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120 AÑOS DE CREACIÓN DE LA ARQUIDIÓCESIS,

EL 11 DE ABRIL DE 2020 (1900 – 2020)

 

Por Mons. Horacio Gómez Orozco

Delegado Episcopal para la Evangelización de la Cultura

 

RESUMEN

El autor, quien se ha especializado en la investigación de la historia eclesiástica de Caldas, hace un esbozo de lo que ha sido la evolución de la Arquidiócesis de Manizales, al cumplirse los 120 años de su creación. Incluye la información sobre la historia de la iglesia caldense, en los procesos de fundación de Aguadas, Pácora, Salamina, Aranzazu, Neira y Manizales; construcción de la primera capilla en La Enea, en 1849; orígenes del curato de Manizales, la primera misa, la capilla de Nuestra Señora de Cueva Santa; la visita pastoral de 1870; la destrucción de los primeros templos; creación de la diócesis de Manizales, su categoría de arquidiócesis; y la portentosa gesta por la construcción de la actual catedral basílica Nuestra Señora del Rosario.

Palabras Clave: Manizales, Historia eclesiástica, colonización, fundación de Manizales, Diócesis de Manizales, Arquidiócesis de Manizales, primera misa, primera capilla de Manizales, Templos de Manizales, Catedral Basílica Nuestra Señora del Rosario.

 

120 YEARS SINCE THE CREATION OF THE ARCHIDIOCESE,

APRIL 11, 2020 (1900-2020

 ABSTRACT

 The author, specializing in researching Caldas’s church history, sketches how the Archdiocese of Manizales has evolved over the years, now, at its 120th anniversary. The article goes over the history of Caldas’s church, the processes leading to the founding of Aguadas, Pácora, Salamina, Aranzazu, Neira and Manizales;  the construction of the first chapel, in 1849, the origins of the curate in Manizales, its first mass, the chapel of Our Lady of Cueva Santa, The pastoral visit of 1870, the destruction of the first temples, the creation of the diocese of Manizales, how it obtained the title of Archidiocese, and the wondrous exploits to build the current cathedral: the Basilica of Our Lady of the Rosary.

 Key words: Colonization, founding of Manizales, Diocese of Manizales, Archdiocese of Manizales, Manizales’s temples, Basilica of Our Lady of the Rosary.

 


Vieja Catedral de  Manizales (Foto tomada de internet).

 

INTRODUCCIÓN O PRE-NOTANDA

El día de Pentecostés, con la venida del Espíritu Santo, sobre la Santísima Virgen y los Apóstoles, se da el Nacimiento de la Iglesia de Jesucristo. Hechos 2, 1 – 13.

 El mandato de Jesús el día de la Ascensión fue: “Id, pues, e instruid a todas las naciones, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” Mateo, 28, 19. Pedro, después de su predicación en el Día de Pentecostés, bautizó a más de 5.000 personas. Hechos 2, 14 – 47.

 Los Apóstoles fueron por el mundo conocido para evangelizar y bautizar.

 La Iglesia Católica penetró en tierras de América con los primeros descubridores.

 La conquista española tuvo un carácter eminentemente misional.

 El carácter misional de la Conquista explica los privilegios, que hoy podrían parecer exorbitantes, concedidos por la Iglesia graciosamente a la Corona Española. No otra explicación tiene el Patronato Regio Indiano, que daba al Rey una injerencia tan directa en las cosas eclesiásticas, que llegó al punto de que se incubara la teoría del Vicariato Regio.

 Algunos se han empeñado en demostrar que la religión cristiana se propagó en América por la fuerza de las armas. Nada más contrario a la realidad de los hechos.

 La labor heroica de los misioneros, tantas veces denigrada ya por la historiografía liberal, ya por la ideología marxista que intenta introducir aquí la dialéctica precrítica opresores-oprimidos, encontró los métodos de la evangelización ante todo en la caridad respaldada en la teología de la floreciente escolástica española. Por eso creo injustas las críticas que hoy muchos dirigen a la evangelización de Hispanoamérica, aduciendo que los métodos no eran correctos. Pablo VI dice: Las técnicas de evangelización son buenas, pero ni las más perfeccionadas podrían reemplazar la acción discreta del Espíritu. Esta acción requiere siempre el método de los métodos que los supera y aniquila: la santidad del evangelizador. Cuando los misioneros eran santos (y algunos llegaron al martirio) la evangelización era sobrenaturalmente eficaz, como lo fue, por ejemplo, la de San Francisco Solano en el Tecumán.

 La crítica de la historia debe respetar siempre la verdad y la realidad de los acontecimientos y además exige una visión de conjunto, que no puede admitir relaciones interesadas o pedacitos de historias, como trozos de un rompecabezas, caprichosamente cortados para que después cada uno se encargue de armarlos. Es precioso tener una visión global y no sirven los datos parciales, ni las opiniones fragmentarias que impiden formarse un juicio completo de lo acontecido. El conocimiento científico exige al historiador sensibilidad para comprender las circunstancias de cada época.

 Nada tan sugestivo como el estudio de la expansión misional en América.

 Los obispos con sus clérigos y frailes serán los artífices del progreso material y espiritual de su inmenso rebaño. Fundan florecientes poblaciones, conducen a los indios a la vida civil organizada, abren escuelas y hospitales, traen libros e imprentas, artes y oficios, industrias y comercio. Al impulso avasallador del misionero se abren caminos y vías de comunicación, se vadean los ríos, se estimula la agricultura.

 Es en torno a las Diócesis y a las Parroquias y bajo su impulso, donde se ejerce y se difunde la Evangelización. La Evangelización iba siguiendo las nuevas exploraciones de los conquistadores con una rapidez que ha sido comparada a la primera difusión de la Iglesia en los tiempos apostólicos.

 LA IGLESIA EN MANIZALES

Trescientos años más tarde con la colonización antioqueña, llega la Iglesia Católica a “La Colina Encaramada”, la recién fundada Manizales. Los nuevos vecinos provenientes de Neira, Salamina, Sonsón, Abejorral, Rionegro, Marinilla, El Santuario y Granada, trajeron en sus baúles las imágenes, en sus carrieles, las novenas, los escapularios y rosarios y en sus mentes el Catecismo del Padre Astete, que habían aprendido de memoria en los hogares patriarcales, donde sus padres desde el repuntar del alba, oficiaban un culto religioso cada día.

 

PARROQUIA DE MANIZALES

 La Primera Capilla Pajiza

 

 

Plumilla de Jesús Ramírez, “Chucho”.

 Para los Antioqueños, una aldea o una ciudad sin templo, podría ser cualquier otra cosa, menos un lugar civilizado.

 1.    Memorial de noviembre de 1849

 Consta por el Memorial firmado por los vecinos de Manizales, y que debió haber sido escrito hacia el 17 o 18 de noviembre de 1849 porque la información de que fue acompañado se hizo en tal fecha, que en ese mismo año de la fundación habían construido la primera capilla pajiza.

 “En el centro de este caserío está cituada una regular capilla pajisa, bien construida y de una regular  capacidad para la congregación de los fieles a la precisa asistencia a los oficios divinos”.

 Escribe don José María Restrepo Maya

 “El primer templo que hubo en Manizales fue una enramada de estantillos cubierta de paja primero y de tejas después. Estaba atravesada en la plaza al pie del actual atrio de la Catedral, con la puerta de entrada en la culata del lado de occidente. Tenía unos ocho metros de largo por cuatro de ancho. La gente oía misa arrodillada en el exterior”.

