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CORREGIMIENTO DE “LA LIBERTAD”... UNA HISTORIA EN CIERNES


Por Fabio Vélez Correa

Licenciado en Filosofía y Letras

 

 

RESUMEN

 

En la historia de Risaralda, Caldas, se encuentra el recuerdo de un corregimiento, “La Libertad”, que fue grande, próspero y paradisiaco, pero que no pasó a mayores por la intervención de los terratenientes que vieron en su territorio, un hermoso valle surcado por una quebrada de aguas cristalinas, el terreno apropiado para levantar sus fundos de riqueza y prosperidad personal.

 

En este artículo se hace un enfoque histórico y sociológico de lo que fue esta región, su evolución y progreso y, por último, la caída el retorno al origen, la vereda que hoy en día comparten los municipios de Risaralda y San José.

 

 Palabras Clave: Risaralda, Caldas, corregimiento, “La Libertad”, enfoque histórico, evolución, decadencia.


 

ORIGEN

 

En la historia de nuestro municipio, Risaralda - la Colina del Viento, se encuentra el hito de un corregimiento, “La Libertad”, que fue grande, próspero y paradisiaco, pero que no pasó a mayores por la intervención mezquina de los terratenientes que vieron en su territorio, un hermoso valle surcado por una quebrada de aguas cristalinas, el terreno apropiado para levantar sus fundos de riqueza y prosperidad personal.

 

En La Libertad se ubicaba una de las fincas más grandes que tuvo el Departamento de Caldas, propiedad de don Roberto Robledo y sus sobrinos Jorge y Germán Hoyos, éste último casado con doña Pilar Villegas; situada entre los actuales municipios de Risaralda y San José, Caldas; mil doscientas cuadras sembradas de café, cacao, caña de azúcar, plátano y pasto, y que fue administrada durante 37 años por don Alonso Arboleda Bermúdez (1926-2017), nacido en Risaralda, padre del Académico de la Lengua Carlos Arboleda González.

 

Según el testimonio de doña Inés Amelia Cardona Salazar, quien vivió en esa región a comienzos del siglo XX, fue don Roberto Robledo (ya mencionado), hombre de elevados caudales y de gran afán colonizador, quien ansioso por crear un nuevo fundo de riqueza agropecuaria y de prosperidad creciente, inició la faena de desmonte para lo cual contrató varios peones y aserradores de origen antioqueño. Como la labor de colonización era vasta, y su proyección en el tiempo de largo plazo, el señor Robledo iba entregando a los trabajadores lotes de tierra para que construyeran sus viviendas, con lo cual a los pocos meses ya había un pequeño caserío dispuesto alrededor de una plaza. Esto ocurrió hacia el año de 1913, aproximadamente.

 

Por esa época llegó a la región, en una de sus tantas giras pastorales, el sacerdote Nazario Restrepo de una gran cultura humanística y con mucho espíritu de progreso, que le llevaba a emprender fundaciones de nuevos núcleos urbanísticos en los sitios que consideraba apropiados para ello (se le conoce como el Fundador de Viterbo, Caldas) y al ver la feracidad de las tierras, la pureza de sus aguas y el incipiente poblado, tuvo la idea de cimentar en él algo permanente, “un pueblito bello y dinámico”, según sus propias palabras (al decir de doña Inés Amelia).

 

Al respecto comenta Octavio Hernández:

 

“Los agotadores y constantes viajes (del Padre Nazario), privado de la mínima comodidad para un viajero, lo llevaron a pensar en la fundación de un poblado que sirviera de posada a los que iban para Apía, Santuario y el Chocó o se trasladaban de ese profundo territorio hacia la capital del Departamento de Caldas y la capital de la República.

 

Fruto de las conversaciones asiduas, el Padre Nazario Restrepo quedó ante un curioso parangón: impulsar la fundación de un caserío en el sector de La Libertad, (hermosa vereda que, en la actualidad, comparten San José y Risaralda), más arriba de La Margarita, antes de comenzar a trepar hacia San José por el noreste y en donde ya existía una fonda con varias casas regadas o empezar de cero al promover la fundación visionaria, en el Valle del Risaralda, propuesta por su obispo. Si decidía impulsar La Libertad para hacer de este paraje un pueblo debería aceptar ser nombrado párroco de San Joaquín (actual Risaralda) que, en 1911, era corregimiento de Anserma. Si se inclinaba por asumir la misión de fundar un nuevo pueblo, en el Valle del Risaralda, debería arrancar por aceptar el nombramiento como cura párroco de Apía, próspero municipio del que hacía parte el sector previsto para la citada empresa".

 

Como era hombre de rápidas ejecutorias, se puso en contacto con don Roberto Robledo quien aceptó la propuesta para iniciar el proyecto en La Libertad, pero, finalmente ganó su deseo de fundar un pueblo en el valle del Risaralda, a la orilla del río... Viterbo. Así, de esta forma un tanto anecdótica y esfumada en las brumas de la leyenda, surgieron el Corregimiento de La Libertad, de San Joaquín y Viterbo, el nuevo municipio.

 

CRECIMIENTO Y DESARROLLO

 

Pasaron los años, se construyeron nuevas casas, la selva densa y primigenia dio paso a los cultivos, sembrados por el hombre, y a los amplios pastizales que permitieron la ganadería y empezó a respirarse un aire de progreso y dinamismo.

 

Por esa época, en los años 20, y como solía ocurrir con los hatos de ganado y con los vecinos o personas foráneas dispuestas a aprovecharse de los bienes ajenos para su provecho personal, sin hacer el menor esfuerzo, empezaron a darse algunos casos de abigeato, descubiertos al hacer los conteos normales del ganado luego de las faenas semanales con el mismo.

 

Por lo anterior, don Luis Robledo G., uno de los ganaderos de La Libertad, hizo mediante carta sustentada ante la Alcaldía, el denuncio con nombres propios de varios abigeos que, según él, estaban robando ganado en su hacienda desde meses atrás:

 

La Libertad, 25 de febrero de 1921

 

Señor Alcalde de San Joaquín

 

Como tengo nuevos datos de testigos en el robo de ganado mayor y menor, que me han dicho en mi finca de La Libertad, me permito con todo respeto, indicárselos para que Ud. pueda sin mayor dificultad, complementar cuanto antes el sumario que tiene encabezado y así llegar a poner término a la gran cuadrilla de malhechores que, como Ud. bien sabe, está organizada y que si no se trata con mano fuerte, podrá tomar grandes proporciones y llegar a ser gran amenaza para el orden social y aún público, es como sigue:

            Moisés Bermudes, Obdulio Bermudes, Francisco Arredondo, Luis Ángel Arredondo, Mariana Arango, Ramón Betancurt, Ramón Betancurt (hijo), Luis Ángel Betancurt, Ramón Vargas, Rafael Orrego, Jesús Naranjo, Juan de la Cruz Luaiza, José Arango, Arcadio Arango, Manuel Suárez, Ismael Franco, José Castañeda, Manuel Castañeda, Jesús Ocampo, Salomón Ocampo, Luis Rico, Benjamín Vallejo, Manuel Bonilla, Luis Calle, Pablo Bedoya.

            Estos testigos y entre ellos algunos sindicados viven en esta región.

            Soy del Señor Alcalde Atto. Y S. S.

            Luis Robledo G.

 

Parece ser que también fueron acusados de palabra los señores Manuel y Ramón Ocampo, el señor Robledo no confirmó bien si estos nuevos acusados lo eran realmente y por ello debió enviar una aclaración ante el Alcalde:

 

Aclaración

 

La Libertad, 27 de febrero de 1921

 

Señor Alcalde de San Joaquín

 

Yo Luis Robledo G., mayor y vecino de Manizales a Ud. con todo respeto, manifiesto que por informes obtenidos, se cree que los señores Manuel y Ramón Ocampo, sindicados en el robo de ganado mayor vacuno, bestias y cerdos que me han hecho en mi finca de La Libertad, no están comprometidos tales señores. Que estos fueron los primeros en denunciar los ladrones. Que según cuentas el pecado de estos consiste en haber permitido que los ladrones se establecieran en sus dominios y no dieron cuenta oportunamente.

            En consecuencia, como agraviado, pido muy respetuosamente, se les admita fianza de cárcel segura, entre tanto se averiguan mejor los hechos.

            Del Sr. Alcalde Atto. Y S. S.

            Luis Robledo G.

 

Uno de los testigos que tenía don Luis Robledo para sustentar su acusación fue el Señor Luis Mª Monsalve, pero por problemas de salud no pudo testificar en el momento, por ello el ganadero Robledo se dirigió así al Alcalde:

 

La Libertad, 27 de febrero de 1921

 

Señor Dr.

Roberto Restrepo

San Joaquín.

 

Muy señor mío y amigo: como el Señor Luis Mª Monsalve está enfermo e imposibilitado para montar a caballo, razón por la cual no había concurrido y siendo como es vecino de Belalcázar, me permito suplicar a Ud. se digne exhortar a esa población, que es el conducto regular; puede Ud. creer que si pudiera lo haría concurrir, a pesar de todo, por no desatenderlo a Ud. que me merece muy buena consideración.

            De Ud. Atento y S. S.

            Luis Robledo G.

 

Iniciado el proceso investigativo y capturados los sospechosos, hubo las sanciones correspondientes. No se conoce la lista real de quienes finalmente fueron a dar a la cárcel por el delito de abigeato.

 

CENSO DE HABITANTES EN 1927 Y CREACIÓN

 

Hacia 1927 el poblado había crecido de manera notoria, tanto que el Concejo Municipal de San Joaquín (como se llamaba Risaralda en ese entonces) y dadas las solicitudes sustentadas de los habitantes de La Libertad, para ser reconocidos como nuevo corregimiento de la población, decidió nombrar una comisión integrada por los señores Antonio González y Ricardo Gallego, para realizar un Censo del caserío, con miras a su posible elevación a la categoría solicitada.

 

Realizado en marzo de 1927, dio como total 1901 habitantes, discriminados así: Hombres, 968 y Mujeres, 933. El anterior Censo fue enviado al Concejo para su aprobación. La siguiente es la constancia de la misma:

 

Concejo Municipal

 

San Joaquín, 20 de abril de 1927.

 

En la sesión de esta fecha fue aprobado el presente censo.

 

El Presidente, Rafael Suárez.

El Secretario, José Jesús Cataño.

 

A continuación y como una constancia histórica de gran valor, se incluye la lista de los habitantes de La Libertad (entre paréntesis se anota la edad), fue tomada del Cuadro que manifiesta el Censo del presunto Corregimiento de “La Libertad”, elaborado en San Joaquín en marzo de 1927. Por respeto histórico se transcribe con la ortografía de quienes lo realizaron, Antonio González y Ricardo Gallego. Veamos:

 

·      Casa de José Tapasco (38 años): Eloísa Román (38), Fabriciano (15) y Elvira Hernández (13); Mercedes (7 y medio) y Carmen Román (4 y medio) y Juan Tapasco (18).

·      Casa de Gregorio Taborda (37): Carmen (34) y Luisa García (15) y Francisco Castañeda (40).

·      Casa de P. Nel Rojas (37): Luisa Castañeda (30), Julia (12), Marco J. (10) y Aníbal Rojas (9).

·      Casa de Ramón Moreno (42): María J. Manrique (26), Roberto Vargas (15); Ernestina (4), José Mª (2) y Eva Julia Moreno (1); Soledad (11) y Carmen Manrique (15) y Jobita Giraldo (58).

·      Casa de Enrique Vélez (58): Laura (35), Antonio María (23), Roberto (18), Bernardo (13), Jorge (11), Alberto (6), María Teresa (26), Inés (19), Rosa Amelia (15), Carolina (7), Graciela (1) y Pastora Vélez (20); Rosendo (30), Camila (1) y Lucila Gallego (1); y Manuel Vélez (60).

·      Casa de Hipólito Henao (65): Anselma Cano (50); Roberto (25) y Mercedes Henao (21); y Ernestina Soto (14).

·      Casa de Jesús Velásquez (45): María J. Ríos (33); Blanca (15), Manuel S. (13) y Juan de J. Velásquez (7).

·      Casa de Marco A. Becerra (30): María E. Velásquez (17) y María Rosario Becerra (1).

·      Casa de Rufino Osorio (50): María J. Jaramillo (50); Manuel (20), Ana de J. (25), Teresa de J. (22), y Angelina Osorio (14).

·      Casa de José Mª Giraldo (28): María Sofía Osorio (20); Gilma (4), Grimanesa (2 y medio) y Mª Lidia Giraldo (1).

·      Casa de Nacianceno Cortés (35): Ana Julia Salgado (30); Jorge Enrique (10), Abelardo (9), Pastora (8), María (2) y Mª Oliva Cortés (1).

