamos seguros, los lectores se
sorprenderán con ciertas curiosidades no muy estudiadas en los textos formales
de la historiografía colombiana.
Agradezco
en nombre de la Academia Caldense de Historia, al académico Fabio Ramírez
Ramírez por este significativo aporte a la celebración del Bicentenario
Nacional y por su generosa disposición para que nuestra institución se nutra
con el valor espiritual y sentimental de su nuevo libro.
Ángel María Ocampo
Cardona
Presidente Academia
Caldense de Historia
***
HISTORIA DE LA
PALABRA O LA PALABRA DE LA HISTORIA
Las tareas del hombre
comienzan con el destino de la palabra.
La providencia nos ha entregado este
elemento, el más grande de la creación, después del hombre, destinatario de su
uso y de los recursos para inventar un idioma y muchos idiomas en la
construcción de los caminos de la comunicación.
El pasado es un enigma y da para las más
singulares especulaciones de la ciencia y la curiosidad en la búsqueda de los
más antiguos testimonios del comportamiento humano. Se nos antoja, que así nace
la Historia, no como una ciencia sino como una disciplina para narrar
acontecimientos de épocas dadas; y todos los entregados a estos menesteres han
tenido la ligereza de destacar a Herodoto de Halicarnaso como el Padre de la
Historia porque sus textos sobre Las Guerras Médicas se remontan a 480 años
antes de Cristo y llamadas así porque los griegos se denominaban “medos”.
Tucídides narró la guerra entre Atenas y
Esparta, llamada del Peloponeso 400 años antes de Cristo y Jenofonte, militar y
filósofo ateniense, llamado “la musa ática” por la elegancia de su lenguaje
también fue un historiador casi contemporáneo del anterior.
Recientemente, en un lugar entre el
Éufrates y el Tigris, fueron descubiertas unas placas de arcilla o discos de
arcilla, donde se cree existió la sede del imperio de Acad gobernado por el Rey
Sargón.
Esos sellos se hallaron en el Giparu de Ur,
residencia de la poeta, escritora y sacerdotisa Enheduanna hija del Rey Sargón.
En ellos, con elegante, inspirada y sublime expresión poética, la sacerdotisa
sumeria entona cantos a la diosa Inanna y por ellos se descubre una época de
esplendor con el nacimiento de la escritura en la Mesopotamia del siglo XXI
antes de Cristo.
En estas anotaciones estamos expresando
que, como géneros literarios y de información, la poesía, la historia, la
narración y la crónica, aparecieron 2.500 años antes de Herodoto con la
Sacerdotisa de Acad Enheduanna.
Inmenso espacio descubierto por la
arqueología del pensamiento hacia una actividad creadora de seres
providenciales que han asombrado al mundo, emergiendo de pequeños lugares
geográficos, constituidos con sus crónicas en importantes laboratorios de
cultura.
Así como en Aracataca se vive la historia
del génesis en versión Caribe bajo la deslumbrante imaginación de Gabriel
García Márquez, también en Manzanares, una ciudad sembrada en el Departamento
de Caldas por pioneros de la colonización antioqueña en la abrupta cordillera
de los Andes, se han dado casos de hombres constructores de grandeza para ser
contada en crónicas que constituyan la fortaleza de su historia.
Bernardo Arias Trujillo, cronista,
novelista, cuentista, escritor de ensayos de elegante estructura literaria,
polemista, poeta y traductor.
Sergio Trujillo Magnenat, soberbio
dibujante, admirable pintor y escultor, artista gráfico, ganador de medallas de
oro y de plata en los Salones Colombianos de Artistas, fue pionero en nuestro
país del Art Deco.
Fabio Ramírez Ramírez, una expresión humana
de perfiles singulares por el amor a un pueblo y a la arquitectura
pluridimensional de sus hombres, obreros destacados de la ciencia, el arte y la
literatura. Forjador de figuras notables en el ambiente regional y nacional a
través de su sabia y elegante pedagogía desempeñada con aciertos en su
calificada orientación. Más de cuarenta años al servicio del sector educativo.
Un Maestro en el auténtico valor semántico del vocablo, viene ahora a
presentarnos una obra de investigación responsable y seria y sobre todo, muy
objetiva, sobre los gobernantes de Colombia. Con la sencillez de un hortelano
ha titulado su trabajo de auscultación histórica como 1819 – 2019
Bicentenario Batalla de Boyacá. 200 años de vida presidencial en homenaje al
hecho histórico.
Me ha sorprendido este estudio sobre una
etapa importante de nuestro acontecer histórico. He aprendido y me he deleitado
en su lectura, en ese feliz anecdotario que acompaña esta magnífica obra.
Empieza su tarea señalando los primeros gobernantes de Colombia, antes de la
Batalla de Boyacá, desde José Miguel Pey hasta Liborio Mejía.
Incrusta en ella la agonía atormentada del
Libertador en el último de los “Retablos Bolivarianos” escrito por el
manzanareño Bernardo Arias Trujillo. La gesta emancipadora está ahí contada por
Fabio Ramírez con el calificado conocimiento de quién nació para la
investigación histórica.