 2.    Orígenes del Curato de Manizales.

 El territorio de la nueva población perteneció a la Diócesis de Santafé de Antioquia, hasta el año de 1868, cuando fue creada la Diócesis de Medellín.

 Enrique Otero D’Costa, en el Archivo Historial, hizo la narración detallada de la creación del Curato de Manizales:

 “La construcción del caserío, o su nebulosa, pudo haber comenzado en 1848. En 1849 continuaron las edificaciones y mejoras, y sin duda alguna (dado el espíritu religioso que reinaba en aquellas épocas), la construcción de la iglesia debió recibir la más solícita atención. Hacia el mes de agosto de 1849 el templo debió estar en disponibilidad para el servicio, y hacia esa época los manizaleños, preocupados como estaban en obtener la erección de su poblado en Distrito, no podían estarlo menos en conseguir la erección de la Parroquia y por consiguiente del cura que debía administrarla”.

 Buscaron y rebuscaron en su memoria, y su atención fijóse en el padre Bernardo José Ocampo, residente en aquel entonces en Marinilla. A él se dirigieron los vecinos, posiblemente en septiembre de 1849 ofreciéndole el curato, y su respuesta fue aceptada por medio de la siguiente misiva:

 “A los señores vecinos de Manizales: Marinilla octubre 3 de 1849. Señores: contestando su muy apreciable: les digo que según la propuesta que me hasen y atendiendo al sumo interés que toman por mi, aunque sin ningún mérito para ello. – Acepto el nombramiento, el nombramiento (sic) que hacen en mi persona, postulándome para su primer cura párroco de los vecinos de la nueva parroquia de Manizales. – Quedando de Vs. Su mui afmo. Servidor y amigo q. s. m. b. – Pbro. Bernardo José Ocampo”.

             Ya estaba conseguido el cura. Ahora faltaba la erección de la parroquia. A este fin elevaron el siguiente memorial, que no tiene fecha, pero que debió ser escrito hacia el 17 ó 18 de noviembre de 1849, porque la información de que fue acompañado, se hizo en tal fecha:

 “Sello. - República de la Nueva Granada. Sello 50. Vale real y medio. Año económico de primero de setiembre de mil ochocientos cuarenta y nueve a treinta i uno de agosto de mil ochocientos cincuenta). Sor Gobor de la Proba. - Los que suscribimos del vecindario de Manisales, parroquia de nueva erección. A V. respetuosamente representamos, que habiendo construido a costa nuestra la iglesia, única que ecsiste en la parroquia, según costa por la información adjunta, tenemos derecho por esta ves para designar el eclesiástico que debe serbir de cura, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 33 de la ley Iª trat. 40 R. G. Usando de este derecho hacemos la designación en el presvítero señor Bernardo José Ocampo. A un interés desidido por el adelantamiento de este pueblo, reune el referido eclesiástico una consagración infatigable en el desempeño de su ministerio; recomendación mui importante que otros merecerán como él, ninguno en grado superior; creyendo por esto que ninguno es mas apropocito pª trabajar con cuanto teson e interes se necesita pª que un pueblo, que apenas empiesa a formarse pueda progresar, nos hemos determinado a fijar en él nuestra elección; y una vez que la ley lo apoya, esperamos de V. que, atendiendo, se sirba hacer el nombramiento para cura de la citada parroquia de Manisales en el presvítero Bernardo José Ocampo, haciendo la presentación al respectivo prelado eclesiástico para que tenga lugar la institución canónica. Señor Gobernador. – Antonio Cevallos, Nepomuseno Franco, Pedro Palacio, Antº Mª Arango, Alejandro Palacio, Valerio Echeverri, Alvaro María Giraldo, Vicente Gómez… (Siguen 128 firmas).

 Las 128 firmas se leen con verdadera emoción. Allí están las pesadas y toscas letras de los buenos montañeses que, echaron las bases de esta ciudad, Sultana de los Andes. El traslado lo hemos hecho fielmente, respetando la mala ortografía y aún los disparates de otro orden que se observarán en muchas de las firmas. 

 La “información” de que habla el memorial reviste también no poco interés, y por lo tanto conviene darla.

 (Papel sellado exactamente igual al del memorial) “Sor Jues parroquial de Manizales. - Antonio Seballos, de este vecindario, ante V., con respeto y conforme a derecho espongo: que para efectos que me conbienen su justificación (sic) se ha de servir hacer comparecer a los señores Esteban Escovar, Nepomuceno Franco y Pedro Palacio, y que estos vajo la religión del juramento, absuelvan los postulados del siguiente interrogatorio:

 I.          Declaren sobre la edad, oficio, estado, domicilio y jenerales de la Ley.

 II.       Si en este punto de Manizales se encuentra hoi regularmente poblado de casas, y abitadas por un número cosiderable de cabezas de familia.

 III.    Si en el centro de este caserío, está cituada una regular capilla pajisa, bien construída y de una regular capacidad para la congregación de los fieles a la precisa asistencia a los oficios divinos.

 IV.    Si saben y les consta que la expresada capilla ha sido construida y costeada por los becinos de este nuevo establecimiento de caserío, y otras muchas personas que en los terrenos de Manisales se están estableciendo.

 V.      Si es corriente que la espresada capilla se halla regularmente paramentada con las insignias y alajas más necesarias para celebrar el Santo Sacrificio de la Misa.

 Fechas las declaraciones el Jusgado se servirá entregarme las originales para los usos indicados. Justicia pido y juro &. – Antonio Cevallos”.

 Proveyó el Juez Parroquial don Antonio María Arango, en fecha 17 de noviembre de 1849, y en ese mismo día se tomaron las declaraciones a los señores Escovar, Franco y Palacio, declaraciones que nada de nuevo traen al interrogatorio, pues todos tres se limitaron a contestar que estaban conformes con el contenido de la pregunta, sin dar, particularmente, ningún otro detalle.

 Esteban Escobar manifestó que era de edad “como de treinta años” agricultor y casado; Nepomuceno Franco dijo que era de edad “como de cuarenta años”, agricultor y casado y Pedro Palacio declaró que era de edad “como de cuarenta i ocho años”, labrador de oficio, y casado.

 Con tal avío, fue enviado el memorial a Medellín, obteniendo la siguiente resolución del Gobernador Provincial:

 “Medellín a 5 de diciembre de 1849. – Se entiende por parroquia, conforme al parágrafo único, artículo 50 de la lei de 29 de mayo de 1847, el territorio cuya administración espiritual está atribuída a un párroco. Se consideran objetos necesarios al servicio de una parroquia, conforme al artículo 20, lei 23, parte 1ª trat. 1. de la R. G., una iglesia con los vasos sagrados i ornamentos indispensables para la administración de los Sacramentos i para las principales funciones del culto, i un cimenterio cerrado. La Cámara de la Provincia, en su Ordenanza de 12 de octubre último, eligió en Distrito Parroquial el lugar de Manizales; pero aún no ha sido erigida en parroquia, cuya facultad corresponde al Gobernador de conformidad con lo dispuesto en la Lei 1ª, parte 1ª trat. 40 de la R. G. Por consiguiente, nó es llegado el caso de hacer el nombramiento de párroco porque aún nó existe la parroquia, como se ha dicho. – Comuníquese al señor Jefe Político de Salamina para que haga llegue a noticia de los peticionarios. – Gutierrez de la Lara. – El Srio. Villa. El 5 del mismo se trascribió al Jefe P. de Salamina bajo el número 115”.

 Como se ve, por todo lo copiado, el proyecto de los buenos manizaleños para procurarse un párroco, quedó obstruido en su primer brote, pues realmente, como decía el Gobernador de la Provincia de Antioquia, no se había creado la parroquia eclesiástica, y no existiendo ésta, no podía haber párroco. Posiblemente, al recibir tal respuesta, los colonos acometieron gestiones para obtener la creación de la parroquia, lo que debieron obtener sin mayor obstáculo, pues es fama que en 1850 ya estaba el Padre Ocampo ejerciendo su ministerio, aunque los libros parroquiales de bautismo solamente empiezan el 15 de febrero de 1851.”

 3.    Adjudicación de solares para la Iglesia y el Cura

 Por el artículo 5º de un acuerdo dictado el 6 de julio de 1850 dispuso el Cabildo, señalar y poner en posesión de sus solares a los vecinos pobladores, o mejor dicho, de legalizar la posesión a los que ya la tenían y darla a los nuevos peticionarios y, en cumplimiento de ello, el 24 empezáronse tales diligencias adjudicándose en tal día 31 lotes.

 Para el efecto abriose un registro que se sucedió en legajos cronológicos los que fueron empastados en 1886 formando así un volumen que hallamos en la Notaría 2ª de esta ciudad.

 “Número 10.-YGLESIA.-En 24 de julio de 1850, yo, el Alcalde del Distrito demarqué solar i medio que forman 30 varas de frente i 40 de sentro destinado para la Yglesia, i queda situado hacia la parte sur de la plaza, linda por los costados con Vicente Muñoz i con medio solar del cura, i por el centro con Álvaro Giraldo. El Alcalde, Antonio Cevallos.

Número 11.-EL CURA.-En 24 de julio de 1850, yo, el Acalde del Distrito, demarqué medio solar de 10 varas de frente i 40 de centro en el marco de la plaza, el que se destinó para el primer cura que halla propietario, linda por los costados con el solar de la Yglesia con el señor Antº María Arango y por el centro con Alvaro Giraldo y con Nicolás Echeverri. El Alcalde, Antonio Cevallos”.

 4.     La cruz de la primera misa

 

 La Cruz de la primera misa celebrada en Manizales, que se conserva como una preciosa reliquia religiosa e histórica, tiene la siguiente inscripción de la época:

 “La Primera Cruz de la Primera Capilla de Manizales. Delante de esta Cruz puesta en el Altar se celebró la Primera Misa en esta Parroquia en una capilla pajiza atravesada en la plaza”.

 En época posterior y con distintas letras se escribió:

 “Avelino Hernández la conservó en su casa por más de 60 años”

 5.     Primer Párroco: Pbro. Bernardo Ocampo

 Muy posiblemente el padre Bernardo Ocampo había venido a Manizales desde fines de 1849, pues es fama que ya en 1850 estaba ejerciendo su ministerio parroquial. El Padre Fabo escribe: “Tengo leído y no sé dónde, que la capilla primera se bendijo el 17 de diciembre de 1850”.

 La primera partida de bautismo aparece con fecha 15 de febrero de 1851. El primer bautizado en Manizales fue Luis Carlos de Hoyos.

 El padre Ocampo había sido ordenado el 19 de julio de 1830 por el Ilmo. Dr. Fray Mariano Garnica, Obispo de Antioquia; fue coadjutor de Marinilla, ciudad donde nació el 19 de agosto de 1806; cura de Cocorná de 1836 hasta 1848.

 Permaneció en la ciudad hasta 1861. En 1854 inició la construcción de la iglesia de mampostería.

 Fue cura de Santa Rosa de Cabal de 1872 a 1874. Murió en Manizales en 1878.

 6.    Segunda Capilla: De Nuestra Señora de la Cueva Santa

 

 El 20 de marzo de 1876, 270 vecinos de Manizales firmaron un memorial dirigido al Vicario Capitular de la Diócesis de Medellín, Mons. José Ignacio Montoya, en el que dicen: “ En el punto de La Linda en Morrogordo, una devota levantó una capilla de tapias de regular extensión y con muy cumplida decencia para colocar allí la imagen de María Santísima bajo el título de La Virgen de la Cueva Santa”… y piden que conceda al cura propio Bernardo Ocampo las mismas licencias que le había concedido Mons. Valerio Antonio Jiménez.

 El 10 de mayo de 1876 el cura José Joaquín Baena en carta a Mons. Montoya informa que:

 “El terreno fue donado por la Señora Elena Valencia, la capilla es regularmente aseada y decente para celebrar el santo sacrificio, los domingos se enseña la doctrina, se rezan los actos de fe y se administran los sacramentos.

 En la capilla se ven continuamente un sin número de peregrinos que van a darle gracias a nuestra Misericordiosa Madre por los beneficios que continuamente les prodiga y de día en día se propaga más y más la devoción a esta Misericordiosa Imagen”.

 

7.     Capilla de “La Enea”

 

Generalmente se cree que la primera capilla que se construyó en Manizales fue la de “La Enea”.

 En realidad el primer intento de fundación hecho por la expedición de los Veinte, se realizó en La Enea, pero, después de muchas discusiones y varias reuniones y por razones de estrategia, resolvieron hacer la fundación definitiva en el lugar donde hoy se encuentra la plaza de Bolívar y se levanta la Catedral.

 La famosa e histórica capilla de La Enea la comenzó a construir el padre Nazario Restrepo Maya, en 1876, y la erigió también como la primera Parroquia en honor de Nuestra Señora del Rosario.

 Veamos lo que dice un manuscrito de puño y letra del mismo padre Nazario Restrepo Maya:

 “El 28 de febrero de 1876 me concedió el señor Obispo Ilmo. José Ignacio Montoya licencia para edificar una capilla en la fracción de La Enea, en la parroquia de Manizales. El 24 del mismo año se puso la primera piedra, conforme al Ritual Romano, y se erigió esta capilla en honor de Nuestra Señora del Rosario. El 24 de octubre de 1878, el mismo señor Obispo José Ignacio Montoya me concedió permiso para bendecir la capilla, y el 29 de noviembre del mismo año se bendijo y celebré en ella los oficios divinos”.

 8. Cuarta Capilla: Del Hospital

 El día 23 de mayo de 1876, el Pbro. Juan Pedro Marchetti se dirige al Ilustrísimo Señor Vicario Capitular de la Diócesis de Medellín, Mons. José Ignacio Montoya y le dice en carta autógrafa que: “estando concluida la capilla del Hospital de esta Ciudad y teniendo los ornamentos y útiles necesarios para celebrar el Santo Sacrificio de la Misa, suplico a Usia Ilma se sirva concedernos la licencia necesaria para bendecir dicha Capilla y celebrar en ella los divinos oficios, con lo cual hará Usia Ilma, un gran servicio a esta población, y muy particularmente a los pobres enfermos que se encuentren en el Hospital”.

 El 30 de mayo el Vicario Capitular autoriza al cura excusador de Manizales, Pbro. José Joaquín Baena para que proceda a bendecir la expresada Capilla conforme al Ritual Romano.

 

9. Visita Pastoral de 1870

 Fue realizada por Monseñor José Joaquín Isaza, Obispo Coadjutor de Monseñor Valerio Antonio Jiménez, Primer Obispo de Medellín. En el Acta de la Visita, se encuentra el siguiente informe sobre la Parroquia de Manizales:

 “Manizales está construyendo una iglesia grande y hermosa, cuya obra aún no ha terminado. Está construida de madera sobre muros de tapias con recintos de calicanto, con tres naves espaciosas, con su tabernáculo, coro, tribunas y púlpito de madera tallada con adornos de medio relieve. Se había terminado ya su frontis y torres de calicanto, adornadas con las estatuas de los Santos apóstoles San Pedro y San Pablo, obra de las curiosas manos del señor cura excusador presbítero José Joaquín Baena. Desgraciadamente la cúpula se levantó sobre muros de tapias, y ha sufrido mucho; de manera que en la tribuna o coro del lado izquierdo, que está sobre la sacristía, ha habido necesidad de ponerle tacos de madera para que no continúe el daño.

 Nos, creímos de necesidad que aquella parte del templo se repusiera levantándola con más solidez, y con tal objeto dejamos organizada allí una junta compuesta del señor Cura y de los señores Gabriel Arango, Miguel María del Valle, Alejandro Gutiérrez y Ricardo Arango, individuos todos de conocida decisión por el progreso del templo, para que estos señores deliberasen lo conveniente para la reposición de esta parte del templo y conclusión de la parte restante. Tiene el templo sus dos sacristías colaterales al presbiterio, una de las cuales sirve hoy de capilla en donde está colocado NUESTRO AMO SACRAMENTADO.

 Cuando entramos a verificar la visita de esta capilla quedamos encantados al ver el exquisito gusto con que estaba adornada. Doce lámparas ardían constantemente delante del tabernáculo del Santísimo. Preguntamos cómo sucedía esto, y se nos informó que cuando se intentó colocar á nuestro Amo en pixide, el señor Cura había invitado á las señores para que lo alumbrasen por turno, y fueron tantas las que se presentaron á prestar este piadoso servicio, que por necesidad tuvieron que quedar la mayor parte excluidas; pero ellas no se conformaron, y desde entonces cada piadosa señora sostiene su lámpara, y de esta manera arden sin cesar doce lámparas en el sancta sanctorum, acreditando su piedad tierna y afectuosa. Pero no son solamente las lámparas las que arden delante del tabernáculo santo, son también los corazones de tan piadosas señoras, que velan á la puerta y delante de Jesucristo en este misterio de su amor. “Los verdaderos fieles no se contentan con alimentarse cada día con el pan vivificante que cada vez purifica más los sentimientos del hombre, aumenta sus luces, y los trasforma, por decirlo así, en un ser nuevo; sino que todos los días van á adorarle á su templo, en donde está expuesto á los homenajes de las almas fieles”. Nosotros no encontramos palabras más expresivas para dirigir á las señoras de Manizales, que las que San Juan Crisóstomo dirigió a las señoras de Constantinopla, cuando estaba próximo a marchar para el destierro: “Lo que exijo de vosotros es, que vuestro afecto a la Iglesia no se disminuya, que continuéis sirviendo á la Iglesia con el mismo ardor y con el mismo cuidado.

 En cuanto a los adornos de la Iglesia, podemos asegurar á Usia Ilustrísima que muy pocos templos los tienen iguales, debido esto al interés que por el culto toman el señor Cura excusador presbítero José Joaquín Baena y su coadjutor presbítero José Ignacio Velásquez. La Iglesia de Manizales está dedicada a Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá y las funciones del culto se celebran con toda solemnidad”.

 

HISTORIA Y DESTRUCCIÓN DE LOS TEMPLOS

 


 El doce de Octubre de 1849, fue creado el Municipio de Manizales y en este mismo año fue construida la primera capilla en el centro del municipio (el lugar que hoy ocupa la Catedral), esta capilla medía 8 metros de largo por cuatro metros de frente en madera y paja.

En 1857 se comienza a construir el primer templo parroquial en madera, tapia y calicanto, técnica utilizada en toda Antioquia en esas épocas, existió hasta 1886 año en el que tuvo que ser demolido. Tenía 15 metros de ancho y 64 de largo.

El 26 de agosto de 1888 se inició la construcción del segundo templo parroquial encargado al arquitecto bogotano Mariano Sanz de Santa María, se termina de construir en 1897 y se convertiría en la primera catedral en 1900, cuando el Papa León XIII creó la Diócesis de Manizales, e inaugurada en marzo de 1901.

Esta Catedral fue destruida durante incendio del 20 de marzo de 1926. Actualmente se conserva una réplica de esta catedral en el barrio Chipre de Manizales.

 

LA NUEVA CATEDRAL



Junta de reconstrucción, concursos y proyectos

 Sobre las cenizas aún humeantes de la primera Catedral de Nuestra Señora del Rosario, labrada en roble y en nogal y cubierta con cedro perfumado, Monseñor Tiberio de J. Salazar y Herrera celebró la Santa Misa en la que el Padre Adolfo Hoyos Ocampo, el Dr. Aquilino Villegas y Don Pedro José Mejía, pidieron las primeras limosnas para la reconstrucción de la Catedral; se hicieron votos y se oyeron gritos de dolor y de confianza. De inmediato, el Señor Obispo nombró la siguiente junta para la reconstrucción:

 Presidente: Monseñor Luis Carlos Muñoz O., Presbítero Adolfo Hoyos Ocampo, Doctor Don Aquilino Villegas, Doctor Don Emilio Arias Mejía, Don Rafael Jenaro Mejía y Don Manuel Felipe Calle.

 La Junta de reconstrucción abrió un concurso nacional en mayo de 1926 para la presentación de planos, concurso que fue declarado desierto por no haber resultado satisfactorio. Se presentaron los proyectos de: 1. Benjamín Eduardo Canals Dussan, bogotano. 2. Jean Carlo Bonarda, italiano. 3. Manuel Rincón, ingeniero civil, manizaleño y constructor de la época.

 Se abrió un nuevo concurso en Francia el 19 de febrero de 1927, don Miguel Gutiérrez dirigía desde París el siguiente cablegrama: “Obispo Manizales. Tres arquitectos afamados harían proyectos de planos sesenta mil francos. Grupo profesores darán opinión. Usted libertad escoger plano definitivo acordaráse”. La respuesta dada en el mes de marzo fue la siguiente: “Conformes tres proyectos sesenta mil francos”.

 Los arquitectos concurrentes se pusieron a la obra y a su tiempo presentaron sus proyectos ante el jurado de París, el cual adjudicó el primer premio a Julián Polty, arquitecto jefe de los monumentos históricos de París.

 Los otros concursantes fueron el Arquitecto Paul Tournon y el Arquitecto Pouteraud.

 Un proyecto independiente a los tres anteriores del Arquitecto Umbdenstock presentado como “Príncipe de los Arquitectos de Francia, Profesor de la Escuela de Bellas Artes y en la Politécnica, Arquitecto en jefe del gobierno y Arquitecto de la Catedral de Estrasburgo”; estuvo celosamente avalado por Mons. Darío Márquez, quien lo contrató en París por la modesta suma de $500.oo pesos.

 Escribe Dickens Castro en la Historia del Arte Colombiano, Tomo 6, que “los planos de Polty son de un estilo neogótico muy atrevido. También se presentó Paul Tournon con un proyecto en estilo románico y unos interiores muy semejantes a los de la Iglesia de Santa Sofía de Constantinopla. El concurso fue juzgado por comerciantes, sacerdotes y notables de la época. Fue decisoria la opinión del abogado Emilio Arias Mejía, quien dijo que los planos del Arquitecto Polty eran como los poemas de Julio Flórez y los planos de Tournon como los de Rubén Darío. Como Flórez era más nuestro y más comprensible, los planos de Polty eran los indicados”. 

 Los planos premiados llegaron a Colombia a fines de aquel año, y en los últimos días de enero de 1928 fueron aprobados por el excelentísimo señor Obispo Monseñor Tiberio de J. Salazar y Herrera.

 Aprobados los planos de una gran Catedral que había de cubrir un área de 2.400 metros cuadrados, hubo que comprar un considerable terreno de ensanche, pues el nuevo templo había de rebasar el perímetro del anterior, destruido por el fuego.

 Proclamación como Basílica

 

El 23 de diciembre de 1951, el Papa Pío XII le otorga el título de Basílica.

 

Monumento Nacional

 

La Catedral fue declarada como Monumento Nacional en 1984, en el gobierno del presidente Belisario Betancur.

 

OBISPOS DE LA IGLESIA DE MANIZALES

 El Obispo es el sucesor de los Apóstoles y en su Iglesia ejerce el triple ministerio de Sumo Sacerdote, Maestro y Pastor.

El 11 de abril de 1900, Su Santidad León XIII creó la Diócesis de Manizales. El 18 de enero de 1901 nombró como Administrador Apostólico al Presbítero Gregorio Nacianceno Hoyos, Párroco de Manizales desde 1880, quien fue preconizado Obispo el 16 de diciembre de 1901 y consagrado el 29 de junio de 1902 por el Obispo de Garzón, Monseñor Esteban Rojas. Hasta el día de su muerte, el 25 de octubre de 1921, Monseñor Hoyos fue el organizador de la naciente Iglesia local, a la que supo formar de la nada en tiempos difíciles y en terribles lejanías.

 El 6 de Julio de 1922 fue preconizado Obispo de Manizales el entonces Párroco de Sansón, Tiberio de J. Salazar y Herrera, también nacido en “Vahos”, como el anterior. A este hombre espiritual y de gran mando, le tocaron los dos grandes incendios de la ciudad, en 1925 y 1926. Asesorado por el extraordinario Párroco Adolfo Hoyos Ocampo, inició la gran obra de la construcción de la Catedral de Manizales. El 7 de Julio de 1932 fue trasladado a la sede de Medellín.

Monseñor Juan Manuel González Arbeláez, de Rector del Seminario Conciliar de Medellín, vino solamente por un año –de 1933 a 1934- a esparcir por todo el antiguo Caldas el exquisito perfume de su santidad y el admirable don de su bondad, y fundó el Colegio de Nuestra Señora, donde se han formado tantos hombres ilustres para Caldas y Colombia.

 El 22 de diciembre de 1935 tomó posesión de esta Diócesis Monseñor Luis Concha Córdoba, quien fue nombrado primer Arzobispo en mayo de 1954, y quien partió para Bogotá como Arzobispo Primado, el 20 de junio de 1959, donde fue nombrado por el Papa como Cardenal de la Santa Iglesia. Durante los aproximados 24 años de su gobierno, supo darle a la Arquidiócesis, en su admirable “Legislación Episcopal” el espíritu jurídico que heredó de sus antepasados, la seguridad doctrinal de maestro sapientísimo, la gran madurez de la liturgia, la civilización y apaciguamiento ante el furor político. En los Padres Sulpicianos, dio serios formadores para un clero que él siempre quiso más culto y muy santo, y en las dos Diócesis hermanas de Pereira y Armenia, la gran esperanza de una provincia eclesiástica profundamente unida y ejemplar.

 Monseñor Arturo Duque Villegas fue preconizado Arzobispo de Manizales el 8 de julio de 1959, siendo Obispo de Ibagué. Tomó posesión de la Arquidiócesis el 8 de septiembre del mismo año, y la sirvió con especial amor hasta el mes de junio de 1975 cuando se retiró a la ciudad de Medellín para enseñarnos a cumplir la voluntad del Vaticano II. Su gran obra fue la de poner a marchar la Arquidiócesis de acuerdo con las normas del Concilio Vaticano II. Su alta personalidad, su exquisita caballerosidad y distinción, le hicieron ganarse el amor de su clero y de su pueblo. Los 16 años de su gobierno estuvieron enmarcados por la gran prudencia del Pastor y la serenidad de quien fuera árbitro experimentado en la solución de todas las situaciones difíciles.

 Monseñor José de Jesús Pimiento Rodríguez nacido en Zapatoca, Diócesis de Socorro y San Gil, el 18 de febrero de 1919; ordenado sacerdote el 14 de diciembre de 1941, elegido para la iglesia titular de Apollonide y auxiliar de Monseñor Emilio Botero González, Obispo de Pasto, el 14 de junio de 1955; Consagrado Obispo el 28 de Agosto de 1955; trasladado a Montería el 30 de diciembre de 1959; trasladado a Garzón el 29 de febrero de 1964; promovido a la Sede de Manizales el 23 de mayo de 1975, toma posesión de esta Iglesia en la Catedral Basílica, el 27 de junio de 1975, a las 10 de la mañana, ante el entonces Nuncio del Papa, Monseñor Angelo Palmas, acompañado por 28 Excelentísimos Señores Arzobispos y Obispos venidos de todo el país, cerca de 150 Sacerdotes, de las autoridades departamentales y municipales, y de una gran multitud de fieles.

Difícilmente se puede encontrar alguien que haya podido servirle a la iglesia con la eficacia, amplitud y entrega con que lo ha hecho Monseñor José de Jesús Pimiento Rodríguez. Su especial interés y dedicación en los cursos de renovación teológica y pastoral, sus valiosos aportes a la Conferencia Episcopal de Colombia durante los seis años de su presidencia, su participación en todas las sesiones del Concilio Vaticano II, en las Asambleas del Celam, en los últimos Sínodos de los Obispos reunidos en Roma, en diversas reuniones de Obispos a nivel mundial, latinoamericano, nacional y provincial, le han dado, como a pocos, un amplio y profundo conocimiento de la realidad presente de la iglesia y una muy clara y segura visión del mañana. Es un hombre que con gran paciencia y seguridad siempre trabaja en función del futuro. Su brillante inteligencia y gran sencillez, su incansable dedicación al trabajo, la profunda densidad doctrinal de sus mensajes, la claridad en el magisterio de su palabra, su compromiso único y total con la iglesia, que asoma al heroísmo, su honradez sin trastiendas, hacen de este hombre singular un extraordinario Arzobispo para Manizales. Fue creado Cardenal de la Iglesia por el Papa Francisco en el año 2015.

 Monseñor Fabio Betancur Tirado, nació en Armenia – Antioquia, el 30 de octubre de 1938, en el seno de una familia conformada por Don Heriberto Betancur Ortiz y Doña Rosita Tirado Vélez. Realizó sus estudios de secundaria en el Seminario Menor de Medellín, y sus estudios de filosofía y teología en el Seminario Mayor de Medellín. Fue ordenado Sacerdote el 6 de septiembre de 1964, y adelantó estudios en la Universidad Pontificia Salesiana de Roma.

 Fue ordenado Obispo el 3 de julio de 1982 y estuvo inicialmente prestando sus servicios como Obispo Auxiliar del Cardenal Alfonso López Trujillo en la Arquidiócesis de Medellín. Posteriormente fue elegido primer Obispo de la Diócesis de la Dorada – Guaduas, el 29 de marzo de 1984.

 El 15 de octubre de 1996 fue nombrado Arzobispo de Manizales, cargo del cual tomó posesión el 30 de noviembre del mismo año, Fiesta de San Andrés Apóstol.

 El 23 de agosto de 2007 celebró solemnemente en Manizales su jubileo de Plata Episcopal. Por razones de salud, presentó renuncia del Arzobispado, la que le fue aceptada por la Santa Sede y al año siguiente murió en Medellín, el 20 de noviembre de 2011.

 Monseñor Gonzalo Restrepo Restrepo. Nació en Urrao, Antioquia, el 8 de agosto de 1947, en el hogar de Guillermo Restrepo y Ramona Restrepo; vivió su niñez en el pueblo natal, en Calarcá, Quindío y en la ciudad de Medellín.

 Hizo sus estudios en el Colegio Salazar y Herrera, en el Seminario Menor y en el Seminario Mayor de la Arquidiócesis de Medellín. Fue ordenado sacerdote el 1º de junio de 1974, luego pasó a Roma a estudiar Filosofía en la Pontificia Universidad Gregoriana donde obtuvo el doctorado. Además es magister en Teología Fundamental de la Universidad Pontificia Gregoriana.

 Fue director de la Casa Sacerdotal de Medellín en Roma y luego en la Arquidiócesis de Medellín, Delegado para la Pastoral Vocacional, Párroco de San Bartolomé y de Nuestra Señora de las Lajas en Medellín, Profesor del Seminario Mayor de Medellín y del Seminario Mayor de Managua, Nicaragua, así como de las Universidades de Antioquia y Pontificia Bolivariana, en las áreas de: Antropología Filosófica, Teoría del Conocimiento, Filosofía Contemporánea, Existencialismo, Síntesis Filosófica e Historia de la Filosofía, entre otros. Como profesor estuvo vinculado a la Universidad Pontificia Bolivariana desde 1973; fue Decano Fundador de la Facultad Eclesiástica de Filosofía y se desempeñó en ese cargo desde 1980 hasta 1984.

 En 1994, ocupó nuevamente este decanato hasta diciembre de 1997, cuando fue nombrado Rector de la Universidad Pontificia Bolivariana, cargo que asumió el 16 de enero de 1998 hasta diciembre de 2003, cuando fue nombrado Obispo Auxiliar de Cali.

 Fue ordenado Obispo por Monseñor Alberto Giraldo Jaramillo, Arzobispo de Medellín, en febrero 12 de 2004. Escoge como lema de su Episcopado “Haced lo que Él os diga”.

 Ejerce su ministerio en la Arquidiócesis de Cali como Auxiliar hasta el 11 de julio de 2006, cuando es nombrado por S.S. Benedicto XVI Obispo Titular de la Diócesis de Girardota, el 16 julio de 2009 fue nombrado Arzobispo Coadjutor de Manizales y se posesionó como Arzobispo Titular el 7 de octubre de 2010. Su gran inteligencia, su prudencia, su cercanía y sencillez, lo hicieron el mejor Padre y Pastor que ha tenido la Iglesia de Manizales.

 En la Arquidiócesis de Manizales se caracterizó siempre por ser un hombre con incansable celo por la evangelización, amor a Dios y a la Iglesia. Escribió nueve cartas pastorales, ordenó 39 nuevos sacerdotes, creó 9 parroquias e impulsó varios proyectos de parroquias y cuasi parroquias. Constantemente se preocupó por la formación del Clero, envió sacerdotes a especializarse en el exterior, continuó el apoyo misionero a otras diócesis y vicariatos apostólicos enviando sacerdotes dentro y fuera del país. Siempre tuvo un amor especial por el Seminario Mayor preocupándose por los seminaristas y la Pastoral Vocacional. Su cercanía y apoyo a los diáconos, religiosos y religiosas fue permanente. Aprobó y apoyó la fundación del monasterio San José de los Siervos Reparadores de los Sagrados Corazones y del monasterio de las Hermanas Clarisas Ermitañas del Espíritu Santo en Santa Rosa de Cabal.

 Convocó a una Junta Cívica y a la Fundación Amor por la Catedral para realizar importantes obras de restauración y mantenimiento de la Catedral de Manizales incluyendo la restauración de sus 71 vitrales. Siempre tuvo un amor especial por la Catedral convirtiéndola en un centro de fe, cultura y turismo como ícono principal de Manizales.

 Impulsó la Pastoral Social con el apoyo permanente a los más pobres y necesitados a través de los diferentes programas como la atención diaria a más de 60 habitantes de calle y el fortalecimiento del Banco de Alimentos.

 Realizó la remodelación de la Curia Arzobispal, mejoras en la Casa Episcopal y se preocupó por obras como el CECAM, Centro de Evangelización y Catequesis de la Arquidiócesis de Manizales. Creó el ICOPAM, Instituto Corporativo Pastoral de la Arquidiócesis de Manizales y el programa de Parroquias Madrinas. Trabajó por la educación a través de los tres colegios de la Arquidiócesis Colseñora, LANS y Semenor. Rescató el colegio San Juan Bautista de la Salle como obra social de educación, trabajo que inició con la Fundación “Amor por Manizales”.

 Dio un nuevo orden administrativo y pastoral a la Arquidiócesis, implementó el Plan de Pastoral 2015 - 2020, fortaleció los medios de comunicación de la Arquidiócesis, apoyó y dio plena apertura a más de 40 movimientos apostólicos o comunidades eclesiales con las que sentía especial cercanía. Convocó a todas las familias de la Arquidiócesis a celebraciones masivas como Católicos Unidos en el Espíritu, The Rosary Run y las procesiones del Sagrado Corazón de Jesús y Corpus Christi. Siempre sintió un amor especial por los jóvenes a quienes apoyó a través de innumerables programas y eventos de la Pastoral Juvenil.

 Monseñor Gonzalo Restrepo Restrepo, con empeño y dedicación, después de un proceso de casi tres años, logró que El Ministerio de Educación Nacional le otorgara personería jurídica a la nueva Fundación Universitaria Juan Pablo II de la Arquidiócesis de Manizales, convirtiéndose en uno de los principales proyectos liderados por Monseñor Gonzalo.

 Monseñor Gonzalo Restrepo Restrepo ha marcado la historia de la Arquidiócesis de Manizales, un hombre sencillo y cercano con todos, reflejo del Evangelio, pastor según el corazón de Cristo.

 Los Laicos Comprometidos de la Arquidiócesis de Manizales, el día de su despedida, le entregaron un Pergamino que dice:

 Apreciado monseñor Gonzalo:

 Hace 10 años llegaste como Padre y Pastor de esta Iglesia y pronto te sentimos como el mejor hermano, amigo y consejero.

 La obra espiritual y de evangelización y las de progreso, de cultura, de educación, y las en favor de los más pobres, han sido grandiosas.

 Viniste a acercarnos más a Dios y a la Iglesia. ¡Y lo lograste!

 Siempre accesible y bondadoso, franco y festivo. ¡Bendito Seáis!

 Bendita vuestra bondad y vuestra prudencia, vuestro tino y juicio admirables, vuestra grandeza de alma, vuestra humildad y vuestra paciencia, vuestra mansedumbre y vuestra generosidad y desprendimiento, vuestra indiferencia por los honores; por todo lo cual os habéis hecho excepcional.