·      Casa de Alejandro Velásquez (50): Bárbara Jaramillo (48), María Mercedes Velásquez (21), Bernardo (29), Aníbal (3) y Efraín de J. Gallego (1); y Luis Botero (28).

·      Casa de Guillermo Hurtado (54): Elisa Gutiérrez (33); Francisco J. (21), Lucía (19), Ligia (17), Carmen (7) y Miryam Hurtado (3); Rosa María Giraldo (14), Eduardo Ruiz (24) y María Robledo (20).

·      Casa de Alejandrino Agudelo (30): Matilde Ruiz (19 ), Dionicia Restrepo (50); Soledad (13) y Jesús E. Ruiz (28).

·      Casa de Reimundo Valencia (29): María Bta. Bedoya (23); Carmen (7), Luis C. (6), Pedro Mª (3), Eriberto (1) y Pedro Valencia (65).

·      Casa de Pedro José Cardona (35): Zoila Rosa Bedoya (28); Aníbal (8), Ana de Jesús (6), María Inés (2) y María Delia Cardona (1).

·      Casa de Jesús Clavijo: Juan de la R. Vargas (36), María Paula Tangarife (18), Francisco J. Vargas (1) y María E. Gallego (49).

·      Casa de Justo Pastor Ramírez (40): María Bta. Murillo (38); Alfredo de J. (21), Pastor (19), Luis Ángel (15), Francisco J. (13), Francisco Luis (11), Laura Rosa (16), Carmen T. (5), y Ana Rud Ramírez (4).

·      Casa de Juan Echeverri (40): Isabel Agudelo (30), Pablo E. Hernández (13); Aldemar (4) y Julia Rosa Agudelo (3).

·      Casa de Emilio Jiménez (21): Francisca (18) y María Serna (9).

·      Casa de Julio Serna (28): Susana Loaiza (22); Rosalba (3), Edilma (2) y César J. Serna (1).

·      Casa de Atanacio Jiménez (30): Cleofe Zapata (25) y Gonzalo Jiménez (1).

·      Casa de Miguel Restrepo (49): Mª de Las Mercedes Vélez (40): Miguel Arcesio (12), Antonio José (11), Luis Adán (7), Carlos E. (4), Iginio (1) e Inés Restrepo (9).

·      Casa de Manuel Moreno (30): Ana Rosa Siro (28), Alberto Ato. (8), Manuel Jota (7), Carmen R. (5) y José Noé Moreno (6).

·      Casa de Santiago Zapata (55): Emilia Rosa Ríos (30); Serafín Ato. (8), José Gabriel (7), Joaquín E. (1), María Clarisa (10) y Rosa Emilia Zapata (2); y Pedro Ríos (70).

·      Casa de Félix Ato. Pineda (56): Rosalina Londoño (44); María Ata. (15), Rosa Elena (12), Virgelina (7), Ana Lucía (2), Abel Ato. (20), Gilberto (14), Cosme Darío (10), Antonio José (5) y Pedro Pablo Pineda (4); Débora Giraldo (10), Manuel Cortés (50), María J. Taborda (55); Rafael Ato. (16) y Jesús Mª Cortés (12); Manuel Echeverri (41), Nicanor Calle (60) y María Magdalena Pineda (1).

·      Casa de José Dolores Londoño (41): María de Los S. Zapata (18); Laurencia (80), Mª Teodora (40) y Mª Virgelina Zapata (5).

·      Casa de Aureliano Zapata (50): Mª Jesús Sepúlveda (50); Cosme (21), Holegario (12), Celsa Tulia (16), Otilia (15), Laura Rosa (18) y Florentina Zapata (23); Joaquín (30) y Luis Alfredo Arango (1 y medio); y Aureliano Cardona (25).

·      Casa de Teodoro Borques (60): María Magdalena (58) y Emiliano Gómez (30); Rosa María (23), Alejandrino (18) y Bárbara María Borques (21); Jaime (2) y José Ángel Gómez (1); Antonio José (26) y María Ofelia Rivera (1); y Juan Bta. (50) y Elvia Delgado (1).

·      Casa de Jesús Castrillón (52): Ana Félix Ochoa (32); Serafín (14), Gilberto (7), Dolores (5), Ana Teresa (4), Alonso (2) y Luis Ato. Castrillón (1): y Apolinar Penagos (48).

·      Casa de Luis Alfredo González (40): Matilde Villegas (38); Mª Raquel González (10), Jesús Valencia (20) y Luis Ángel Mejía (18).

·      Casa de Benjamín Londoño (30): Raquel Gallego (25); Marco Ato. (24), Roberto (18) y Ana Rosa Posada (22); y Antonio Ríos (10).

·      Casa de Juan de Dios Quintero (35): Ana Julia Arango (20); Ana Laura (10), Juan de J. (6), Gustavo (3) y Octavio Quintero (2); Bartolo Pineda (80), Benigno Ladino (20) y Cleotilde Hernández (17).

·      Casa de Ricardo Quintero (20): Dolores Otálvaro (27); Matilde (6), Laura (4) y Libardo Quintero (3).

·      Casa de José J. Londoño (37): María Ospina (35); Faustino (40), José Rufino (8), María del Carmen (25) y Rosa Julia Cano (1); y Luis Carlos Ospina (13).

·      Casa de Adolfo Franco (36): Félix (42), Medardo (10), Inés (12) y Leticia Restrepo (4); Felicinda Betancur (40); José Enrique (18), Jenoveba (14) y Luis E. Toro (18); José (18) y Pablo Enrique Cardona (16); Pedro Pablo Gutiérrez (30), Benjamín Alonso (29) y Carmen E, Puerta (30).

·      Casa de Jesús Ato. Toro (40): Claudia Valencia (35); Evaristo Ato. (22), José (21), Mercedes (19), Rosa Mª (17), María (15), Laura Rosa (13), Jesús Ato. (10), Obidio de J. (5), María Mercedes (20) y Ester Toro (15).

·      Casa de Ramón Castro (40): Carmen R. Suárez (30) y Luis Alberto Castro (3 y medio).

·      Casa de Jesús Mª Ospina (59): Dolores Marulanda (28); José J. (7), Juan de J. (29) y Gilberto Ospina (1).

·      Casa de Benicio Arango (34): Ritalina López (26); Elicenia Arango (6), Gregorio Castaño (45); Bonifacio (70), Ernesto (15), Manuel (22), Arnoldo (8), Enrique (6), Bonifacio Hijo (4), Ana Rosa (28), María López (5); Jesús María (30), Pedro Enrique (6), Aníbal (3), Elvia (6) y Bertilda Orozco (1).

·      Casa de Emilio Chica (32) y Cristina Palacio (18).

·      Casa de Marceliano Arango (30): Ana Julia Henao (25); José Elí (2) y María Libia Arango (1); y Gabriel Ramírez (23).

·      Casa de Sótero Arango (56): Mª Antonia Agudelo (56); Mª Luisa (25), Francisco (12), Mª Susana (8) y Nolasco Arango (22); y Teresa Zuluaga (17).

·      Casa de Luis Emilio Gómez (30): María M. (27), Mª Teresa (9) y Ana Tulia Arango (7); y Francisco Ato. Ruiz (16).

·      Casa de Juan de la Cruz Loaiza (30): Mª Inés Arango (25); José Norberto (7), Jesús Arturo (5), Pablo Emilio (3), María Isabel (16), Carlota (6), Mª Angelina (4) y Rosaura Loaiza (1); Juana Mª González (54); Ana de J. (16) y Miguel S. Cardona (20).

·      Casa de Urbano Palacio (60): Mª Rosa Luna (50); Joaquín (17) y Julián Ato. Palacio (20); Rufina (20) y Mª de Los Ángeles Giraldo (6).

·      Casa de José Julián Arango (34): Mercedes Valencia (28); Carlos Arturo (8), Sótero (6), Elvira (7), Julián (9), Erminia (4), Libardo (2), Elisenia (1) y Jesús Ato. Arango (10).

·      Casa de Jesús Mª Giraldo (30): Carmen Rosa Gallego (22); Ebelio (20), Gildardo (2) y Bernardo Londoño (3); Rosa Emilia Giraldo (12) y Teresa Clavijo (30).

·      Casa de Ramón Giraldo (50): María Ata. (19), Ramón H. (21), Isaac (20), Gerardino (16), José (10) y Pastora Giraldo (7); y Gilma Castañeda (1 y medio).

·      Casa de José Mª Robledo (39) y Lucila Palau (27).

·      Casa de Manuel Clavijo (45): Dolores García (48); Mª Matilde (18), Dolores (15), Carmen E. (20), Marco Tulio (19), Luis Gerardo (12), Jorge E. (2) y Elvia Rosa Clavijo (1).

·      Casa de Joaquín Ato. Castaño (40): María Eloísa Zapata (33); Joaquín Ato H. (8) Ernando (5), María Tulia (10) y Flor de María Castaño (4).

·      Casa de Jesús Mª Giraldo (25): Hortensia (28) y Jesús María H. Giraldo (5).

·      Casa de Federico González (60): Juan Zuluaga (27), Mª Sara González (25); Bernardo (4) y Arturo Zuluaga (1).

·      Casa de Francisco Quintero (30): Rafael (24) y Gabriel Monsalve (1); Jóbito Osorio (20) y Sebastián Álvarez (19).

·      Casa de Francisco Cardona (39): Mª Nicolasa Díaz (33), José J. (7), Mª Mercedes (10), Ana de J. (3) y Pedro Ato. Cardona (1 y medio).

·      Casa de Esteban Vanegas (35): Concepción Echeverri (30); Mª Nidia (12), Mª Bertina (10), Mª Débora (4), Eugenia (1 y medio), Gabriel Obidio (6), José Obdulio (5) y Reinaldo Vanegas (2 y medio).

·      Casa de Marciano Quintero (30): Roberto (13), Jesús (8), Ernesto (3), Blanca (2) y Abelardo Quintero (1).

·      Casa de Andrés Muñoz (40): Carmen Osorio (40); Marco (22) y Julia Muñoz (15); Jacoba (25), Cecilia (11) y Marta Rojas (7).

·      Casa de Rufino Giraldo (50): Genaro (40), Ángel (10), Rafael (4) y Alicia Galiano (1).

·      Casa de Francisco González (45): Reimundo (27), César Julio (7), Bernardo (2), Rosa Emilia (1 y medio), Edilia (3), Guillermo (3), Ernestina (1) y Pastor Vélez (32); Rosendo Galiano (25) y Mercedes López (24).

·      Casa de José Joaquín Loaiza (50): José Domingo (57), Blanca Inés (6), José Uldarico (3 y medio), Gonzalo (2 y medio), José Gilberto (1) y Manuel Arias (33); y Sofía Tulia Loaiza (22).

·      Casa de Francisco Loaiza (33): Jesús Gilberto (18), Mario (20), Abel (12), Rafael (15), Adelina (10) y Josefa Loaiza (8).

·      Casa de Salvador Otálvaro (52): Dolores Toro (50); Antonio Mª (36), María (22), Rafael de J. (10), María Aura (9), José Arnulfo (4 y medio), Julio César (1 y medio) y Jesús Ato. Otálvaro (1); Enrique Agudelo (10) y María J. Ocampo (30).

·      Casa de Luis Carlos Suárez (42): Ana Mª Otálvaro (30); Marco Tulio (9 ), Luis Carlos (7), Ana Tulia (11), María Leonisa (4), Soledad (2 y medio) y Gilberto Vargas (1); Manuel (26), María (23), Abelardo (3) y Margarita Otálvaro (2).

·      Casa de José Quintero (30): Pastora (12) e Ignacio Agudelo (10); y Mª Luisa Arango (65).

·      Casa de Antonio Zuaza (25): María Delia (23) y José Arcenio Londoño (8).

·      Casa de Jesús Mª Vásquez (45): Ana Joaquina Vélez (30); José Jesús (8) y María Vásquez (1).

·      Casa de Teodomiro Vélez (40): Isabel Vásquez (30); Arturo (8), Éctor (2) y Julio Carlos Vélez (1); Rosalía Holaya (60), Inés Vásquez (25); Félix (30) y Guillermo Osorio (1).

·      Casa de Manuel Ramírez (30): Ester Vásquez (35); Alicia (7), José (6) y Raquel Ramírez (4); Ángel Mª Giraldo (25) y Abelardo Rodríguez (40).

·      Casa de Luis Enrique Restrepo (50): Carmen Gusmán (40); Francisco (8), Rosa (12) y Eduardo Restrepo (5).

·      Casa de Gerardo Jiménez (20): Teresa Yepez (18) y José Luis Jiménez (1).

·      Casa de Martiniano Herrera (40): Cándida Jiménez (35); Martín (14), Bertulfo (11), María (9), Libardo (7) y Ana Delia Herrera (7).

·      Casa de Alejandro López (52): Martín (20), Francisco L. (18), José de J. (10), Ana de J. (21), María Luisa (15), Mª Ernestina (13) y Carmen Emilia López (12).

·      Casa de Obdulio Galiano (33): Mª de Los Ángeles Ríos (24); Roberto Hdo. (6), María Ernestina (5) y Ángela Rosa Galiano (3).

·      Casa de Benjamín Londoño (35): Dolores Ríos (22); Marco Julio (2 y medio) y María Edma Londoño (1).

·      Casa de Carlos Galiano (37): Susana Giraldo (25); Luis Carlos (12), María Susana (11), Mª Luisa (9), Carlina (7) y Soledad Galiano (2); Roberto (45), Luis Enrique (15) y Soledad Ríos (13).

·      Casa de Jasinto Ríos (40): María T. Restrepo (45); Pedro Pablo (16), Aurora (13), Jesús (9) y Erminia Ríos (8); Arturo Arbeláez (22); Carlos (50) y Enriqueta Ramírez (18).

·      Casa de Agustino Ladino (45): José (20), Isabel (15) y Sirila Tapasco (5); y Mariana Chiquito (43).

·      Casa de María Grajales (36: Ermelina (16), Aristóbulo (22), Francisco Ato. (20) y José de J. Villada (14).

·      Casa de Juan Bta. Pulgarín (40): Mª Isabel Vélez (25); Félix (9), Margarita (4) y Rosalva Pulgarín (1 y medio).

·      Casa de Luis Rosendo Arias (38): Sara Rosa Osorio (25); Luis Arturo (7), Olimpo (2), Gabriel (1), Ana Cecilia (6), Flora María (5) y Blanca Inés Arias (4).

·      Casa de Juan de J. Quintero (49): Obdulia Castro (48); Jesús Ato. (28), Vicenta (26), Bertilda (24), Obdulio (21) y Agueda Quintero (18 ); Rafael López (18), Pablo Vásquez (30), Alejandro Mejía (55) y Francisco Marulanda (36).

·      Casa de Emilio Gil (38): Roberto Muñoz (26), María Sna. Giraldo (35), Ramona Marín (80), Joaquín E. (18) y Gonzalo de J. Gil (12).

·      Casa de Braulio Bermúdez (40): Inés Mejía (35); Emilia (17), María (20), Sofía (14) y Eduardo Bermúdez (18); Emilio Serna (24) y Francisco Marulanda (35).

·      Casa de Felipe Soto (25): Juana Zapata (21); María (4) y Leonora de J. Soto (2); y Gabriel Ocampo (20).

·      Casa de Juan de Dios Jiménez (40): Leonisa Alzate (33); Mercedes Rosa (12), Pastora E. (10), Juan de J. (5), Pedro Alberto (4) y Ana Berta Jiménez (1).

·      Casa de Ángel Moreno (54): Carmen Cardona (50); Obidio (6), Graciela (2) y Joaquín E. Moreno (1).

·      Casa de Abraham Muñetón (25): Carmen Suárez (20); Arturo (3) y Carmen Elia Muñetón (1).

·      Casa de Emilio Hernández (40): Clara Taborda (27); Jesús (4), José J. (2), José Los Santos (1) y Edelmira Hernández (16).

·      Casa de Leopoldo Escudero (30): Catalina Alzate (30); Rafael (10), Libardo (2), Mercedes R. (12), María E. (3) y Soledad Escudero (2 y medio).

·      Casa de Eriberto Siro (60): Martina González (60); Ana Martina (23), Daniel (25), Eriberto Hijo (18) y Gerardo Siro (2).

·      Casa de Ricardo Valencia (26): Carmen Emilia Siro (24) y Emilia Rosa Morales (4).

·      Casa de Eliseo Ríos (22): María Angelina Siro (21) y Blanca Isabel Ríos (1).

·      Casa de Jesús Mª Siro (40): Mª Pastora González (37); Justo Pastor (14), Mª Carmelina (12), José Manuel (10), Jesús Mª Hijo (8), Mª Cecilia 6), Mercedes (5) y Zoila Rosa Siro (5 y medio).

·      Casa de Jesús Ato. Ramírez (40): Filomena (30), Graciela (9 y medio), Cecilia (8), Anabeiva (6) y Mercedes Giraldo (72).

·      Casa de José Mª González (35): Carmen Rosa Valencia (30); José Arturo (6) y Luis Enrique González (4).

·      Casa de Jesús Mª García (42): Ana Rosa Guzmán (41); Jesús Alfredo (19), Rosa Irene (18), Clara R. (16), Manuel S. (14), Mª Marta (12), Ana Débora (10), José Octavio (8), Carmen E. (6), Marco Tulio (4) y Ana Feliz García (45).

·      Casa de Rita Vera (40): Elibardo Ato. (7), Luis María (10), Ángela Mª (12) y Otilia Vera (8); e Inés Soto (80).

·      Casa de Jesús Mª Moncada (25): Ritalina (24) y Encarnación Londoño (40); Luis Enrique (28) y Ernando Ato. Giraldo (1); Catalina Londoño (19), Ana de J. (7), Genoveva (11), Elvira (13), Martalina (4) y Eloísa Londoño (16); y Mª Ligia Giraldo (11).

·      Casa de Mariano Ramírez (40): Obdulia Londoño (38); Luis Enrique (13), Pedro Pablo (11), Ernestina (7), Mª Tulia (6) y Octavio Ramírez (2).

·      Casa de Ricardo Mendoza (35): Isabel Ladino (25); Aurentino (4), Dioselina (3) y Carmen T. Mendoza (1).

·      Casa de Mercedes Manrique (40): Luis Horacio (18), Luis Enrique (16), Pedro Ángel (15), Pablo Emilio (11), Mercedes (10), Arturo de J. (8), Rosa Amelia (4) y Octavio de J. García (2 y medio).

·      Casa de Manuel (35), Delfina (80) y Ramona Vélez (16).

·      Casa de Alejandro Ríos (40): Enriqueta Rendón (30); Mercedes Rosa (17) y Betsabé Ríos (15); Rosa Elena Marín (1).

·      Casa de Eugenia Vanegas (60): María (27), Eugenia Hija (23), Benigno (16) y Teresa Vanegas (4); y Ricardo González (20).

·      Casa de Juan de Ds. García (55): Ana Julia Manrique (35); Ana de J. (16), Juan de J. (8), María de Los Ángeles (10) y Eva Julia García (5).

·      Casa de Juan Nepomuceno Agudelo (58): Rafaela Velásquez (40); Jesús Mª (10), Juan Enrique (9), María Nieves (8), Carmen E. (6), Dellanira (4) y Manuel Ato. Agudelo (2).

·      Casa de Eliseo (55) y Roberto Gutiérrez (35); y Ana María Valencia (30).

·      Casa de Miguel Moncada (25): Ester Sofía Clavijo (20); Marta Rosa (4), Isabel (2) y Luis Aníbal Moncada (1).

·      Casa de Juan de J. Cañas (40): Inés Montoya (42); Clemente (24), Barnardo (19), Visente (13), Elías (12), Mª Eva (11), Mª Judid (8), Julio Enrique (3), Octavio (2) y María Rosalva Cañas (1).

·      Casa de Félix Ramírez (55); Carmen Rosa (48) y Ana Rita Ramírez (23); Félix (27), Rosa Elena (4), Rosa Mª (3) y Raúl Ato. Garzón (1).

·      Casa de Marco González (35): Genoveva Manrique (32); Mª Gerardina (11), José Jesús (8), Eriberto (5), Marco Julio (4), Fidel Ángel (2) y Ángel Custodio González (1).

·      Casa de Joaquín E. Corrales (29): Lorenza González (30); Luis Enrique (10), Ana Lucía (4), Enrique Alfonso (2) y Martín E. Corrales (1); Manuel (25) y Pedro González (22); y Joaquín Bedoya (18).

·      Casa de Agustín Restrepo (31): Romelia (18) y Elías Zuluaga (20).

·      Casa de Miguel Ángel Zapata (31): Mª Genoveva Zuluaga (21); Octaviano (5), Mª Genoveva (3), Miguel Ángel (2) y Mª Olga Zapata (1).

·      Casa de Manuel Londoño (52): Adelaida Agudelo (30); Juan (16), José (6), Ritalina (12), Joaquina (9), Carlina (4), Edilia (5) y Marta Londoño (1 y medio).

·      Casa de Carlos Vera (45): Mercedes Clavijo (40); Carlos Hijo (20), Ángel (12), Marco Aurelio (7) y María Vera (16); y Víctor Valencia (30).

·      Casa de Visente Londoño (42): Martina E. Arango (32); Pablo Emilio (21), Clara R. (18), Carlina (16), Bernardo (14), Mª Magdalena (7), Marco Tulio (5), Juan Ramón (4) y Clemente Londoño (1).

·      Casa de Pedro Nel Londoño (20) y María Jesús Aguirre (19).

·      Casa de Norberto Uribe (25): Rosario Giraldo (24), Rafael Uribe (5), Balvino Giraldo (18) y José Pescador (24).

·      Casa de Belisario Villa (35): Erminia Rojas (28); Belisario Hijo (13), María Luisa (14), Margarita (11), Erminia (10), Francisco (4) y Bernardo Villa (7 y medio).

·      Casa de Rafael Giraldo (30): Mercedes Gallego (18); Rafael Ato. Hijo (2) y Rubén Giraldo (1).

·      Casa de Rubén Giraldo (50): Rosmira Sánchez (30) y Martín Giraldo (32).

·      Casa de Daniel Agudelo (40): Regina Granada (30) y Marta Mª Agudelo (7).

·      Casa de Segundo Ospina (70): Gloria Granada (60); Carmen E. (25) y María Custodia Ospina (23); Jesús (30), José Gildardo (4), Guillermo (3), Blanca R. (2) y María Lila Sánchez (2); Ramón Sepúlveda (25) y Enrique Londoño (30).

·      Casa de José Mª Sepúlveda (60): Soledad Ospina (45); Mª Rita (22), Remigia (20), José Crisanto (18), José Mª Hijo (8) y Juan Pablo Sepúlveda (15).

·      Casa de José Granada (60): Mª Dolores Ospina (55); Emperatriz (35), Hortencia (32) Adelaida (20), Sara (18) y Ana de J. Granada (17).

·      Casa de Juan de Dios Granada (30): Ana Mª Jaramillo (20): Rosalva (4), Ana Mª (3) y Daniel de J. Granada (1).

·      Casa de Benigno Granada (28): Mercedes Jaramillo (18) y Mercedes R. Granada (1).

·      Casa de Hipólito Vélez (30): Mª Erminia Gallego (23); Hipólito Hijo (7), María Ata. (6), Abel Mª (5), Jesús Mª (3) y Jesús Ato. Vélez (1).

·      Casa de Jesús Ato. Ramírez (60): Elena (30), Antonio Mª (9) y Marco Ato. Gallego (3).

·      Casa de Juan Bta. Gallego (40) y Cándida Rosa Gallego (30).

·      Casa de Carlos Sánchez (40): Rafaela Flores (35); Mª Jael (15), Mª Luisa (16 y medio), Mª Emilia (12), Moisés (10), Ana Tulia (8), Carmen J. (6), Laura Rosa (3) y Mª Alicia Sánchez (1); y Manuel Ato. Vásquez (22).

·      Casa de Alejandro Duque (39): Mª Elena Bernal (23); José Gilberto (5), Mª Analisa (4), Mª Berta (3) y Luis Ernando Duque (1).

·      Casa de Octavio Marín (22): Heliodoro Iglecias (30), José Santiago Cruz (20), Mª Antonia (23), Narcisa (20) y Belisario Iglecias (50); y Tomasa Días (40).

·      Casa de Rafael Flores (45), Baudilio Valencia (25), Dolores Blandón (27) y Mª Mercedes Pérez (8).

·      Casa de Manuel Rico (50): Florentina Cardona (40); Mª Inés Cardona (12); Manuel Ato. Hijo (11), Ramón Ato. (5) y Rafael Rico (3).

·      Casa de Ramón Clavijo (30): Ana Mª Grajales (20), Rosendo Rivero (24), Teresa Echeverri (39) y Jesús Ato. Restrepo (10).

·      Casa de Carmen (40), Antonio Mª (20), Julio (15) y Antonio Jesús Vera (10).

·      Casa de Antonio Ospina (55): Mercedes Bermúdez (50); Vicente (25), Rosa (20) y Juan Ospina (17).

·      Casa de Heliodoro Valencia (30): Mª Lucía Quirama (25); Marta Rosa (12), Mª Clarisa (10), Inosensia (9), Edelio (7), Heliodoro de J. Hijo (5), Virgelina (3) y María Luisa Valencia (2); Pedro Luis Corrales (17) y Manuel González (15).

·      Casa de Fidel Izasa (40) y Mª de Los S. Ospina (34).

·      Casa de Abigail Valencia (19), Ana de J. Ramírez (20) y Juan Sánchez (76).

·      Casa de Adán Bedoya (25) y María de la Cruz Gil (20).

·      Casa de Alfonso Vera (24): Claudia Valencia (10 ); Rosa Elvira (8), Rafael Ato. (6), Celia (4), Cándida R. (2) y Mª Delmira Vera (1).

·      Casa de Sinforoso Suares (55): Mercedes Tabares (42); Manuel de J. (18), José Manuel (14) y Carmen Suarez (20); Manuel Sdor. (31), Mª Matilde (1 y medio) y Víctor Elías Rico (1); Benjamín Valencia (35) y María Flores (25).

·      Casa de Marco T. Suárez (25): María (21), José Noé (5) y María Tsa. Grajales (7); Moisés de J. Suárez (1) y José Rufino Betancur (45).

·      Casa de Teodora Valencia (35): Marco Ato. Rico (22), Delfina Rico (1); Miguel Ángel (14, Luis Ángel (9), Hipólito (7), Carmen E. (10), Genoveva (12) Emilio (16) e Ignacio Bedoya (16); y y Marco Ato. Valencia (1 y medio ).

·      Casa de Rafael Ato. Gómez (28): Mª Eva Bedoya (23); Mª del Carmen (2) y Dolores González (1); Manuel (35), María Tránsita (30), Rosa Amelia (13), Ana Francisca (11), Margarita (5), Víctor Senón (2), José de J. (1) y Joaquín E. Escudero (9).

·      Casa de Juan Bta. Valencia (60): Dolores González (55); Séfora (26), Carlos E. (9) y Juan de Dios Valencia (20); Emperatriz González (15) y Pedro Pablo Valencia (15).

·      Casa de Mª de Los Ángeles Montes (38): Rafael Hijo (22), Francisco (17), Ana Rosa (18), Carlos (14), Gerardo (11), Pedro Pablo (8), Miguel (6), Inés (5), Clara (4) y Luis Alfredo González (1).

·      Casa de Antonio Cea (25): Bárbara Valencia (22) y Alfonso Cea (1).

·      Casa de Marco González (38): Ana Julia Montes (30); Mercedes R. (17), Roberto (14), José Luis (11), Joaquín E. (8), Ana Julia (6), Luis Alfso (5), Manuel (1 y medio), Abelardo (20 ) y Matilde González (3); y Agustín Montes (22).

·      Casa de Manuel Montes (65): María Jesús Santa (62); Luis Ángel (34), Luis Alfonso (4) y Zoilo Emilio Montes (3); Dolores Arcila (24) y Francisco Toro (18).

·      Casa de Ángel Mª Valencia (35): Mª Rosana (30), María de Los Ángeles (15), Luis Ángel (10), Ana Rosa (8), María Raquel (5), Ángel Mª Hijo (4) y Pedro Felipe Valencia (1).

·      Casa de Manuel S. Valencia (23): María (45), Julio de J. (15) y José Carlos Valencia (1 y medio); Pedro Montoya (35) y Lorenzo de J. Antia (21).

·      Casa de Enrique Madrid (52) y Mª Teresa de J. Agudelo (35).

·      Casa de Jesús Mª Clavijo (60): Mª Adulfa Grajales (50); José Rogelio (10), Ana Jovita (7), Francisco Eladio (5), Rubén Ato. (3) y Libardo Arturo Clavijo (2).

·      Casa de José Ríos (40): Francisca Palacio (30); Josefina (101), José Alonso (4) y Mª Celmira Ríos (1); y Julia Ramírez (50).

·      Casa de Francisco Ato. Palacio (65): Bárbara López (50); Jesús Ato. (15), Luis Mª (33), Luis Alfonso (4), Eliberto de J. (3) y José Gonzalo Palacio (1); y Ester Julia Franco (20).

·      Casa de Jesús Mª Franco (35): Rosario Palacio (22); Guillermo (8), Eulogia (6), María Velia (4) e Inés Franco (1).

·      Casa de Gregorio López (41): Rosa Julia Corrales (29); José Mª (11), Ana Tulia (10), Eloisa (8) y Jesús Mª López (2).

·      Casa de Félix Echeverri (52): Ana Tulia Carbajal (50); Ricardo Pastor (21), Luis Enrique (19), Ramón Ato. (12), Magdalena (11), Elvira (7) y Debora Echeverri (6).

·      Casa de Alejandro Ríos (35): Rosa Amelia (12), Ana Julia (11), Luis Alfonso (10), Marta Rosa (8) y Eloy de J. Ríos (7).

·      Casa de Luis Ángel López (25) y Emilia Rosa Ocampo (20)

·      Casa de Gregorio Ato. Ramírez (30): Elvira Blandón (28); Manuel S. (4), Mª de J. (6) y Mª Elvira Ramírez (24); y Clotilde Clavijo (50).

·      Casa de Salustriano Garces (48): Efigenia Serna (47); Benicio (22), Ana Sofía (18), Mª Dolores (16), Inés (10) y Luis Aníbal Garces (13).

·      Casa de José Jesús Ramírez (33): Cándida Rosa Granada (30); Carlos José (2 y medio y Antonio Mª Ramírez (1).

·      Casa de Pedro José Ocampo (55): María Balvina (20), Manuel Sdor. (12), y Antonio de J. Ocampo (8).

·      Casa de Clímaco Vinasco (18), Jesús Gutiérrez (15); Sara (25), Pedro Luis (1) y Teresa de J. Vallejo (2); y Carlos Vinasco (4).

·      Casa de Benjamín Vallejo (54): Martina Cardona (40); Francisco Ato. (21), Luis Felipe (19), Pablo Ato. (15), Lorenzo (6), Bernardo (1), Ana de J. (23), Bacilia (12), Pastora (10), Virginia (9) y Mª Magdalena Vallejo (5).

·      Casa de Ignacio Ríos (50): María Rosa (55), Pedro Luis (28), Miguel Ángel (15), Mª Ernestina (25) y Mª Carmen Ríos (22); Gabriel (26), Rosa Aurora (2) y Ebelio Echeverri (1).

·      Casa de Francisco At. Arredondo (50): Mª Teresa Valencia (16); Isolina (35), Carlos E. (12), Ricardo Arturo (10), José Ato. (8), Mª Magdalena (6), Luis Enrique (1) y Mª Emilia Echeverri (28 ); y Mª Solina Colardo (56).

·      Casa de Abel Grajales (35): Rosaura Noreña (30); Luis E. (11), Laura Rosa (9), Belisa (4) y Abel Hijo Grajales (1).

·      Casa de Antonio García (35): María R. Grajales (20); Sigifredo (20) y Dioselina García (1).

·      Casa de Arturo González (25): Pedro Pablo (30), Manuel S. (12), Raquel (11), Ana Mª (9), Aníbal de J. (7), Luis Enrique (8), Sara de J. (5), Mª Virgelina (1 y medio), Leonilda (4) y Maximiliano González (52); y Mª Ercilia Grajales (30).

·      Casa de Benjamín Muños (40): María Nicolasa Restrepo (40); Ana Solina (25), Carlina (10), Mª de Los Ángeles (16), Benjamín Hijo (14), Fernando (8) Víctor (5), Mª Eudora (9) y Guillermina Muños (1).

·      Casa de Luis Mª Rico (58): Rafaela Ortiz (44); Pedro Ato. (18), Carlos Ato. (12), Gerardo (9), Santiago de J. (7), Luis de J. (2 y medio), Mª Acención (1), Mª Sofía (16), Luis Octavio (1) y Jesús Ato. Rico (23); e Inés Elena Cuarta (17).

·      Casa de Manuel Ocampo (37): Selsa Ortiz (32); Luis Enrique (13), Pedro José (12), Mercedes (11), Manuel J. Hijo (3), Martín E. (1), Mª Bertilda (7), Birgilina (5) y Ramón Ocampo (35); y Carmen E. Ramírez (14).

·      Casa de Ramón Valdéz (25): Evangelina Ortiz (23); Ernestina (2 y medio) y Ana Libia Valdéz (1 y medio); y Marta R. Ocampo (7).

·      Casa de Belisario López (30): María Ocampo (27); Ramón Ángel (3) y Ana Rosa López (1).

·      Casa de Isaías Ramírez (40): Acención Vargas (36); Luis Carlos (14) e Israel Suárez (15), Francisco Tabares (70) Pedro Ramírez (35), Salvador (24) y Roberto Valencia (17).

·      Casa de Dimas Gutiérrez (43): Pastora Aristizábal (26); Norberto (9), Ernando (7) y Elvia Rosa Gutiérrez (4).

·      Casa de Juan Martín Marín (60): Mª Luciana García (45); José Miguel (12), Luis Enrique (11), Silverio (7), Mª Genoveva (10), Juan Martín Hijo (27) y Ramón Marín (30).

·      Casa de Rafael Arango O. (57): Ana Rosa Bedoya (56); José Ignacio (20), Mª Trinidad (14) y María Lucila Arango (8).

·      Casa de Alberto Cardona (38): Flor de Mª Ríos (25); Alfredo (7) y Flor de Mª Hija Cardona (2); y Manuel Ato. García (55).

·      Casa de Emiliano Toro (36): Soledad Calderón (22); Carmen E. (10), Pablo E. (7), Pastora (5) y Luis Aníbal Toro (1); Natividad Calderón (39) y Carlos Ato. Álvarez (19).

·      Casa de Ramón Bermúdez (30): Cruz Emilia Acebedo (25); Juan de J. (8), Ramón Ato. (10) y Ana Sofía Bermúdez (6); María (36), María Cándida (5) y María J. Arteaga (2); Rafael Ato. (60) y Camilo Ato. Vélez (8).

·      Casa de Manuel Cárdenas (35): Zoila R. (25), Soledad (12), Ana Gertrudis (9), Aurora (8), Isabel (6), Luis Ángel (3), Arturo (26) y Blanca Rosa Cardona (1); y María Ríos (22).

·      Casa de Aureliano Serna (44): Zoila R. Bermúdez (33); Rosa Emilia (13), Rufino Ato. (12), José de J. (11), Paulina (8), Cándida (3) y Marco Aurelio Serna (1).

·      Casa de Carlos E. Bermúdez (15): Teresa Restrepo (70); Mª Virgelina (12) y Teresa Bermúdez (25).

·      Casa de José Manuel Cano (40): Ana Josefa Bermúdez (30); José Manuel Hijo (14), Mª Graciela (12), Mª Elmira (8), Pedro Ato (5), Ana Joaquina (3) y Bernardo Ato. Cano (10); y Jesús Mª Ortiz (80).

·      Casa de José Manuel Arango (22): María Quintero (60); Ana Emilia (17), Arcadio (20) y Juan de J. Arango (1).

·      Casa de Luis Ángel Diosa (27): Celsa Julia Castañeda (20); César Julio Diosa (1 y medio).

·      Casa de Joaquín Emilio Siro (30): Ana de J. Franco (25); Mª Abelarda (7), Ana Joaquina (6), María J. (3), José de J. (5) y Rosa Elena Siro (4); y Ana Julia Atehortúa (4).

·      Casa de Isabel Aguirre (34): Amalia (11), Pedro Ato. (9), Pastora (6) y Carlos E. Orrego (2); Eudoccio (35), Luis Enrique (10) y Fidel Ato. Aguirre (12).

·      Casa de Rafael Garces (31): Carmen R. Bedoya (21); Antonio (27), José Apolinar (4) y Jorge Enrique Mejía (2).

·      Casa de Sinforoso Cardona (50): Mª Justina Echeverri (27) y Sinforoso Cardona Hijo (17).

·      Casa de Ramón Aristizábal (45): Isolina Aguirre (30); Arcelia (13), Marco Tulio (8), Luis Enrique (5) y Blanca Eligia Aristizábal (4).

·      Casa de Rosa Mª Cataño (27): Josefina (9), Isaura (4) y Dioselina Gómez (3).

·      Casa de Rafael Arbeláez (35), Alejandrino Restrepo (34); María Virginia (12), Bernardo (10), Emigdio (9), Luis Alfredo (6), Mª Cecilia (3), Gonzalo (1) y Eleazar Arbeláez (16).

·      Casa de Carlos Vallejo (28): Isabel Cabal (24); Guillermo (4), Cecilia (2), Gustabo (1) y Nicolás Vallejo (25); y Tulia Aguirre (21).

·      Casa de Pablo Emilio Cárdenas (40): Hermilda Arango (35); Ermelina (15), Mª Isabel (12), Ernestina (10), Mª Graciela (8) y Ramón E. Cárdenas (3).