Descubrimos que esta lucha por la libertad
se orientaba a romper las cadenas del sometimiento de un imperio que arrasó
vidas y riquezas en un continente de pueblos mágicos y deslumbrantes. España
nos invadió con sus espadas, arcabuces, perros y desmedida ambición, pero en
ese largo proceso de crimen y de infamia, también irrumpió la luz del
pensamiento con fuerza de libertad contenida en la traducción de los Derechos
del Hombre y del Ciudadano, Declaración aprobada por la Asamblea Nacional
Constituyente Francesa en 1789, tarea realizada por el santafereño Antonio
Amador José de Nariño y Álvarez de Casal que fue publicada en Santa Fe de
Bogotá en 1793.
Ya la intelectualidad de la Nueva Granada
sentía los vientos de la renovación refrescándose en la Enciclopedia Francesa
recogida en 7 tomos por Denis Diderot y Jean D’ Alambert y se sumía en las
fuentes lustrales de pensadores, científicos, filósofos y políticos, entre
muchos, Louis Montesquieu, François Marie Voltaire, Jean Jacques Rousseau,
quienes con sus ideas motivaron reacciones en las gentes de Francia y el mundo
señalando que la razón es el motor principal de toda sociedad, generando, en
esa época, cambios importantes en los gobiernos y en la comunidad.
Francia estaba permeando un nuevo
acontecer. Cuando España nos invadía, Francia nos conquistaba con su
pensamiento, con su formidable cultura.
Esta obra de Fabio Ramírez no solo es
documental. Es testimonial. En ella descubrimos una curiosa coincidencia: la
mayoría de los gobernantes de Colombia fueron abogados, como decir leguleyos
caóticos y soberbios que sumieron nuestra historia en un amargo éxtasis. Hay
excepciones fenomenales, muy pocas, pero se perciben en este libro de Fabio
Ramírez, encontramos algunos en el federalismo que desde 1863 hasta 1880
destacó figuras de empinado astro cultural y de sensibilidad social. Y uno que
otro en el siglo XX. Las guerras civiles fueron muchas. Y los momentos de
estupor muy frecuentes. Durante la hegemonía conservadora hemos tenido golpes
impactantes: la pérdida de Panamá; la entrega de un inmenso territorio de
nuestra amazonia al Brasil, durante el mandato de Marco Fidel Suárez; la
masacre de las bananeras en el gobierno de Miguel Abadía Méndez. Rescatada la
dignidad de la república, se logró un momento estelar, con las grandes
conquistas sociales y una gran transformación cultural con Alfonso López
Pumarejo.
Un hecho desafortunado fue la división
liberal entre los seguidores de Gabriel Turbay y los de Jorge Eliécer Gaitán:
ganadas las elecciones de 1946 por Mariano Ospina Pérez, se dio inicio a una
etapa siniestra que costó la vida de más de trescientos mil colombianos. La
situación con Laureano Gómez, no fue diferente y Roberto Urdaneta entregó a los
venezolanos los cayos de Los Monjes que brotaban sobre un mar de petróleo.
Regresó la paz y la prosperidad y el sentido de Justicia social con el General
Gustavo Rojas Pinilla...
Esta historia, estas crónicas apasionantes
en la fortaleza pedagógica de este manzanareño y colombiano universal Fabio
Ramírez Ramírez, es un objetivo documento sobre lo que hemos sido y lo que
hemos dejado de ser en manos de unos hombres con aciertos y muchas
equivocaciones, en el recorrido desde la emancipación hasta el actual gobierno.
Pero, sobre todo, esta obra singular es un
homenaje a nuestros libertadores, a nuestros Simón Bolívar y Francisco de Paula
Santander y a los colombianos que aún creemos que Colombia se puede salvar.
Jaime Ramírez Rojas
PREÁMBULO
Con
motivo del bicentenario de la batalla de Boyacá tuve la idea de escribir esta
obra y presentarla como homenaje personal y de La Academia Caldense de
Historia, de la cual hago parte, en que Colombia logró liberarse de las
opresoras cadenas del yugo español.
Haciendo un agradable paseo
por las páginas sagradas de la Historia de Colombia, me encontré con que en
ellas se ha prescindido de varios nombres de insignes colombianos, que ciñeron
la Banda Presidencial y fueron juramentados para ejercer el cargo de Primer
Magistrado de la Nación, pero por oscuras razones o tal vez porque no
pertenecieron a la oligarquía de los blancos, fueron barridos por la escoba de
la discriminación y arrojados al cesto de la basura; tomo como ejemplo el trato
que se le dio al ilustre hombre negro Juan José Nieto Gil, que hasta le negaron
el elemental derecho de que su retrato ocupara el lugar, que por ley, le
pertenecía en la Galería de Gobernantes de Colombia en el Museo Nacional y en
el palacio de los presidentes. Pero, pocos días antes de entregar su mandato,
el Dr. Juan Manuel Santos Calderón, ciento cincuenta y siete años después,
corrigió esta omisión y contrató la elaboración de su retrato en óleo y ordenó
colocarlo en los lugares que justamente le correspondía.
Cada uno de los nombres, que
historiadores enceguecidos por el sectarismo político o religioso trataron de
desconocer el puesto que la Historiografía les tiene reservado en importante
sitial, aunque el cargo lo hubieran ocupado por corto tiempo, todos aparecen en
las páginas de este modesto libro, llenando así este vacío histórico.
En el Ministerio de
Educación existen unos reformadores sin rostro que desde los escritorios
capitalinos han hecho reformas al sistema educativo sin tener en cuenta que lo
bueno no se reforma y que solo lo hacen para congeniarse con el ministro de
turno para que este deje huella en su paso por esa dependencia del estado,
aunque ingrata sea su recordación.
En algún momento uno de esos
seudo-reformistas, decidió que la Historia Patria o de Colombia, como también
se le decía, no era importante que apareciera como Materia de estudio, en el
currículo escolar y decidió integrarla al Área de Sociales y lo peor aún, fue
dejar a juicio de los maestros la escogencia de los temas que a su limitada
capacidad de análisis fueran importantes trasmitir a sus alumnos. Esta
determinación trajo como consecuencia que los educadores enseñen lo que les
enseñaron y no se esfuercen por investigar, con sentido crítico, los hechos
históricos que han dado origen a nuestra nacionalidad.
Con la Real Audiencia de
Santa Fe, capital del Nuevo Reino de Granada, se inició la Época de La Colonia,
considerada como la segunda de la Historia Colombiana. La Real Audiencia fue un
tribunal de justicia conocido con ese flamante nombre; en 1550 se considera que
allí se inició la Época Colonial y en esas condiciones permaneció nuestro
territorio hasta 1810, en que se dio el Grito de Independencia. Ese glorioso
día ejercía el cargo de alcalde de Santa Fe de Bogotá, el Señor José Miguel Pey
García de Andrade, quien salvó de morir, a manos de los sublevados enfurecidos,
a José González Llorente, el español dueño del florero.
Durante esta época se
fortaleció el dominio de España en América. Los indígenas fueron explotados
inmisericordemente y el oro, en grandes cantidades, se lo llevaron para la
llamada Madre Patria.
Nuestra Nación, durante su
historia, ha tenido cinco nombres, desde 1819, hasta nuestros días, ellos son:
LA
GRAN COLOMBIA, duró
con este nombre 12 años, de 1819 hasta 1831.
NUEVA
GRANADA, con
una duración de 29 años, de 1832 a 1861.
CONFEDERACIÓN
GRANADINA, con
una duración de 3 años, de 1858 a 1861. (El más corto).
ESTADOS
UNIDOS DE COLOMBIA, este
nombre tuvo una duración de 23 años, que empezó en 1861 y finalizó en 1886.
REPÚBLICA
DE COLOMBIA, es el que actualmente conserva y viene
desde La Constitución de 1886.
En 1564, la Corona española
resolvió crear el cargo de presidente. Este cargo, durante La Época de la
Colonia, fue ejercido por los siguientes señores: Andrés Díaz Venero de Leiva,
Francisco Briceño, Lope Díez Aux de Armendáriz, Antonio González, Francisco de
Sande, Juan de Borja, Sancho Girón, Martín de Saavedra y Guzmán, Juan Fernández
Córdoba y Coalla, Dionisio Pérez Manrique, Diego Egües Beaumont, Diego del
Corral Carrascal, Diego de Villalba y Toledo, Melchor de Liñán y Cisneros,
Francisco Castillo de la Concha, Sebastián de Velasco, Gil de Cabrera y
Dávalos, Diego Córdoba Lasso de la Vega, Francisco Cosio y Otero, Francisco
Meneses Bravo de Saravia y Francisco del Rincón.
La Época de la República, la
resumen los historiadores Jesús María Henao y Gerardo Arrubla, en su obra: “COMPENDIO
DE LA HISTORIA DE COLOMBIA” , de
la siguiente manera: “Cuando el Congreso de Angostura se encontraba reunido,
hizo presencia El Libertador Simón Bolívar, en diciembre de 1819. Bolívar
informó a los congresistas sobre los éxitos alcanzados en la campaña de Boyacá
manifestando su interés de que Venezuela y la Nueva Granada formaran una sola
nación, que contara con un solo gobierno y en las primeras horas del día 17 de
diciembre de 1819, fue aprobada la creación de la República de Colombia. Puesto
de pie Don Francisco Antonio Zea, presidente de la corporación anunció en voz
alta: “La República de Colombia queda constituida, ¡Viva
la República de Colombia!”.
Zea nació en Medellín el 23
de noviembre de 1766; estudió en el Seminario de Popayán, fue profesor en el
Colegio San Bartolomé, recibió gran influencia del Sabio José Celestino Mutis,
quien lo vinculó a la Expedición Botánica.
El Congreso de Angostura
realizó varios nombramientos, mientras se reunía el congreso de Cúcuta, entre
ellos eligió como presidente de Colombia al General Simón Bolívar y como
Vice-presidente a Francisco Antonio Zea.
Fabio Ramírez Ramírez