Que Dios coloque sobre tu frente la Corona de la Gloria

 Manizales, febrero 11 de 2020

 Obispos Auxiliares

 Mons. Baltazar Álvarez Restrepo. Nació en Sonsón, el 29 de junio de 1901, ingresó al Seminario de Manizales y se ordenó presbítero el 29 de junio de 1931. Fue Rector del Colegio de Nuestra Señora, en Manizales. Elegido Obispo el 7 de mayo de 1947, recibió la Ordenación Episcopal el 29 de junio del mismo año en la Catedral de Manizales, y fue designado Auxiliar del Obispo Mons. Concha, luego promovido como Primer Obispo de la Diócesis de Pereira, el 17 de diciembre de 1952.

 Mons. Alberto Uribe Urdaneta. Nació en Bogotá, el 19 de diciembre de 1918, ordenado presbítero el 8 de noviembre de 1942. Elegido Obispo el 24 de diciembre de 1953, fue consagrado el 3 de mayo de 1954, y destinado al cargo de Auxiliar del Arzobispo de Manizales, permaneció aquí 3 años. El 21 de marzo de 1957 fue nombrado Obispo de Sonsón, donde permaneció otros 3 años. El 15 de julio de 1960 fue trasladado a la sede de Cali.

 Mons. Augusto Trujillo Arango. Nació en Santa Rosa de Cabal el 5 de agosto de 1922, fue ordenado presbítero el 6 de agosto de 1945. Elegido Obispo del 25 de abril de 1957 y designado Auxiliar del Arzobispo de Manizales, recibió la Ordenación Episcopal en la Catedral de Manizales el 9 de junio del mismo año de manos del Arzobispo Luis Concha. Trasladado a la Diócesis de Jericó el 31 de marzo de 1960, la sirvió hasta su promoción a la Arquidiócesis de Tunja en 1970.

 Mons. Samuel Silverio Buitrago Trujillo. Nació en Manizales el 21 de junio de 1930, ingresó a la Congregación de la Misión. Fue ordenado presbítero el 22 de diciembre de 1956; elegido obispo el 11 de octubre de 1968, fue consagrado el 7 de diciembre del mismo año en la Catedral de Manizales, donde fue designado como Auxiliar del Arzobispo Arturo Duque Villegas.  Trasladado a la Diócesis de Montería en 1973. Promovido como Arzobispo de Popayán el 11 de octubre de 1976.

Obispos Hermanos nacidos en Manizales

Mons. Samuel Silverio y Mons. Rubén Buitrago Trujillo. Mons. Alberto y Mons. Hernán Giraldo Jaramillo. Mons. Jorge y Mons. Germán García Isaza.

 Otros Pastores nacidos u ordenados en esta Iglesia

 -          Mons. Diego María Gómez Tamayo, Arzobispo de Popayán.

-          Mons. Tulio Botero Salazar, Arzobispo de Medellín.

-          Mons. Rubén Isaza Restrepo, Arzobispo de Cartagena.

-          Mons. Pedro José Rivera Mejía, Obispo de Socorro y San Gil

-          Mons. Arturo Salazar Mejía, Obispo de Pasto.

-          Mons. Augusto Aristizábal Ospina, Obispo de Jericó.

-          Mons. Olavio López Duque, Vicario Apostólico de Casanare.

-          Mons. José Luis Serna Alzate, Obispo de Líbano – Honda.

-          Mons. Héctor Jaramillo Duque, Obispo de Sincelejo.

-          Mons. Rodrigo Escobar Aristizábal, Obispo de Girardot.

-          Mons. Julio Franco Arango, Obispo de Duitama – Sogamoso.

-          Mons. Rodrigo Arango Velásquez, Obispo de Buga.

-          Mons. José Miguel Gómez Rodríguez, Obispo de Facatativá

-          Mons. Oscar José Vélez Isaza, Obispo de Valledupar.

-          Mons. Alonso Llano Ruiz, Obispo de Istmina – Tadó.

-          Mons. Tulio Duque Gutiérrez, Obispo de Pereira.

-          Mons. Fabián Marulanda López, Obispo de Florencia.

-          Mons. Fabio de Jesús Morales Grisales, Obispo de Mocoa – Sibundoy.

-          Mons. Luis Horacio Gómez González, Vicario Apostólico de Puerto Gaitán

-          Mons. José Libardo Garcés Monsalve, Obispo de Málaga – Soatá

-          Mons. Alberto Lee López, Prefecto Apostólico de Guapi.

-          Mons. José Miguel López Hurtado, Prefecto Apostólico de Guapi.

-          Mons. Pedro Nel Ramírez Posada, Prelado Apostólico de Tumaco.

-          Mons. Enrique Vallejo, Prefecto Apostólico de Tierradentro.

 

LAS PARROQUIAS

 La Parroquia de “Nuestra Señora del Rosario” de Manizales, fue creada el 15 de febrero de 1851. La segunda Parroquia que se fundó en Manizales, fue la “Inmaculada Concepción”, el 9 de agosto de 1909, el 13 de junio de 2015 fue elevada y consagrada a la categoría de Basílica Menor. Más tarde se erigieron: El 17 de marzo de 1948, la de “San Antonio de Padua”, el 10 de mayo del mismo año, la de “Cristo Rey”, el 21 de julio de 1952, la de “Nuestra Señor del Rosario” de Chipre, el 4 de enero de 1955, la de “San José” y el 13 de mayo de 1957, la de “Nuestra Señora del Carmen”. Con el correr de los años, la expansión de la ciudad y el aumento de la población, han exigido hasta el día de hoy, la creación de 50 parroquias en la ciudad de Manizales.

SACERDOTES Y DIÁCONOS

 

En la actualidad la Arquidiócesis de Manizales, cuenta con 208 Sacerdotes en el ejercicio de su ministerio, con 57 Diáconos Permanentes y 1 Diácono Transitorio que serán ordenados Sacerdotes en este año.

 

LAS COMUNIDADES RELIGIOSAS

Las primeras Comunidades Religiosas que llegaron a Manizales, fueron las Hermanas de la Presentación y los Padres Agustinos Recoletos, posteriormente llegaron los Jesuitas, Redentoristas, Hermanos Maristas, Misioneros de La Consolata, Claretianos, Hospitalarios, Salvatorianos, Terciarios Capuchinos, Franciscanos, Carmelitas y Rogacionistas.

 Congregaciones Religiosas Femeninas en la ciudad son 25, con unas 40 casas.

 LOS SEMINARIOS

En ellos se forman los futuros sacerdotes. Existen en la ciudad:

 

1.    El Seminario Mayor Arquidiocesano, donde se da una formación profesional, teológico-Pastoral, con una duración de diez (10) años, después del bachillerato.

 

2.    El Seminario de los Padres Agustinos Recoletos.

 

3.    El Seminario de los Padres Salvatorianos.

 

4.    El Seminario de los Padres Rogacionistas.

 

LA EDUCACIÓN DE LA IGLESIA

La mayor preocupación de la Iglesia es la educación y promoción de la persona humana. En el año de 1954 se fundó la Universidad Católica y luego han ido llegando a la ciudad, las Universidades de Santo Tomás, Fray Luis Amigó y sucursales de las Universidades Javeriana, Bolivariana y la Universidad “Juan Pablo II”.

 Para la educación secundaria y primaria, la Arquidiócesis fundó los colegios: Mayor de Nuestra Señora, LANS masculino y femenino, Semenor y San Juan Bautista de la Salle. Las Comunidades Religiosas fundaron los colegios de: San Luis Gonzaga, Padres Redentoristas, La Consolata, Gemelli, Santa Inés, Ravasco, Filipense, Perpetuo Socorro, Los Ángeles, Divina Providencia, Fe y Alegría y otros.

 EL CECAM, EL LAICADO Y LOS MOVIMIENTOS APOSTÓLICOS

En el año de 1978, al cerrarse el  ICLA “Instituto Catequístico Latinoamericano”, el Arzobispo José de Jesús Pimiento Rodríguez, nombró al Presbítero Horacio Gómez Orozco, Arcipreste de Cristo Rey y Párroco de la Santísima Trinidad, para organizar en el edificio desocupado (donde había funcionado el ICLA), un centro para la formación de los laicos comprometidos con la evangelización.

 Con gran éxito y con un numeroso miembro de alumnos, hombres y mujeres, profesionales todos, se realizaron en ese año cursos de Teología, Sagrada Escritura y Eclesiología; esto llevó a que el 9 de abril del año siguiente, el Arzobispo firmara el Decreto No. 122, para la constitución definitiva del CECAM.

 En el Centro de Evangelización y Catequesis de la Arquidiócesis, CECAM, se forman los laicos para ejercer los ministerios laicales y la catequesis.

 Son múltiples los movimientos apostólicos muy activos que existen en Manizales. Este entusiasmo apostólico requiere a la vez una excelente formación teológica, bíblica, catequética y pastoral.

 Los principales Movimientos Apostólicos son:

 Comunidad María Mediadora, Equipos de Nuestra Señora, Lazos de Amor Mariano, Emaús, Getsemaní, Comunidad Jesús te ama, La Misión, Regnum Christi, Camino Neocatecumenal, Convenio Matrimonial. Legión de María, Renovación Carismática, Cursillos de Cristiandad, Encuentro Matrimonial, Obras Misionales Pontificias, Cooperadores Heraldos del Evangelio, Juan Jacobo Olier, Orden Franciscana Seglar, San Vicente de Paul, Fraternidad Misionera de la Cruz, Fundación San Ezequiel Moreno, Cruzada Social, Pastoral Juvenil.

 

LA CARIDAD

Obras Sociales y de Misericordia

La opción preferencial de la Iglesia es por los pobres y para los pobres. Levantar el nivel de los marginados y oprimidos, es objetivo implícito de la Evangelización, pues el hombre está compuesto de alma y de cuerpo.

 Entre las muchas obras sociales y de misericordia de la Iglesia en Manizales, podemos destacar:

 Las Obras sociales de Betania, que han construido más de cuatro mil casas para los pobres, el Banco de Alimentos, la Posada de Nuestra Señora del Rosario, la Gota de Leche, el Orfanato San José, La Fundación Amor por Manizales, la Pastoral Carcelaria, la Pastoral de la Salud, la Pastoral Rural y varios asilos y salas cunas.


 IGLESIA, CULTURA Y POLÍTICA


El Clero de Manizales, desde el principio se ha destacado por ser un clero ejemplar, culto, letrado, emprendedor y progresista. Bástenos recordar al Párroco y Obispo Gregorio Nacianceno Hoyos, al Rector del Seminario, Monseñor Darío Márquez Henao, al sabio formador de juventudes, Padre Nazario Restrepo Botero, al clásico en lenguas latina y castellana, Padre Antonio José López Aguirre, al Santo Padre Luis María Zuluaga, hoy Siervo de Dios, al erudito historiador, Padre Guillermo Duque Botero, al dinámico Párroco de la Catedral, Adolfo Hoyos Ocampo, jalonador de toda empresa importante en la Ciudad y en el Departamento, al erudito y santo, Monseñor Fabio Sánchez Cardona y al muy admirado y amado por toda la ciudad, el Padre Fernando Uribe García, para no mencionar sino unos pocos.

 

En este momento la Arquidiócesis, está preparando la fundación de tres museos, uno en el Palacio Arzobispal y los otros dos en la Iglesia Catedral y en el Cementerio de San Esteban, como aporte al desarrollo cultural y turístico de la ciudad. El Señor Arzobispo, Monseñor Gonzalo Restrepo Restrepo, hombre inteligente, visionario y culto, a quien le cabe en la cabeza, la Iglesia y el mundo moderno, realizaba periódicamente conversatorios con temas de interés y actualidad con el Señor Gobernador del Departamento, el Señor Alcalde de la Ciudad y los representantes al Congreso y a la Cámara, para iluminar su responsabilidad en la construcción de una nación mejor, ya que la Iglesia es “Madre y Maestra” de pueblos y gobernantes.

 

CONCLUSIÓN

 

Son tantas y tan variadas las obras de la Iglesia Católica en Manizales, que sería necesaria todo un volumen para su enumeración y análisis. En tan estrecho espacio como el de este capítulo, sólo fue posible dar algunas pinceladas para que otros se animen a estudiarlas, analizarlas y divulgarlas, Pues verdaderamente Manizales, es una Ciudad, que en Colombia y en Latinoamérica, puede colocarse como ejemplo y modelo de sensibilidad social, caridad cristiana, educación, cultura y práctica religiosa; seguramente Manizales es una Ciudad única por la calidad de sus gentes.

 

Otro tema para estudiar a profundidad, es el de la religiosidad del caldense. Uberto Restrepo, S.S., publicó en 1962 un libro titulado “La Religión de la Antigua Antioquia” (Estudio Teológico-Pastoral sobre Tomás Carrasquilla), con un gran sentido antropológico y psicológico, que podría ser el modelo para un análisis profundo y serio sobre la religiosidad del caldense.

 

La Arquidiócesis de Manizales ha tenido dos Arzobispos que han llegado a ser Cardenales de la Iglesia, el Cardenal Luis Concha Córdoba y el Cardenal José de Jesús Pimiento Rodríguez y dos Rectores del Seminario Mayor Arquidiocesano, también Cardenales de la Santa Iglesia, el Cardenal Eduardo Gagnón y el Cardenal Marc Ouellet, uno de los Papables en el pasado cónclave. Esto demuestra la calidad e importancia de esta Iglesia.

 

Yo invito a los historiadores, antropólogos, sociólogos, teólogos y pastoralistas, a investigar y hacer conocer las excelsas virtudes de esta Iglesia, indudablemente gracias a la sociedad que la conforma, ya que la Iglesia es según San Pedro, la edificada sobre las piedras vivas que son los fieles. 1 Pedro 2, 5.

 

BIBLIOGRAFÍA

 

 DUQUE BOTERO Guillermo (1957). Apuntes para la Historia de Clero de Caldas. Medellín: Editorial Bedout.

 

GÓMEZ OROZCO, Horacio, Pbro. (1982). “La Iglesia en Colombia, Arquidiócesis de Manizales (1900-1975)”. En Boletín Arquidiocesano, Órgano de la Arquidiócesis de Manizales, tomo XXXIII, Manizales: Editorial Rodrigo.

 

________. (2009). Por las Trochas del Evangelio, la Divina Tarea. Manizaales: Gobernación de Caldas, Secretaría de Cultura.

 

________. (2015). Tesón de una estirpe, 2ª. Bogotá: Panamericana, Formas e Impresos S.A.

 

ISAZA, José Joaquín. “Relación de las Visitas Pastorales presentadas al Obispo de Medellín, Mons. Valerio Antonio Jiménez Hoyos, Archivo Arquidiócesis de Medellín.

 

MESA VILLEGAS, Adalberto (1955). “Breve Historia Eclesiástica de Caldas”. En Boletín Arquidiocesano, Órgano de la Arquidiócesis de Manizales.

 

 

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