·      Casa de Bernardo Gallego (26): Soledad Cardona (20); y Julia Ladino (3).

·      Casa de Eduardo Ato. Vallejo (32): María García (27); Olga (3), Gilberto Ato. (5) y Odilio Vallejo (2).

·      Casa de José Ruiz (25): Mª del Carmen Castañeda (45); Aura Ruiz (1); Rosa Mª (23), Manuel J. (20), José (29), David (17), Gerardo (15), Ester (12) y Consepción Diosa (10).

·      Casa de Joaquín Cardona (31): Rosa Restrepo (31; Rosa Mª (31), Mª de Las Mercedes (9), Joaquín Hijo (7), Luis Carlos (5), José de J. (4) y Rubén Darío Cardona (1).

·      Casa de Ramón Sánchez (28) y Ana de J. Blandón (29).

·      Casa de Antonio Mª Bedoya (55): Concepción Ramírez (40); Luis Carlos (26), Juan de los S. (19), Luis Alfonso (15), Ester Julia (12) y Aura Rosa Bedoya (9); y Juan Bta. Londoño (25).

·      Casa de José Mª Grajales (30): Carmen R. Betancur (28) y Rubén Ato. Grajales (1).

·      Casa de Etelvina viuda de Gómez (40): Marisa (17), Quiteria (16), Aurora (6), Mercedes (8) y Godofredo Gómez (9).

·      Casa de Obdulia Ramírez (35): Manuel S. (14), Juan de J. (12) y Filemón Vargas (9).

·      Casa de Gustabo Nicholls (36): Emilia Santacoloma (26); Nelson (6), Jorge (5), Ruy (3) y Jesús Nicholls (19); Manuel (16) y Marina Ladino (15); y César Mendoza (22).

·      Casa de José Jesús Romero (38): Francisca Grisales (33); José Arturo (13), Ana Tulia (12), Miguel Ángel (9), Isabel (8), Judid (3) y Adad Romero (1).

·      Casa de Narciso Vera (33): Julia Escobar (30) y Guillermo Loaisa (1).

·      Casa de José Luis Ramírez (23), Concepción Cardona (22) y Oralio de Jesús Ramírez (1).

·      Casa de Juan Bta. Cardona (27) y Balbaneda Marín (56).

·      Casa de Marco Ato. Marín (50): Agripina Hernández (30); Jesús Ato. Marín (10) y Antonio J. Hernández (19).

·      Casa de Alfonso Echeverri (36): Rosa Botero (28): Guillermo (7), Gonzalo (5), Hernando (3) y Alberto Echeverri (1); y Jesús García (15).

·      Casa de Juan Ato. Isaza (38); Ana Rita (26), Carmen R. (18) y Acención Villa (40); Luis Alfonso, (6) José Humberto (5) Francisco Ato. (3) Mª Orfa (2) y Luis León Isaza (1 y medio).

·      Casa de Moisés Bermúdez (37): Mª Paulina Arango (35); Sara (10) Mª Lucila (8) José Abraham (6), María Inés (4), Mª Elvira (2) y José Samuel Bermúdez (1).

·      Casa de Obdulio Bermúdez (50): María Teresa Gil (30); María Noemí (14), Soledad (9), Jesús Salvador (7), Francisco José (5) y José Ignacio Bermúdez (1).

·      Casa de Pedro Luis Chalarca (22): Mª Magdalena (20) y Alejandro Chalarca (1).

·      Casa de Dolores Hurtado (45): Julio César (30), Carlos Arturo (28), Pablo (12), Ana María (20), Carmelina (18), Marta Rosa (16) y María Dolores Calle (14).

·      Casa de Germán Restrepo (27): Mª Isabelina López (25); Germán Luis (4), Omar de J. (2) y Mª Olga Restrepo (1).

·      Casa de Mario Resurrección Cano (40): Ramón Ato. (15), Francisco Ato. (12), Luis Felipe (11), Justo Pastor (7), Jesús Mª (5), Alfredo (4), Mª Pastora (6) y Ana Eva Gallego (3); y Jesús Cano (30).

·      Casa de Alejandro Castaño (25) y Marciana de J. Martínez (20).

·      Casa de Dolores Villa (74): Eraclio (77), María (30), Mª Teresa (11), Mª Jesús (7), Vicente E. (5) y Ana de J. Blandón (2); y Nicolás Pérez (9).

·      Casa de Arturo Jaramillo (21): Mª Trinidad (23), Carmen E. (8) y Mª Edilma Arango (4).

·      Casa de Luis Ruiz (35): Mª Jesús (40), Modesto (19), Justo (17) y Rafael Montoya (23); Erminia (9) y Jesús Ruiz (4).

·      Casa de Ramón Cardona (35): Mª Elvira Gutiérrez (30); Sista Tulia (16), Gabriel Ato. (18), Mª Otilia (11), Paulina (50) y Ramón Hijo Cardona (1).

·      Casa de Marco Ato. Henao (48): Mª Isabel Gutiérrez (40); Sista Tulia (16), Marco Julio (17), Enriqueta (13), Ana Sofía (11), Marta Isabel (8) y Samuel E. Henao (7); y Octavio Marín (20).

·      Casa de José Eleazar Vélez (32): Mª Rosario Trujillo (28); Nazaret (6), José María (5), Mª Teresa (2 y medio) y Marta Isabel Vélez (1); y Juan Álvarez (46).

·      Casa de Arturo Cortés (23): Paulina Ríos (24); Ramón Ato. (5), Alcides (3) y Misael Ato. Cortés (2).

·      Casa de Andrés Abelino Ríos (18): Florentina Tabares (40); Laura Rosa (12) y Maximiliano Ríos (10).

·      Casa de Jesús Mª López (30): Teresa Valencia (21); Rosa María (12) y José Mª López (2).

·      Casa de Acención Rico (60): Edelmira (14), Rafael (11) y Gildardo Rico (9).

·      Casa de Gonzalo Cataño (40): Ana Rosa Ramírez (34); Jesús María (16), José Jesús (13) Isaías (10) Roberto (8) Guillermo (7) Gerardo (4) Arturo (2 y medio) Enrique (1 y medio) y Sara Emilia Cataño (12).

·      Casa de Isaac Castro (55): Ercilia Ocampo (45); Jesús Mª (21), Mª Elisa (20), Jorge Isaac (10) y Luis Mª Castro (7).

·      Casa de Genaro Rico (28): Mercedes Rosa Arredondo (22); Ángela (4), Libardo (3) y Genaro Rico Hijo (1).

·      Casa de Pedro Rico (32): Majin (70), José Vicente (18) y Luis Mª Rico (20); Susana (24) y Dolores Cardona (20); y Jesús Mª Serna ().

·      Casa de Manuel Palacio (37): Mª Teresa Franco (40); José Domingo (25), Carmen T. (18) y José Domingo Franco Hijo (1); Manuel S. (31), Martín E. (7), Miguel Ángel (6), Fidelina (4), Cándida (3) y Sabulón González (1); y Laura E. Ríos (19).

·      Casa de Víctor Ríos (45): Mª Teresa Palacio (26); Mª Leopoldina (15), Mª Emilia (13) Mª Luisa (10), Víctor José (17) Ramón Ato. (4) y Samuel Ato. Ríos (6); y Félix Morales (24).

·      Casa de Valerio Rendón (22): Justiniana Gallego (40); Faustino (17), Guillermo (13) Aureliano (9) y Aurora Rendón (15)

·      Casa de Jesús Quintero (50): María (55) y Manuel S. Quintero (45); y Julio Valencia (15).

·      Casa de Luis Ríos (35): Martina (34), Luis Alfredo (15), Isabel (8) y Ana Tulia Quintero (5).

·      Casa de Ramón Ato. Fernández (45): César Julio Torres (35); Ramón Eudoro (17), Ángel José (14), Zoila Rosa (13), José Mª (9), José Miguel (7) y Blanca Otilia Fernández (1).

·      Casa de Roberto Mª Restrepo (36): Rosa Amelia Gallego (16); Juan de Jesús (8), María Graciela (1) y Roberto Restrepo Hijo (13).

·      Casa de Jesús Restrepo (60): Mª Ester Gómez (35); Francisco (38), Jesús Mª Hijo (26), María (30), Zoila Rosa (24), Pastora (22), Ana Rita (20), Juan Bta. (15), Carlos (13) e Isabel Restrepo (7); y Alejandrino Álvarez (35).

·      Casa de Hipólito Restrepo (40): Fernando Restrepo (15); Teresa (30) Ernan (3) Ligia (2) y José Nelson Ríos (1).

·      Casa de Manuel Ramírez (30), Carlos (32), Jesús (12), Alberto (10), Margarita (2) y Manuel Mejía (28); Paulina Ríos (1).

·      Casa de Jesús Vélez (80): Mª Francisca Vásquez (65); Luis (23), Emilio (26), Luis Erman (1), Edelmira (5), Marco Ato. (17), Etelvina (16) y Alfredo Vélez (1).

·      Casa de Rudecindo Restrepo (32): Mª Clementina Flores (31); Mª Elvia (2) y Laura Restrepo (26); Alfredo (27), Eriberto (5), Dioselina (4) y Sigifredo Franco (3); Germán Ramírez (25) y Carmen Ríos (20).

·      Casa de Pedro P. Molina (43): Ana Francisca Gil (42); Mª Carmen (18), Pedro José (12), Mª Luisa (15), Mª Gabriela (10), Hugo de J. (8), Horacio (6), Samuel Ato. (5), Julio César (3 y medio) y Rosa Emilia Molina (1 y medio); y Laura Rosa Cano (22).

·      Casa de Marceliano Posada (51): Clara Rosa Gusman (40); Luis Ángel (15), Lucila (13), Gabriel (11), Pedro Alejandrino (8) y Berta Lidia Posada (7); Pedro Pablo (50) Mª Esperanza (32), Roberto (11) y Carlos Eugenio Gusman (8); y José de J. Salazar (21).

·      Casa de Alejandrino Gusmán (36): Ana Francisca Betancur (21) y Luis Guillermo Gusmán (4).

·      Casa de Gonzalo Restrepo (44): Emilia Mejía (27), Ernan Restrepo (1 y medio); Carmen E. (26), Jesús Ato. (6), Anacleto (4), Sara (4), Obidio (1) y Pedro Ángel Morales (24).

·      Casa de Julián Vélez (70): Epifanio Ángel (68); Juan Ramón (33), Jesús Pastor (30), Mª Joaquina (40), Soledad (1 y medio) y Pedro Ato. Vélez (6); y María Sánchez (12).

·      Casa de Julio Galvis (50): María Jesús García (20); Horacio (2) e Inés Galvis (1); Jesús Mª Alzate (60) y Elisa García (17).

·      Casa de Marco García (40): Teresa Saldarriaga (40); Hermilda (10), Carlos (8), Rosa Mª (4), Marco Fidel (2 y medio), y Anzisar Valencia (1); y Domingo Mejía (35).

·      Casa de Ángel López (28): Emiliana Rabe (40); Hermilda (42) y Eduardo Saldarriaga (12); y Luis Alfonso Gaviria (15).

·      Casa de Claudio Velarde (45): Cristina Cano (40); Rosario (20), Mª Carmen (15), Francisco (7), Antonio (14), José Mª (11), Pedro (12), Mª Elvira (4) y Manuel Velarde (2).

·      Casa de Dolores Mejía (26) y Marco Londoño (30).

·      Casa de Francisco Arango (40): María Suares (39); Ricardo (18), Julia (12) y Débora Correa (8); y Braulio Arango (1).

·      Casa de Luis Vera (18): Obdulia Valencia (30); Rafael Ato. (7), Celia Rosa (6), Cándida Rosa (5) y Rosa Elena Vera (2).

·      Casa de Manuel Serna (40): Angelina Bedoya (30); Ana Mª (7), José Luis (5) y Rosa Mª Serna (1).

·      Casa de Pascual Gallego (50): Mª Celina Ospina (40); Efraín (18), Juan de J. (13) y Ramón Ato. Gallego (14).

·      Casa de Benjamín Gallego (18): Mercedes Valencia (14); Mª Flor (2) y Elisa Gallego (1).

·      Casa de Alejandrino Valencia (36): Nazaret (28) y José Dolores Valencia (6); y María Correa (18).

 

Conocido el Censo por las gentes de la región y los líderes de la constitución en Corregimiento, se dieron los cabildeos necesarios ante los señores concejales, el Alcalde y los líderes políticos, buscando sus buenos oficios para lograr la aprobación.

