Albeiro
Valencia Llano
Esta comarca antioqueña, caucana y
tolimense, que tomó el nombre de Caldas “Fue una región en construcción
durante el siglo XIX y se configuró como región nueva, moderna y nacional en
los albores del siglo XX” (Ortiz y Almario 2007).
Cuando culminaba el siglo XIX la
provincia del sur de Antioquia se había desarrollado de una manera acelerada.
Las poblaciones de Aguadas, Pácora, Salamina, Filadelfia, Aranzazu, Neira,
Manizales y Villamaría habían logrado estabilidad económica y social; Manizales
aparecía como una ciudad próspera y con una clase dirigente que se hacía
escuchar en Bogotá. Situación semejante se vivía en la provincia de Marmato,
con capital Riosucio y en la de Robledo con capital Pereira. En estas
provincias la economía cafetera había desarrollado el mercado interno y la
relación de la región con el país.
Por lo anterior se venía fraguando
la creación de un nuevo departamento. En 1888 el general Marceliano Arango
promovió una campaña para la creación del Departamento del Sur, con Manizales
como capital; pero esta idea no prosperó. Más tarde, el pensador Rafael Uribe
Uribe en un debate en el Congreso, en 1896, planteó la necesidad de crear el
nuevo departamento y propuso escoger como capital la ciudad de Manizales,
Riosucio o Pereira. También plantearon la creación del nuevo departamento el
educador José María Restrepo Maya y los dirigentes Valerio Antonio Hoyos y
Carlos Eduardo Pinzón Posada. Después llegó la Guerra de los Mil Días, con sus
problemas y crisis que trastornaron todo el país. Finalizada la guerra la
región continuó su desarrollo económico político y social. Cuando se iniciaba
el siglo XX, Colombia estaba en una situación de postración. La Guerra de los
Mil Días la había dejado en la miseria y la pérdida de Panamá le había asestado
el golpe de gracia. La crisis de poder y la debilidad del Estado eran
evidentes. La reconstrucción nacional y la paz eran tareas inmediatas. En este
momento llegó el general Rafael Reyes a la presidencia del país.
La Iglesia imaginó la región
Cuando agonizaba el siglo XIX y en
plena Guerra de los Mil Días, la Iglesia estaba preocupada por la posibilidad
del triunfo de los liberales lo que significaría regresar al sistema federal.
Para adelantársele a los hechos algunos obispos propusieron crear una diócesis
que sirviera de base para formar un nuevo departamento, después de la guerra.
Para cumplir con la orientación
anterior Monseñor Antonio Vico, Delegado Apostólico en Colombia, envió una
carta (abril 24 de 1899) al Cardenal Mariano Rampolla Del Tindaro, Secretario
de Estado del Papa León XIII, en la que le explicaba la difícil situación que
padecía la Iglesia en Colombia debido a la guerra civil. Luego planteaban
algunos puntos sobre la necesidad de crear la Diócesis de Manizales; la idea
tenía muy buenos patrocinadores y contaba con el apoyo del Obispo de Popayán.
Pero Monseñor Vico siguió apoyando la propuesta y envió informe al Obispo de
Medellín donde le anotó que
Los
patrocinadores de esta idea eran los hermanos Alejandro y Daniel Gutiérrez,
cristianos convencidos y personas notables de Manizales. Don Alejandro se
desempeñaba en esa fecha como Ministro del Tesoro Público de la Nación e
influía, sin duda, ante el Presidente de la República y las demás autoridades
colombianas para que apoyaran este proyecto. Le refería, además, el apoyo del
Obispo de Popayán a esta idea y los pasos dados en Bogotá y en Manizales para
sacarla adelante, como son: el apoyo del Presidente de la República, Dr.
Sanclemente; la organización de una junta para trabajar en pro de la nueva
Diócesis; la recaudación de fondos y el informe preliminar enviado a Roma
(Gómez, 2007: 89).