 

Fue así como el 11 de agosto de 1929, el Concejo Municipal decidió darle la categoría de Corregimiento, mediante el Acuerdo Nº 17 que señaló sus límites en el Artículo 2º del mismo, así:

 

“Partiendo del puente de Arauca sobre el río Cauca, hacia arriba hasta encontrar el zanjón del Diablo desemboque de la quebrada de La Habana, ésta arriba y siguiendo el límite con Belalcázar hasta el camino nacional, por éste hasta la fracción de Santa Bárbara, de aquí y siguiendo el camino que conduce a Chuscal hasta el alto de este nombre y de ahí siguiendo el camino departamental hacia esta cabecera hasta donde empieza el camino que sigue a La Libertad en el punto de La Estrella, siguiendo este camino hasta la quebrada denominada La Libertad, ésta abajo hasta el puente de Cambía, de allí siguiendo el camino nacional que va a Manizales hasta el puente de Arauca punto de partida”.

 

El caserío lograba de esta forma una meta que alentaba en sus gentes desde años atrás, ya que su progreso y desarrollo material eran crecientes y su localización con respecto a las cabeceras urbanas de San José y San Joaquín, motivaba una serie de inconvenientes como la carencia de autoridades que evitaran “la frecuencia de algunos crímenes, tales como robos, riñas y otros que van en contra de la moralidad”.

 

FUNCIONAMIENTO

 

Por lo anterior fue que el Concejo Municipal presidido por Jesús Mª Uribe O., aprobó su creación como corregimiento (como ya se dijo), con el siguiente personal administrativo: “Un inspector, un secretario y un agente de policía que devengarán Cincuenta, Cuarenta y Treinta pesos oro mensuales respectivamente”.

 

Es bueno anotar que para 1932 dichas asignaciones en vez de aumentar, como debía ser lo lógico, fueron reducidas mediante el Acuerdo Nº 38 de noviembre 24 del mismo año, “sobre asignaciones civiles para el año de 1933”, como a continuación se anota:

 

“… Capítulo 1 Departamento de Gobierno.

1.    Un Inspector de Policía en el Corregimiento de La Libertad… $ 40.00 – $ 480.oo

2.    Dos Agentes de Policía en el mismo Corregimiento, cada uno a… $ 30.oo – $ 720.oo

 

El presidente, Enrique Botero R.

El Secretario, César D. Iturregui B….”

 

El Corregimiento de La Libertad inició su vida administrativa el día Primero de septiembre de 1929, en medio del entusiasmo y el civismo de sus pobladores que lograron en 1933, la aprobación por parte del Concejo Municipal del Acuerdo Nº 5, de febrero 23: “Por el cual se vota una partida de Ciento Cincuenta pesos ($ 150.oo) Oro, para la conducción del agua y cementado del Matadero de la Libertad. El presidente, Alfonso M. Ruiz G., el secretario, César D. Iturregui B.”

 

En ese mismo año, el Alcalde de Risaralda, Marco Antonio Montoya E., nombró como Inspector Principal y Suplente de Policía en La Libertad, a los señores Luis Restrepo Calle y Gerardo A. Correa, respectivamente.

 

Al año siguiente, y en vista de que se habían presentado algunas divergencias entre las autoridades municipales y las del corregimiento sobre los límites de este último, el H. Concejo Municipal tomó cartas en el asunto, nombrando una comisión especial para demarcar el territorio del mismo, a la cual ofició de la siguiente manera:

 

“Consejo (sic) Municipal

Risaralda

Oficio Nº 39

 

Marzo 5 de 1934

Señores:

Alcalde municipal – Tesorero y Personero

 

Presente.

            Me permito comunicar a Uds., que la H. Municipalidad en sesión pasada tuvo el buen tacto y el acierto de designarlos como miembros integrantes de una comisión especial que estudiará la demarcación del área de población del Corregimiento de La Libertad en la presente semana.

 

Dígnese prestar atención al presente e informar al respecto en la próxima sesión.

 

De la Comisión, atto S.

César D. Iturregui B., Secretario”.

 

Por la misma época el corregimiento contaba ya con su iglesia, casa cural, un pequeño teatro, plaza de mercado, trilladora de café, dos farmacias, casa consistorial, un hotel llamado “Consistorial”, una jabonería, una velería, una fábrica de cerveza (llamada “Llave”), estanco y, para la atención de los enfermos había tres mediquillos que llenaban las necesidades de la época; la energía eléctrica era la misma de la hacienda. Y, como algo normal e imprescindible para toda comunidad, también tenía su zona de tolerancia y el cementerio.

 

La población, en ese entonces, era de unos 3.120 habitantes, y el corregimiento se enorgullecía de ser el primer productor de café en el municipio, con una producción anual de 100.000 arrobas contra 60.000 que sumaba el resto del territorio.

 

Un documento que nos da la medida del progreso percibido por el corregimiento en la década del 30, es el oficio que sobre el sacrificio de ganado envió el inspector Roberto Suarez G., al Alcalde municipal, Gonzalo Araque C., y que en su texto dice:

 

“Depto de Caldas – Inspectoría de Policía

 

Oficio Nº 91

 

La Libertad, mayo 30 de 1934

Señor: Alcalde Municipal

Risaralda.

Tengo el honor de informar a Usted, que el presente mes se sacrificaron en este corregimiento 35 cabezas de ganado mayor así:

Machos veintiocho      28

Hembras siete             7

            TOTAL            35

Cerdos:

Fueron sacrificados durante el mes cuarenta y nueve (49) en la forma siguiente:

Machos                       24

Hembras                     25

            TOTAL            49

 

Del Señor Alcalde Atte, Ss.Ss

Roberto Suárez G., Inspector”.

 

Es justo anotar que uno de los líderes que más luchó por sacar avante al corregimiento, en todas las luchas comunales en pro de su desarrollo, fue el Diputado por Belalcázar Luis Carlos Estyles, quien no escatimó esfuerzos ante los poderes centrales, para lograr que La Libertad saliera airosa en su vida urbana.

 

VIDA RELIGIOSA

 

Dada la religiosidad arraigada y creciente de los colonos de esta región, que habían heredado de sus mayores en la Antioquia Grande, no fue extraño que, una vez lograda su conformación como Corregimiento, iniciaran la lucha por la creación de su propia sede eclesial, lo que obtuvieron “según Decreto Nº 18 de 1934, según referencia del Reverendo Padre Botero Isaza, expedido por el Excmo. y Rvmo. Sr. Doctor Juan Manuel González y A. Ep. Manizalensis”, como consta en el Libro de bautismos de la Vice-parroquia de La Libertad”.

 

Estuvieron a cargo de esta vice-parroquia los siguientes sacerdotes: Venancio Osorio: 1929 - 1931 Julio E. Berrío: 1932 - 1933. José Manuel Yépez: 1934. Claudio Botero Isaza: 1934 marzo 4 - 1935. Serafín de León: 1935 - 1936. Justo Pastor Loaiza: 1936 marzo - junio. Dr. Leopoldo Von Kinder: noviembre 1936 - marzo 1938. Justo Pastor Loaiza:   septiembre 1938 - diciembre. Simón Zuluaga Giraldo: 1939 - enero, julio. Juan de J. Herrera: julio 1939 - octubre 1942. Jorge Restrepo, C.M.J.: diciembre 1942

Juan de J. Herrera: marzo 1943 - 1945.

 

SUPRESIÓN

 

Durante poco más de 10 años el corregimiento de La Libertad tuvo un desarrollo creciente dadas las condiciones espléndidas de la región, la fertilidad de sus tierras, el agua cristalina de su quebrada y el espíritu dinámico de sus pobladores.

 

En febrero 27 de 1944, el periódico “La Mañana” de Manizales, publicó una noticia que presagiaba mayor progreso para La Libertad, pero que a la larga sólo se quedó en eso, en una buena noticia. La misma decía lo siguiente:

 

“Por iniciativa del Dr. Octavio Suárez G., concejal de Risaralda, el Consejo (sic) dispuso la construcción de un gran edificio en el Corregimiento de ‘La Libertad’, con capacidad para oficinas de Inspección de Policía, cárcel, escuela, oficina telegráfica, Tesorería de Rentas y otras que en corto plazo urgirá el adelanto de la población”.

 

La actividad material giraba en torno al edificio administrativo y la religiosa en torno a la iglesia que se levantaba en un amplio plan cercano a la quebrada. Pero como todo no podía seguir tan feliz y dinámicamente, llegó el día final para el corregimiento el 13 de junio de 1946, cuando fue suprimido como tal.

 

TEORÍAS SOBRE SU SUPRESIÓN COMO CORREGIMIENTO

 

Ahora, ¿cuáles fueron los antecedentes de esta supresión como corregimiento?; se han forjado tres teorías al respecto, entre las gentes de la región, cada una de ellas con argumentos válidos pero sin que ninguna tenga suficiente fuerza como para imponerse a las demás.

 

Plantea la primera que la desaparición del corregimiento se debió a la construcción de la vía férrea en el incipiente puerto de Arauca, en las orillas del río Cauca, ante lo cual las gentes, buscando nuevos horizontes de progreso personal, se trasladaron en masa a dicho lugar dejando abandonada La Libertad, circunstancia que fue aprovechada por los adinerados de la región, quienes compraron las viviendas solitarias para acrecentar sus predios.

 

La segunda teoría, sustentada por algunos ancianos del sector, sostiene que se debió a que por los años 40 vivía en La Libertad un terrateniente rico y poderoso (no se conoce el nombre, pues ninguno de los ancianos quiso decirlo) quien tenía ínfulas de líder político y consideraba que tenía buen arraigo popular. Pues bien, en una de las tantas contiendas electorales le dio por lanzarse en forma independiente, como candidato a la Asamblea Departamental, convencido que por ser de la región contaría con el apoyo de los vecinos (solía decir: “con los votos de La Libertad tengo para subir sobrado a la curul”).

 

Pero llegado el día de las elecciones y una vez realizados los escrutinios respectivos, se encontró con la sorpresa amarga de ser uno de los tantos derrotados de la contienda. Ofendido por la anterior circunstancia, procedió a comprar casa por casa (las que iba demoliendo), hasta lograr derrumbar la mayoría del poblado, quitándole su fuerza como corregimiento.

 

Por último, está la teoría que más se acerca a la realidad y que es acogida por la mayoría de las gentes que conocen de la existencia de este corregimiento. Dice que llegó el día en que algunos terratenientes, viendo la belleza y el auge creciente del poblado, sintieron celos y creyeron perjudicados sus intereses, por lo cual se dedicaron a comprar casas del corregimiento y a destruirlas, hasta que llegó el momento en que el caserío vino a menos, y mediante un golpe político inteligente, obtuvieron del Honorable Concejo Municipal su supresión como Corregimiento.

 

... Y UNA MÁS

 

Planteada por el escritor de San José Octavio Hernández Jiménez, quien hace su balance histórico sobre el Corregimiento de La Libertad. Leamos:

 

"En la primera parte del siglo XX existió un pueblo llamado La Libertad, en un lugar colindante entre los actuales municipios de Risaralda y San José. Ocupaba un valle encantador, con agua la que se quiera, calles empedradas, escuelas, negocios, cementerio y un templo levantado en madera de dimensiones parecidas a las del templo de San José.

         Cuando la familia R., de Manizales, puso los ojos en esas tierras empezaron a comprar propiedades y sumarlas para ampliar la hacienda soñada.

         De un momento a otro, un incendio arrasó con lo que aún estaba en pie porque sus dueños no quisieron vender. ¿Qué produjo la conflagración? Jamás se ha descartado cualquier suposición. Con las víctimas del incendio que abandonaron el pueblo en cenizas, tomó auge San José.

         Mientras tanto se rumoraba que el terrateniente era de mal genio, que ni siquiera permitió a los sobrevivientes clavar una cruz en un montículo, pero ellos levantaron el símbolo religioso contra la voluntad del propietario del terreno y, en la noche, un violento huracán tumbó la cruz que cayó sobre unos toros reproductores traídos de Suiza y, como si se tratara de un castigo, los mató.

         De La Libertad, como un significante sin significado, quedó el templo en medio de los potreros centrales que antes fueron calles y construcciones de bahareque. Empezó el deterioro acelerado del lugar sagrado.

         Lo conocí sin puertas, con ganado adentro, maleza y murciélagos revolando cuando percibían la algarabía de la gente que entraba al recinto abandonado. En la década de 1970 mandaron tumbar lo que aún estaba en pie. Solo un bus escalera que a diario entra y sale de Manizales hacia la actual vereda, anuncia que hubo un pueblo llamado La Libertad por donde cavarán el Túnel de La Tesalia que atravesará las entrañas de la cuchilla de Todos los Santos y saldrá al valle del Risaralda.

         En 2013, el párroco de San José a donde pertenece la mitad de esta vereda, se llevó para la casa cural la imagen de un Crucifijo, de tamaño normal, muy deteriorado, que perteneció al altar central del templo de La Libertad y que el cura encontró en el colegio de la vereda. Dijo que lo llevaría a Pereira a ver cómo lo podían restaurar y no volvió. La Libertad perdió uno de los escasos símbolos de sus pasadas glorías.

 

***

 

De todas maneras, sea cual sea la teoría más acertada al respecto, para la historia es necesario consignar el texto completo del Acuerdo que tomó esta decisión, la cual fue funesta para un poblado que pudo haber sido un núcleo vital de progreso, riqueza y desarrollo para Risaralda. Veámoslo:

 

ACUERDO NÚMERO 13

(Del 13 de junio de 1946)

Por el cual se suprime el Corregimiento de La Libertad.

 

El Concejo Municipal de Risaralda, en uso de sus atribuciones legales, y

 

CONSIDERANDO:

 

a)    Que el Corregimiento de La Libertad, perteneciente a este Municipio, se ha reducido en la actualidad a un pequeño caserío que no reúne los requisitos exigidos por la Ordenanza 33 de 1930 en su artículo 103.

b)   Que una comisión nombrada por el H. Concejo para estudiar las condiciones actuales del caserío que forma el Corregimiento La Libertad, ha rendido un informe en el sentido de que tal Corregimiento no tiene razón de subsistir, habiéndose levantado un censo de habitaciones con intervención del señor Personero Municipal con un resultado de veinticinco (25) viviendas, pertenecientes a veintidós (22) propietarios únicamente.

c)    Que el numeral 5º del Art. 103 de la citada Ordenanza requiere que en la cabecera del Corregimiento hayan por lo menos cincuenta (50) habitaciones construidas sobre terrenos que no pertenezcan a un mismo propietario; y

d)   Que el área de población, calles y plazas del corregimiento, son de propiedad particular, no estando el Municipio en condiciones económicas de adquirirlas y sostenerlas, ni el caserío produce impuestos siquiera para costear el más modesto empleado.

 

ACUERDA:

 

Art. 1º. Suprímese el Corregimiento de “La Libertad”, por no reunir el pequeño caserío que lo forma hoy, los requisitos legales que justifiquen su funcionamiento como tal.

 

Art. 2º. El territorio comprendido dentro del Corregimiento que se elimina, quedará agregado a la cabecera del Municipio.

 

Art. 3º. La Inspección de Policía que ha venido funcionando en el Caserío mencionado, continuará en ejercicio de sus labores oficiales, dentro del territorio que comprendía el Corregimiento suprimido, extendiéndose su jurisdicción a dicho territorio, ello sin perjuicio de la jurisdicción que compete al señor Alcalde en todo el Municipio.

 

Art. 4º. Quedan derogadas todas las disposiciones contrarias al presente Acuerdo, el cual regirá desde su sanción.

 

Dado en Risaralda a seis de junio de mil novecientos cuarenta y seis.

 

El presidente, MARCO A. GIRALDO

El Secretario, ANTONIO PATIÑO V.

 

CERTIFICO: El anterior Acuerdo sufrió dos debates en sesiones de fechas diferentes.

Fecha ut-supra.                                   ANTONIO PATIÑO V. –Srio-

 

Este Acuerdo fue sancionado por la Alcaldía Municipal el día junio 13 de 1946.

El Alcalde, MARIANO DURÁN R.

El Secretario, JOSÉ CORTEZ V.

 

Así acabó sus días La Libertad, el corregimiento que pudo haber sido pero que gracias al egoísmo de unos pocos terratenientes y finqueros no fue…

 

Cuenta la leyenda que la última edificación en derrumbarse fue la capilla y que un buldócer ayudó a su caída, finalizaba así un hito en la historia de nuestro municipio.

 

 

ANEXOS

 

MALTRATO LABORAL EN LA LIBERTAD

 

En marzo de 1941, se dio en el corregimiento de La Libertad, un caso de maltrato laboral de parte de una señora contra una joven trabajadora de servicios domésticos, quien no soportando el atropello, decidió abandonar esa casa y buscar otra en donde pudiera seguir trabajando y subsistiendo.

 

Tomada la decisión, envió un memorial al señor Alcalde de Risaralda donde comunica la situación vivida y le solicita que le colabore. El siguiente es el Memorial enviado:

 

“Señor Alcalde Municipal

En su Despacho.

 

Yo Rosa María Gaviria Mayor de diez y ocho años, vecina del Corregimiento de La Libertad para fines que me interesan con el respeto que Ud. merece, atentamente vengo a solicitarle por Ud. estar ya empapado de lo que me ocurre con la señora Carlina Suárez que me quieren obligar a la fuerza y con amenazas de que me hacen pasar a la Casa de Menores, cosa que no acepto por no ser una niña inválida ni de malos vicios. Me permito hacerle saber que me he retirado de la casa de la ya mencionada, la cual tengo motivos poderosos en mi cuerpo dos cicatrices visibles las cuales he recibido de la señora ya mencionada. Pido a Ud. se sirba (sic) intervenir en este asunto que le solicito para que en esta oficina de La Libertad me dejen vivir y trabajar pacíficamente en la casa donde estoy colocada. Espero que Ud. Señor Alcalde se sirba (sic) resolverme el Memorial de acuerdo con la Ley que me ampara para yo quedar libre y pacíficamente.

 

La Libertad, marzo 23 de 1941

Rosa M. Gaviria”.

 

Analizado el documento en la Alcaldía, se consideró que por ser de la jurisdicción del Corregimiento, lo más lógico era que fuera analizado allí y por lo tanto, se envió para su análisis por parte del Inspector de Policía.

 

ALCALDÍA MUNICIPAL. -

Risaralda, marzo veinticuatro de mil novecientos cuarenta y uno.

–En vista de que la peticionaria es vecina del Corregimiento de La Libertad, se dispone enviar el presente escrito al señor Inspector de Policía de allí, para que de acuerdo con las disposiciones pertinentes al caso resuelva lo que estime conveniente, dándole cuenta a la interesada, al propio tiempo que esta oficina.

Cúmplase.

El Alcalde, Julián Escobar Uribe

El Secretario, Arturo Aristizábal Arias

 

 

 

El Inspector, en este caso José J. Marín B., Srio. Encargado, pues el titular estaba en unas diligencias fuera de la jurisdicción, tomó la decisión de citar a la joven trabajadora, supuestamente para obligarla a retornar al hogar anterior donde laboraba. Ante su rechazo de volver a esa casa, envía un Policía para presionarla, por lo cual el señor Juan Clavijo, responsable de la casa donde trabajaba en ese momento, envía un memorial al Señor Alcalde, donde se hace reacio a permitir el atropello del Inspector y le suplica solucione el caso de una vez por todas, con argumentos jurídicos válidos. Dice así:

 

“Señor ALCALDE MUNICIPAL

E. S. D.

 

Juan Clavijo, mayor de edad y de este vecindario, con cédula de ciudadanía # 318073 a usted con el acatamiento que merece, me permito manifestarle lo siguiente:

Primero. –Hace unos quince días, más o menos, que a mi casa de habitación del caserío de La Libertad, se presentó la señorita Rosa María Gaviria, de unos diez y ocho años de edad, manifestándole a mi señora María Laura Cardona, que necesitaba trabajar en casa de una familia de reconocida honorabilidad, pues en la casa de la señora Carlina Suárez, donde se encontraba desde hacía algunos años, no deseaba trabajar más, debido al mal trato de obra que últimamente le estaban dando. Mi señora le ofreció generosa acogida, mientras que la señorita en referencia observa buena conducta en todo sentido.

Segundo. –Así las cosas, y después de haber transcurrido unos diez días, un Agente de Policía del corregimiento de La Libertad, se presentó a mi casa a citar a la señorita Gaviria, para que se presentara al despacho del señor Inspector en el término de la distancia. Como se tratara de esta niña que venía observando una conducta intachable y ejemplar, le manifesté al señor Agente, que si la autoridad la necesitaba, en mi casa podrían practicar con la citada niña, las diligencias que de ella se requerían. Pero el señor Inspector guardó silencio y nada volvió a ocurrir, con motivo de la citación en referencia.

Tercero. –Ayer fue la señora Carlina Suárez, a mi casa de habitación, a persuadir a la citada señorita Gaviria, que debía volver a la casa, y ella se negó rotundamente; fueron inútiles todas las gestiones y súplicas, para obtener que la señorita continuara acompañando a la familia Suárez. De ello tiene usted perfecto conocimiento.

Cuarto. –Esta mañana fui citado a la Inspectoría de La Libertad, a donde concurrí y se me hizo firmar una conminación de diez pesos oro, para que en el término de la distancia, entregara al señor Inspector la citada niña; pero yo me negué rotundamente a firmar tal providencia, porque la consideré ilegal, ya que a ello no me puede obligar ni la Ley, ni los empleados que puedan interpretarla en forma errada, como en el presente caso.

            Quinto. –Convencido hasta la evidencia, de que el señor Inspector de Policía, se encuentra en un error de grandes proporciones, he querido que usted, Señor Alcalde, que es el superior jerárquico de ese empleado, me de protección en este caso, y le insinúe que debe revocarla, pues ella atenta contra los más elementales principios de derecho administrativo, ya que en ninguna parte de nuestra legislación policiva, se encuentra contemplado el caso que analizamos.

Sexto. –Es verdad, que sobre “Protección a los menores que han llegado a la pubertad”, se ha legislado en el Cap. XVII del C. de Policía, determinado que la autoridad le prestará toda clase de protecciones, pero también es lo cierto que el Art. 216 de la Ordenanza 43 de 1916, establece que el “Jefe de Policía, si lo estima conveniente y el menor consiente en ello, puede concertarlo en una persona de notoria honradez…”. He subrayado las anteriores líneas, para demostrarle que la señorita Gaviria, no puede ser obligada ni a un concierto, sino en el caso de que ella consienta, dé su asentimiento para darle la protección que la Ley le brinda a los púberes. Sin embargo, el señor Inspector de La Libertad, quiere obligarla, contra su voluntad, a que vaya a someterse a un servicio que ella repudia.

Séptimo. –Como se ve, el señor Inspector de Policía, ha adoptado una actitud que no es, no puede ser, en este caso. Y mucho menos contra mí, porque no se trata de la comisión de un delito, caso en el cual sí podía obligárseme a entregar al delincuente. Pero a una señorita honrada, que busca refugio y amparo en un hogar respetable, no se puede obligarla, contra su voluntad, a que haga lo que ella no quiere, no desea y detesta.

            Octavo. –Si estudiamos nuestra legislación civil, hallaríamos que para el caso en referencia se encuentran las disposiciones del Cap. 3, Tít. 22, Libro 1, del C. C., en las cuales están trazadas las normas sobre tutela y curaduría legítima. Y a mi protegida que carece de todas estas condiciones, en vez de obligársele a vivir en donde se le hostiliza debe dársele el amparo, que yo he procurado darle, en forma tan generosa como desinteresada. Y por este interés, y esta generosidad, no podrá obligárseme a que la entregue a la autoridad, sin haberse cometido un delito.

            En resumen, usted como Jefe de Policía del Municipio, que tiene autoridad sobre sus subalternos, sí puede insinuarles que las providencias como la presente, no tienen un fundamento legal, ni están amparadas a alguna disposición siquiera de razón natural, pueden revocarlas de oficio, en cualquier momento, para evitar hasta donde sea posible la comisión de una injusticia.

            Este escrito no es una queja contra el señor Inspector de Policía de La libertad, sino una súplica que le hago, para que de ese empleado usted pueda obtener la enmienda de un error y la reparación de una injusticia.

            Rizaralda (sic), marzo 24 de 1941

 

            Juan M. Clavijo V.

 

Recibido hoy 24 de los mismos (4 p.m.) y lo paso a despacho del Señor Alcalde.

El Srio., Arturo Aristizábal Arias

 

De nuevo el Alcalde Julián Escobar Uribe, decide que sea el Inspector quien tome una decisión justa, acorde con la ley. Cómo él mismo considera que obró justamente, decide dejar que sea el Inspector principal quien actúe y deja el procedimiento para su regreso.

 

ALCALDÍA MUNICIPAL. -

Risaralda, marzo veinticinco de mil novecientos cuarenta y uno.

Vaya el presente escrito al señor Inspector de Policía en el Corregimiento de La Libertad, a efecto de que se digne tomar atenta nota y resolver en consecuencia lo que estime prudente y legal, en relación con los hechos allí consignados.

Cúmplase.

El Alcalde, Julián Escobar Uribe

El Secretario, Arturo Aristizábal Arias

 

***

 

INSPECCIÓN DE POLICÍA LA LIBERTAD

RISARALDA – CALDAS

 

Abril tres de mil novecientos cuarenta y uno.

Como de las anteriores constancias se desprende que este procedimiento tiende a prolongarse y vistas las manifestaciones hechas por el señor Clavijo tratando de dudar del procedimiento adoptado por el encargado de la Inspección, permanezca este negocio sobre la mesa de la secretaría aguardando al Inspector de Policía que debe regresar en el término de dos días. Para que resuelva lo que estime conveniente, ya que el encargado de la Inspección está cierto de haber obrado con la rectitud del caso, pero en guarda de los intereses de la justicia, debe resolver los anteriores memoriales el Inspector principal.

Cúmplase.

El Inspector, José J. Marín B.

Srio. Encargado

El Secretario, Manuel Arias R.

 

 

Y hasta aquí el proceso, según archivos.

 

Se nos ocurre pensar que el Inspector de Policía Titular, ante la evidencia legal citada por el señor Clavijo, no tuvo otra opción que finalizar el proceso y permitir así que la señorita Gaviria continuara prestando sus servicios a la familia de don Juan Clavijo, dejando a doña Carlina Suárez encargada de atender sus oficios domésticos por mano propia y sin una empleada doméstica sobre quien descargar sus rabietas con maltratos físicos.

 

 

DOS LEYENDAS DEL CORREGIMIENTO

 

LA DESTRUCCIÓN DE LA LIBERTAD...

 

La Libertad fue un corregimiento de Risaralda tuvo su funcionamiento como tal entre los años de 1929 y 1946, ocupaba un hermoso vallecillo cruzado por una quebrada de aguas cristalinas y los propietarios de las viviendas vivían enamorados del entorno vegetal.

 

Pero como suele ocurrir con muchos poblados nacientes en regiones prósperas, no faltaron los vecinos propietarios de terrenos aledaños a los mismos que quisieron apoderarse de todo el territorio, aún a costa de ver desaparecer la prosperidad naciente de sus vecinos.

 

Y fue así como empezaron a comprar casas y a derribarlas, desplazando a los vendedores hacia otros sitios, hasta que La Libertad, el corregimiento próspero años atrás, dejó de serlo y desapareció convirtiéndose en historia.

 

Hay una leyenda sobre su desaparición que se cuenta con un tanto de misterio entre sus antiguos habitantes. Veamos:

 

Cuando los vecinos terratenientes de La Libertad, todos ellos de Manizales, quisieron apoderarse de las viviendas, llegó el momento en que sólo quedó en pie el templo, testigo de la religiosidad de los vecinos del corregimiento, una pequeña capilla de ladrillos con techo de tejas de barro y una gran cruz elaborada en cedro que se erguía sobre el paisaje.

 

Una noche cualquiera, cuando el ajetreo de la molienda que tenía uno de los terratenientes estaba en la fina, produciendo el cálido y áureo líquido de la caña para formar las panelas famosas del entorno, faltó el combustible para alimentar el horno, entonces, el propietario ordenó que se tumbara la cruz del templo abandonado para convertirla en leña y seguir la faena.

 

De pronto, en el momento menos esperado, saltó una chispa del horno y prendió el techo de la molienda, rápido, gracias a la brisa nocturna, el fuego se propagó a la vivienda y demás instalaciones, dejando al cabo de las horas el entorno convertido en ruinas humeantes.

 

Y contaron los testigos que ello había sido el castigo divino a tanta ambición y desapego de las cosas de Dios.

 

 

—NARCISO VERA EN PACTO CON EL DIABLO

 

Según Octavio Hernández, podemos observar los ingredientes de una saga en otro conjunto de leyendas sobre un personaje que habitó entre los municipios de Risaralda y San José; saga que se fue fraguando desde cuando el protagonista, Narciso Vera, desempeñó el oficio de vigilante en La Libertad, una de las haciendas cafeteras más importantes del sector, entre 1930 y 1970. La hacienda pertenecía a los Robledo.

 

Los que pasaban por los caminos aledaños a la casa de la hacienda veían a Narciso vigilando desde un corredor pero, cuando subían a lo alto de la montaña, lo veían oteando los alrededores desde la cima de otro cerro.

 

Al concluir el período como trabajador de la hacienda, este personaje adquirió una finca por los lados de La Proveedora, mirando la idílica vega por donde corre la Quebrada de la Libertad, entre La Margarita y la Quiebra de Santa Bárbara. A simple vista era dueño de una tienda, en el primer piso de la casa de amplio corredor enchambranado pero, sin explicación aparente, se fue llenando de dinero.

 

Comenzó a correr el rumor de que Narciso Vera tenía un pacto con el Diablo por medio del cual el Espíritu Maligno lo apoyaba, en asuntos económicos, a cambio de su alma. El Diablo asumía un cuerpo exacto al de Narciso para dejarse ver de los intrusos cuidando la señorial hacienda.

 

Mientras el Diablo cuidaba, Narciso Vera tenía tiempo de atender la clientela en el negocio de su propiedad (1956). Como el viejo vestía con humildad, no era paseador, ni enamoradizo, ni tomatrago, la gente inventó que el viejo tenía enterradas las morrocotas de oro y plata entre un guadual que había en lo alto. El dinero adquirido por medios desconocidos, aureolaba de prestigio a quien lo poseía. Ahí, en el guadual, lo veían a diario los que pasaban por el camino que, de la carretera que va hacia el Chocó, sube a la Hacienda Ceilán. Lo veían dando vueltas pero cuando bajaban a la fonda, Narciso estaba ocupadísimo atendiendo a los clientes.

 

Por el pacto con el Diablo, poseía el don de la ubicuidad o sea el privilegio de estar en distintos sitios, en el mismo momento. De esta forma, se fue convirtiendo en un personaje que inquietaba a los vecinos.

 

El yerno que le colaboraba en la fonda lo estimaba mucho. A ese yerno le tocó el tesoro escondido que, al fin de cuentas, no lo tenía en el guadual sino enterrado debajo del piso, en la propia casa. El guadual era un despiste. Lo que hacía iba siendo deformado por la imaginación desbordada de la gente. La leyenda se fue ramificando hasta convertirse en saga.

 

Poco después de la muerte de Narciso Vera, corrió el rumor de que el viejo amaestró a su yerno para que no se dejara arrebatar el entierro de monedas de oro y plata. Fue difícil. Al empezar a cavar, el muchacho se encontró con una culebra que cuidaba el tesoro. Este animal era otra forma asumida por el Diablo para vigilar el tesoro de Narciso Vera, de acuerdo con el pacto sellado entre los dos.

 

Según unos vecinos, después de muchas tentativas y esfuerzos, el muchacho dominó la boa que dormía enrollada sobre el tesoro; para eso se valió de un escapulario de la Virgen del Carmen y se quedó con el entierro. La casa de Narciso se averió y la tumbaron debido a las excavaciones del yerno.

 

Inventaron que el yerno sintió terror y, buscando la tranquilidad, se fue a vivir a Manizales, sin el entierro. Mucha gente llegó desesperada a buscar el tesoro de Narciso Vera y socavaron los cimientos de la casa. El tiempo ha transcurrido y aún, cuando pasa en carro por esa carretera, en una recta, la gente exclama: –¡Ahí quedaba la casa de Narciso Vera!, concluye el relato Octavio Hernández.

 

***

 

A la saga le siguieron saliendo ramas. En la tarde del 20 de julio de 2007, viajaba de San José a la capital caldense cuando, en donde parte la carretera empinada que va de La Proveedora a la Hacienda Ceilán, apareció un caballero poniendo la mano, al paso de la camioneta, para que lo lleváramos al hospital de Arauca porque se sentía muy enfermo.

 

En el trayecto, comentó que era trabajador de la hacienda Ceilán en donde, entre los peones, corría el rumor de que el administrador de ese latifundio tenía un pacto con el Diablo por medio del cual el Maligno lo enriquecería con más dinero del que poseía el dueño de la hacienda, a cambio de su alma.

 

El administrador había asignado al Diablo un lote con todo el producido y cada cosecha mandaba al mejor jornalero que hubiera llegado a la hacienda para que trabajara en ese terreno. Lo extraño era que el trabajador asignado desaparecía y nadie volvía a saber de él.

 

El enfermo que llevábamos en la camioneta confesó que era devoto de la Virgen del Carmen, portaba su escapulario, rezaba en las noches las oraciones y lo acompañaba su imagen. Según él, por llevar el escapulario colgado al cuello, el Diablo no lo pudo raptar cuando el administrador lo puso a coger el café en el lote asignado pero, en la tarde, cuando llegó al campamento de los trabajadores, se sintió indispuesto por lo que se acostó.

 

El administrador de la hacienda fue al cuartel de los jornaleros y al ver la imagen de la Virgen del Carmen sobre el lecho de este trabajador, la estrelló contra el piso. El jornalero no comprendió por qué esa persona estaba tan ofuscado. A partir de su forma de actuar, el trabajador dedujo que podía ser cierto lo del pacto con el Diablo.

 

Esa noche se agudizaron los dolores y la diarrea y el vómito. Al otro día salió a buscar recursos médicos. Fue la tarde en que lo dejamos en la recepción del hospital de Arauca.

 

En esa misma temporada, el miércoles 12 de septiembre de 2007, recogí a una señora que, con su hijo de unos 8 años, esperaba un vehículo que los transportara desde La Margarita hasta la entrada de la carretera de la Hacienda Ceilán, en donde trabajaba haciendo de comer.

 

En el trayecto comentó que estaba en Arauca, visitando al cura párroco, con el fin de que exorcizara o librara a su hijo de extraños comportamientos y muchos peligros que lo acosaban en esa hacienda. Allá sucedían cosas curiosas como que, desde el caer de la tarde hasta el amanecer del otro día, los caballos se resistían a descansar o pasar por el área en donde hay un guadual.

 

Los que montaban caballos los azuzaban con las espuelas y los insultaban para que continuaran por el camino pero los animales se frenaban y se devolvían espantados. ¿Qué veían los animales que no vieran los humanos? ¿Qué aspecto tendría para causar tanto terror en las bestias? ¿Por qué los seres humanos no pueden ver lo que causa tanto espanto en ciertos animales? El bracamonte es un ser que no perciben los humanos pero que, según la mitología regional, espanta a los animales.

 

La señora comentó que el niño que iba con ella también veía un tipo flaco, de bigote, bien peinado, de vestido blanco, que lo llamaba con la mano desde el guadual pero que ni el papá del niño ni ella veían el individuo en el instante en el que su hijo les decía:

 

–Sí, véanlo allá.

 

El cura de Arauca le dijo que se trataba de uno de esos asustos que se paran por ahí para infundir terror en las personas. Hay espantos que no vemos ni oímos pero pueblan nuestros espacios cotidianos esperando espantar a otros.

 

En enero de 2011, hablando con B. Galeano, un vecino de la Hacienda Ceilán, comentó que no tenía certeza de que el administrador tuviese pactos con el Diablo, pero lo que sí recordaba, porque trabajó allá, en una temporada lejana, era que a veces despertaba envuelto en la cobija como si fuera un tabaco, tirado debajo de la cama. Cuando, extrañado, le comentaba al administrador lo que le sucedía, el hombre soltaba una estruendosa carcajada. Y agregó sobre ese personaje:

 

–Por tener piezas de oro en la caja de dientes lo conocían como Cajadeoro. (Hernández Jiménez, 2016, págs. 232-234).

 

 

FUENTES DE CONSULTA

 

ARBOLEDA GONZÁLEZ, Carlos (2016). Otto Morales Benítez o la palabra mestiza. Manizales: Fusión Comunicación Gráfica.

 

ARCHIVO GENERAL. Concejo Municipal Municipio de Risaralda.

 

ARCHIVO GENERAL. Municipio de Risaralda. Año 1921

 

CONCEJO MUNICIPAL DE SAN JOAQUÍN. Acuerdo Nº 17 de 11 de agosto de 1929, que crea el Corregimiento de La Libertad.

 

________. Acuerdo Nº 13 de 13 de junio de 1946, por el cual se suprime el Corregimiento de La Libertad.

 

HERNÁNDEZ JIMÉNEZ, Octavio (2016). Los ídolos del Hogar. El mito y la leyenda en Caldas. Manizales: Manigraf Grupo Editorial.

 

LIBRO DE BAUTISMOS. Vice-parroquia de La Libertad, Parroquia de Risaralda.

 

LA MAÑANA. “Sobre La Libertad”. Manizales, febrero 27 de 1944.

 

VELEZ CORREA, Fabio (2009). La Colina del Viento, de San Joaquín a Risaralda. Manizales: Academia Caldense de Historia, Colección obras históricas Nro. 7, Editorial Manigraf.

 

________ (2014). "Escuchando a nuestros mayores. Tradición mítica de Risaralda". En Construyendo realidades de sueños perdidos. Manizales: Municipio de Risaralda – Ministerio de Cultura. Manigraf Grupo Editorial.

 

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