Después de estas gestiones la
erección de la Diócesis no se hizo esperar. De acuerdo con el Pbro. Horacio
Gómez Orozco, en el archivo de la Secretaría de Estado del Vaticano se
encuentra una minuta dirigida a Monseñor Carlos Nocella, Patriarca de
Antioquia, en la que se le informa que se presentó a la Santa Sede una petición
para la erección de una Sede Episcopal, en la ciudad de Manizales, con
territorios desmembrados de las diócesis de Popayán y de Medellín. El documento
tiene fecha de 6 de marzo de 1900 y el día 15 del mismo mes la Secretaría de
Estado envió el borrador del Decreto al secretario de la Congregación
Consistorial para redactar el informe final (Gómez, 2007: 95).
Se puede afirmar que la fuerte
unidad en la fe cristiana, más los aspectos económicos, contribuyeron a definir
el número de municipios que integrarían la Diócesis y el futuro departamento;
pero era claro que no había unidad cultural, ni política. En su visión de la
nueva entidad administrativa la Iglesia planteó la necesidad de poner una cuña
entre las regiones de Antioquia y Cauca, para contribuir a superar los
tremendos problemas políticos e ideológicos que tantos males trajeron al país.
El Estado Nacional y las nuevas
unidades territoriales
Frente a los gravísimos problemas
que encontró Reyes y ante la crisis de los partidos y las dificultades para
gobernar, el Presidente cerró el Congreso y declaró el estado de sitio. Para
impulsar las reformas, económica, constitucional y el reordenamiento
territorial, reunió una Asamblea Nacional Constituyente y Legislativa que dotó
al gobierno de amplias facultades extraordinarias. El tema del fraccionamiento
de los departamentos tradicionales, en unidades políticas y administrativas más
pequeñas, se empezó a agitar, de nuevo, en 1904. En este año Rafael Uribe Uribe
presentó al Congreso un proyecto de división territorial donde aparecen varios
departamentos y entre ellos el de Córdoba, que más tarde se erigió con el
nombre de Caldas. Esta propuesta venía siendo apoyada por los dirigentes Daniel
Gutiérrez Arango y Aquilino Villegas, desde las columnas de El Correo del Sur y
por Bonifacio Vélez, quien había sido Prefecto. Finalmente se hizo realidad la
creación del departamento con la Ley No. 17 del 11 de abril de 1905 que dice:
Créase
el Departamento de Caldas entre los departamentos de Antioquia y Cauca, cuyo
territorio estará delimitado así: el río Arma desde su nacimiento hasta el río
Cauca; éste aguas arriba hasta la quebrada de Arquía, que es el límite de la
provincia de Marmato. Quedarán comprendidas dentro del Departamento de Caldas
las Provincias de Robledo y Marmato, por los límites legales que hoy tienen,
como también la Provincia del Sur del Departamento de Antioquia.
Parágrafo:
La capital de este departamento será la ciudad de Manizales. Bogotá, abril 11
de 1905. Publíquese y ejecútese. Rafael Reyes.
El 15 de mayo de 1905 el general
Reyes nombró a don Alejandro Gutiérrez como primer gobernador. Éste se
posesionó el 15 de junio del mismo año y se dio inicio, así, a la vida política
y administrativa del departamento. Posteriormente se le agregaron nuevas
regiones. El 29 de junio de 1907 se dictó el Decreto 763 por medio del cual se
creó la Provincia de Manzanares y el Circuito Judicial de Manzanares compuesto
por los municipios de Marulanda y Victoria, con el corregimiento de Buenavista;
Pensilvania con los corregimientos de San Agustín, Florencia y Arboleda, y
Manzanares que sería la capital. La Provincia y el Circuito Judicial empezaron
a depender del Departamento de Caldas. Más tarde, en 1908, el Decreto 916
incorporó los municipios de Armenia, Calarcá, Filandia y Circasia. Por último,
la Ley 31 del 11 de octubre de 1912 segregó el distrito municipal de Pueblo
Rico, de la Intendencia Nacional del Chocó y lo agregó al Departamento de
Caldas.
Fuentes:
GÓMEZ OROZCO, Horacio (2007). Tesón
de una estirpe. Catedral Basílica de Manizales. Editorial Blanecolor,
Manizales
ORTIZ MESA, Luis Javier; ALMARIO
GARCÍA, Óscar (2007). Caldas: una región nueva, moderna y nacional.
Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín.